Allí estaba yo, viéndolos alejarse de mí. Pero, pero... no era mi culpa.
Bueno, sí, lo era, había llegado demasiado tarde, como siempre, como buena sinaloense. Porque la verdad, tendemos a llegar tarde, muy tarde a todos lados. Y hoy no había sido la excepción. hoy, como casi cada semana, había olvidado esta cita tan importante, ahora me encontraba allí, a medio vestir, con los cabellos hechos un lío, los calcetines enredados y con frío, mucho frío.
Como dije, no era la primera vez que saltaba del sillón, tirando el café sobre mi camiseta, tomaba la primera chaqueta que encontraba colgada en el perchero y corría a toda velocidad, con el corazón a punto de estallar por el esfuerzo.
Me dejaban allí, sola, muy sola. Y ahora qué iba yo a hacer con todo lo que tenía???
Así, vi el camión de la basura alejarse, dejándome con mi bote lleno de plástico que había estado reciclando todo el mes.
No, no todos los que viven en los Páíses Bajos entenderán de lo que les estoy hablando. Pero bueno, dejen me acodomo, retomo mi tacita de café y les cuento la historia de nunca acabar:
Cada Gemeente (ayuntamiento) pone sus reglas respecto a los deshechos/basura. Algunos tienen que hacer la separación en 4 contenedores o también llamados Klikos.
Cada color es para poner un tipo específico de desechos:
Verde es para desechos del jardín, así como desperdicios de comida, como son las cáscaras de las papas, las frutas o las verduras.
Azul es el contenedor que se usa para dejar los papeles. La publicidad que luego se amontona por recibir los folletos de cada supermercado de la región en la que se vive. Puedes pedir que no te dejen eso en tu buzón? Claro, pero siempre me gusta ver las ofertas de la semana, entonces, a lidiar con la basura.
Naranja es el color designado para todo lo que se trata de plásticos y aluminio: Bolsas, botellas de plástico, paquetes en los que viene la carne o las verduras... también.
Y si tienes basura que no se puede poner en cualquiera de los anteriores, todo va a el contenedor GRIS.
Pero antes he dicho que NO todos los que viven en Los Países Bajos entenderán la angustia de verse alejar al camión de la basura por haber olvidado la fecha.
Por qué? Bueno, digo mientras agito la cuchara en mi cafecito, se está enfriando y no lo debo olvidar, a él no. Porque cada ayuntamiento decide lo que se debe de hacer con los desechos de sus habitantes. Es decir, algunos tienen uno, dos o más contenedores, de los cuales había que hacerse cargo, MUCHOS, sólo debían poner sus bolsita en unos contenedores SUBTERRANEOS o el que había en sus edificios.
Después, se pusieron contenedores "inteligentes" en las calles, a donde llevas tus basurita y ya sea que usas un especie de identificador (para que no le dejes tus desechos en otra área) o los de acceso general.
Peeero, hay los ayuntamientos que NO ponen estos sitios de recolección, ya sea porque no hay el presupuesto, ya sea porque NO hay el espacio para hacer los agujeros en el suelo, entonces le entregan a los habitantes de la zona los famosos KLIKOS (nombre de la fábrica que fabricaba los contenedores), así cada quien se hace responsable de separar, guardar y poner para que recojan sus respectivas basuras.
Y allí no termina la historia que nos trajo a hablar de desechos. Resulta que. donde vivo, debo repartir mis desechos en los diversos botes que nos entregaron peeeero... (o sí, ya saben que me gustan los peros), no es como que se te llena el botecito y lo dejas afuera cuando eso pase. Noooooooo, resulta que la compañía encargada de la Basura tiene fechas ESPECÍFICAS en las que recogerá UNO u OTRO tipo de desecho y para eso debes consultar en su página de internet el calendario de recolección.
Te preguntas qué pasa si sacas antes la basura? Te multan, que pasa si no haces la división correcta (pones cosas que no corresponden en los botes azul, naranja y verde)? Te multan Ya van entendiendo la dinámica, verdad?
El problema, mi problema (ya voy terminando mi cafecito y mi corazón casi late a un ritmo normal), es que aunque escribo en un calendario que tengo en la cocina qué bote debo sacar, casi siempre lo olvido, porque sólo veo letras y olvido lo que debo hacer... o tardo en entender de cual mugriento bote estamos hablando, hasta que de pronto escucho a los de la basura a unas metros de mi casa y allí es cuando pasa, otra vez, lo de salir corriendo a medio vestir, sólo para verlos alejarse de mi.
Y como mi café se acabó, los dejo, porque hay que seguir adelante y pensar qué recanicas voy a hacer con tanta basura.