martes, 25 de diciembre de 2012

Mi Navidad por triplicado...

   Navidad, tiempo de dar y recibir... cariño. Afuera, el frío, el viento y a veces, la nieve... mientras que adentro está calientito (más vale o de plano la calefacción ya no sirve), con las lucecitas del árbol navideño, las esferitas y el nacimiento en su base.
   Es Noche Buena y mañana Navidad... Así va la canción y yo ando con todo el espíritu de celebrar el 24, muy al estilo mexicano, pero aquí? Nada, casi es un día como cualquier otro... Hay que trabajar y en el mejor de los casos, salir temprano.
   Si, gente en las calles haciendo las compras de último momento, pero para el día siguiente. Esta noche, no se celebra al más puro estilo latino, a lo grande, en el mejor de los casos, se irá a misa (dependiendo cuan religiosos sean, pero esto no es muy común).

Ponche Navideño
   Las añoranzas por las posadas y la cena de Nochebuena se vuelven grandes. Esas idas al pueblo, donde había ponche calientito (no sé si por que se la pasaba hirviendo o de plano porque siempre se pasaban con las cucharadas de ron). A veces beberlo era todo un reto. Por lo caliente, por lo cargado de alcohol y por el montón de fruta que le echan al bendito: La guayaba, la canela, los tejocotes, la caña, LOTERÍA! uyy perdón, sonó al juego.
   A veces llega el momento en que no sabes si estas bebiendo o comiendo tu ponche: pedacitos de fruta por aquí, pedacitos de fruta por allá, todo con tu  mezclador que es el pedazo de caña. ÑAM, ÑAM, ÑAM pedacitos de bagazo de caña que presentan siempre el mismo problema: ¿Dónde re-canicas los pones???
   Ya en la noche es hora de las letanías: Siempre tengo que hacerla hacerla como mis estudiantes (agarrar el acordeón que según ellos yo no veía), porque de plano sólo recuerdo 
- Eeeeeeen nombre del cieeeeeeeelo, oooooos pido posaaaaaaada... -Y de allí??? NADA! hasta lo de "Entre santos peregrinos, peregrinos...". Tremenda laguna mental ¿Será por culpa del ponche??? naahhh! SALUD!

Piñatas                por Alba Salgado
   Luego vienen las piñatas. Bonitas, grande, de 7 picos. Dicen que es importante que tengan los 7 picos porque esos representan los pecados capitales, pero bueno, a veces los que las hacen son re-malos para eso de las matemáticas (o son re-buenos para ahorrar material) y terminan de 4 o 5 picos. Me gustan las piñatas hechas con olla de barro, no esas nuevas de figuras. Esas sólo son un vacile, papel, papel y más papel, ni un espacio para un mugriento dulcecito y más resistentes que si hubieran sido hechas para fiesta de narcos: a prueba de balas.
   Con las nuevas piñatas pasan 4 vueltas de niños y 3 de adultos vendados de los ojos, durante ese tiempo hay uno o dos descalabrados porque se pusieron muy cerca de quien vendado, le pegaba a la piñata. ¿Luego? 4 vueltas más de niños sádicos y 2 de adultos gandallas, pero ni así cae la mugrienta piñata! 
   Al fin alguien se apiada de la piñata (y de los invitados) colgándosele cual garrapata en perro flaco... Jálale compadre! (más de uno grita). La piñata cae ¡Por fin!, ¿no que no tronabas pistolita vieja??? mientras los gritos de ¡POR FIN! se escuchan (eso mismo decía yo, pero bueno ¿Quién me escucha?). Mientras uno que otro niño se acuerda que para eso era la apaleada de la piñata... DULCES! Y comienza la lanzada de panza al suelo por parte de los niños mientras los adultos miran con envidia  y desean hacerlo (más de uno lo hará), pero luego van a tener que responder ante las apachurrada y destripada del niño que quedó abajo...
   Nada, la piñata es desgarrada en busca de los dulces... los dulces... ¿cuáles dulces? ¡No hay NADA!  ¡Ni siquiera una guayabita verde, ni un mugriento tejocote mallugado! ¡Fraude! ¡Fraude! ¡Reconteo de votos! ¡voto por voto! ¡Casilla por casilla! (uyyy, me emocioné). Digo, ya ni harina, como a veces hacían para jugarle una broma a los chamacos. NADA. ¿Tanto palazo para eso? Chale!
   Entre el ron y los golpes a la piñata, la carrera por los dulces... que no hubo, ya ni se siente el frío. La música a todo lo que da, mientras unos y otros se echan su taconazo al más puro estilo de Piporro o Cantinflas. Nunca falta el tío que hasta le exagera (compadre! ¡si no hace falta, ya le bailas así!) Los chamacos piden música punchis-punchis pero igual le sacuden a la cumbia... Hasta la media noche... 
Catedral de noche      por Alba Salgado
   A las doce en punto vienen las campanadas, aunque no falta el que pide la televisión, porque alega, es más exacto que el párroco del pueblo, quien le tarda un par de segundos para subir corriendo a la torre y colgarse de la cuerda para hacer sonar las campanas de la iglesia. ¡Nada! en esta modernidad tan moderna, hay que usar el blackberry o el Iphone para determinar la hora EXACTA para darse el abrazo. Además, ¿de qué otra forma presumen el mugriento aparatito que les salió más caro que romper toda la vajilla de casa de la abuela???
   Comienzan las campanas en la tele y segundos después el párroco ya logró hacer sonar las suyas (pobre, está tan falco que parece banderilla cuando se cuelga de la cuerda)... Ha llegado la hora del apapacho grupal. Abrazos, muuuuchos abrazos, mucho cariño.
    A veces debes hacer una lista mental para no repetir becho, abacho y apapacho... Tu?ya, Tu? ya! tu... pero con eso del ponche... te le quedas viendo a alguien:
-¿Ya te di abrazo?- Lo miras con desconfianza, no sabes si ya lo abrazaste por las campanadas o cuando te colgaste de la piñata y el móndrigo quería quedarse con tus dulces (que por cierto ¡no había!). Lo malo es que el otro ingrato anda tan flameado en alcohol como tu, por lo que te mira con le mismo recelo.
- Pus no me acuerdo!- Admite el muy borracho! ¡Descarado!
- Pus si ya fue, le repetimos!- Y de allí apapacho.
   Dependiendo cuán borracho se esté (Y la cantidad de invitados, claro está), los abrazos duran entre 5 y 15 minutos, aunque a veces mucho más. Siendo la mejor excusa para otro brindis con el ponche pegador.
   Luego la cena... haaaaaarta cena, como si fuera la última cena de la vida. No, no cuentan las papitas, el ponche, los cacahuates, nachos, guacamole,  más ponche, porque estaba enchiloso; quesito, garnachas, gorditas y su ponche pa' bajarlos. ¡Eso namás eran tente en pié!
   Desde tempranito en la mañana hay comida, mucha comida. Y mientras andas con la preparada de la cena de Navidad, más comida todavía. Por favor, es media noche, ya comiste como pelón de hospicio todo el santo día y cuando menos los esperas? Te atacan con un platote de POZOLE! ¡Atáscate en el lodo! que no todos los días llueve!!!
-Ándele m'hijita porque también hay birria y está bien rica!
- ¡Mi madre!- Pides a todos los santos que te ayuden.
- No m'hijita! Tu madre está trayendo los tamales y la ensalada de manzana, así que déjales espacio.
   Te echas un Padre Nuestro y un Ave María para que cuando mueras de indigestión, Diosito se apiade de tu alma y no te acuse de pecado capital (por esas de la gula). Luego? Ponche, MÁS PONCHE! SALUD! ¿Y para terminar la tortura? POSTRE!!! Y vienen los buñuelos, así como los plátanos fritos! ¡Ayyy Dios!

Noche Buena         por Alba Salgado
     Y si, los recuerdos de todas las tradiciones vienen a ti cuando estas lejos de tu propio país (al menos físicamente). Por lo que, como decía, me parecía extraño no ver movimiento por la Nochebuena (más allá de las tiendas sonde se veía la locura del consumismo).
- En mi familia no se celebra más que la Navidad.
-Ahhh, entonces se celebra el 25?
- Bueno, en Holanda se celebra el 25 y el 26
-Achis piachis! cómo va eso? barajéamela más despacito porque nada más no entiendo. ¿Dos días?
   Eso es ser avorazados, digo, va al nivel de los besos de saludo
-Si, el 25 es Kerstdag y el 26 como segundo día de Navidad. Así, puedes celebrar el primer día de navidad en tu familia, por ejemplo y el segundo día con alguien más.- ¡Ayyy mira pero que canijos me salieron!

   En casa de mis abuelos, la pachanga era el 24, mientras que el 25 muy temprano (demasiado, según el punto de vista de quienes bebieron demasiado ponche la noche anterior), es cuando los niños abren los regalos... y se decepcionan (los niños que se portaron bien todo el año) de lo tacaño que resultó en Santa Claus.
- Es la crisis m'hijo, la crisis- Y esa es la respuesta en México de los padres desde hace unos 30 años (y parece que va a seguir por varios añitos más.
- ¿Dónde vive la móndriga crisis para ir a partírsela???- Contesta el niño molesto. Mientras los papás se miran entre ellos.
   ¿Luego? El zangoloteo y el azotón de lo juguetes como patines, patinetas y bicicletas (Ok, esto es cuando el papá es la antigüita y no se dejó convencer por el hijo de que un  Wii o un PSP o un como quiera que le quieran llamar es mejor). También la mirada de "¡¡¡No te acordaste de las pilas!!!" que pone la mamá al papá, mientras el niño mira a ambos con ojos "Y Santa no pensó en agregar un mugriento juego de baterías?"
   Mientras los crudos decimos: "¿Que no pueden hacer todo sin tanto grito? Ya no vuelvo a tomar ponche" (y crees en esa mentira hasta la próxima Navidad). El 25 es un día para estar en familia y en alguna ocasiones hay quien va a misa.

   En Holanda, la Navidad no va relacionada al gordito vestido de rojo, que ni siquiera llaman Santa Claus, sino Kerstman (que se traduciría como el hombre navidad). A veces (ya más acostumbrado que antes), hay intercambio regalos (más bien detallitos), porque la "Amanecida" (como dicen en México) o la llegada de los regalos para los niños, porque esa fue el día 6 de diciembre, cuando Sinterklas(San Nicolás) en su caballo blanco, ayudado por Pedro el Negro (Swarte Pete) va dejando los regalos en los zapatos de los niños. Santa Claus ha sido promovido por las tiendas, así se tienen más ventas y éstos tienen más ganancias, pero no es como que vas a tomarte la foto cuando le entregas la lista de regalos, porque el señor no trae NADA (vaya que salió tacaño el  gordito, no?).
   A veces, podríamos decir que pasa lo mismo que Navidad y Día de Reyes en México. Muchos padres se ven ahora maldecidos por tener regalos para ambas fechas o tener que decidir por celebrar solamente una.

   Pero como dije, no se usa tanto el 24 sino el día de San Esteban (26), para seguir la celebración de la Navidad. Por suerte (o desgracia) la cena de Navidad es más calmada (si se compara a la versión Mexicana), no hay descalabrados, ni idas urgentes a la cruz roja por golpe cuando partían la piñata...
   - Pues hazle como quieras, pero yo celebro el 24 con mi familia, dígase... TU.- "Al país que fueres haz lo que vieres" Versa el dicho, pero ésta era una costumbre que realmente me dolía dejar. No quería algo grande, lo único que quería era sentir ese calorcito de nochebuena que cada año tenía.
-Está bien, celebraremos en familia. Tu y yo- El muy canijo sonrío ante mi comentario, derritiéndome el corazón. Y cuando creo que no se puede ser más feliz, porque todo es dicha...
Boerenkool
-Por cierto, es tradición de mi familia cenar para Navidad, Boerenkool (Papas, col rizada hervidas y machadasa juntas y encima va una salchicha ahumada) Ayyyyyyy mamá! Yo quiero Pozole, tamales y PONCHE!!!!
-Arrrgggggg!!! Boerenkool????- Todo el amor y toda la dicha, en ese momento se fue al boerenkool! Oh dolor, oh tristeza! ¿¿¿Dónde quedó mi pozolito???
- Si y por cierto, viene mi mamá
- Tu madre!- Mi cena tradicional saltó por la ventana y se alejó a toda velocidad espantada por el boerenkool.
   Y he allí que pasamos 24, 25 (en casa de una amiga Mexicana) y 26 (en casa de mi cuñado) de fiesta, pero en ninguna hubo piñata con colación, cañas, mandarinas o dulces, ya ni de perdida una piñatita, aunque sea sin ollita de barro, digo ya no me pongo mis moños (ponerse exigente). Y eso si, NADA DE PONCHE.
   Sin importar cuándo o cómo lo celebre, les deseo a todos una muy Feliz Navidad. Y por las dudas...¡SALUD!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Esquina bajan...bajan.... BAJAN!!!

   Cuando iba a comenzar mis clases de holandés, me tocó la discusión (con mi marido) de cómo debía desplazarme desde mi casita. Normalmente, el Gemeente (ayuntamiento) asignaba la escuela "más cercana" a tu casa y  ésto significa casi siempre que la persona deberá desplazarse de 15 a 30 minutos en bicicleta (usualmente son unos 10 minutos).
   Las distancias, como comenté en el tema de las bicicletas, se miden en el tiempo que pasas desplazándote al sitio: En tren (15 a 30 minutos, con todo y transborde es igualmente razonable) o carro (igual, no más de 30 minutos), mientras que para las escuelas, se planea que te desplazarás en bicicleta con un tiempo promedio de 10 a 15 minutos, como distancia razonable (digo, como buen estudiante el dinero es lo que más escasea), y ésto es lo que se puede esperar cuando te dicen: "La escuela más cercana a usted". Cualquier cosa más de eso es.. lejano (ok, recuerden que Holanda es un país chiquitito). Pues bueno, lo más "Cercano" a mí fue a ...más de 50 minutos en bicicleta (aclaro: 50 min. de ida y 50 de regreso).
   Y aunque mi cuñado estaba más que feliz por poder promover el uso de la bicicleta, ya que todos los días él va y viene a su trabajo en bicicleta que está a 40 kilómetros de distancia desde su casa, la idea de entrenar para el Iron Man (triatlón que debe realizarse en un mínimo de tiempo y que mi cuñado ya hizo, así como un par de triatlones), no me emocionó en absoluto.

   Además, debo comentar que comencé clases en Enero (2010), por lo que las temperaturas en el exterior rondaban los -10 grados centígrados y las calles estaban cubiertas de nieve. Eso, mi nunca bien ponderados, para una sinaloense, cuyo promedio de temperatura en verano es (a la sombra) de 40°, es el equivalente para los holandeses a estar en medio del polo norte en una fría noche de invierno, dándole a la pedaleada...

   Así, la posibilidad de ir en bicicleta la tenía YO, fuera del mapa. Pero como buen holandés, mi marido no veía problema alguno (hablando con otras mexicanas encontramos esta situación de que el mariado no te cree bastante repetible, pero trataré el tema en otra ocasión), mi marido me dijo muy serio que yo podía ver en la calle frente a la casa, a la gente pasar montadas en sus bicicletas y motonetas (scooters), entonces ¿Por qué no podía ir YO en bicicleta?
   La respuesta me parecía bastante sencilla: Llevaba muy poco tiempo de regreso al uso de la bicicleta (y aún era -¿o soy?- un peligro al volante), sin mencionar la terrible falta de condición física que poseía (y aún  NO poseo), por lo que 50 minutos pedalenado de ida y 50 de regreso no eran mi idea de diversión, además de que la nieve le ponía un nivel de dificultad mucho más grande a pedalearle cuando llueve, por ejemplo. Los resbalones y caídas se pone a la orden del día, sin recordar que, para cuando llegara a mi destino, yo sería un absoluto cubito de hielo.

   Si, uno puede imaginarse que la mejor forma de recuperar el cuerpo escultural (que nunca he tenido) y la condición física (largo tiempo perdida) es mediante mi regreso triunfal a la bicicleta, disfrutando de la suave brisa que llega a tu cara, mientras el cuerpo se energiza con el ejercicio matutino... Ohhh que imagen más poética!!!!... Si uno no piensa que se está a -12 grados, con un frío de los mil diablos, por lo que los pulmones duelen de lo frío del aire, las manos se engarrotan congeladas porque olvidaste los mugrientos guantes térmicos, volviendo TODA una proeza tan sólo el frenar a tiempo y partes de tu cuerpo que NO te imaginabas, se comienzan a congelar (y miren que tengo muuucha imaginación). Digo, pies, manos y hasta piernas no son novedad cuando uno piensa en que se congela, pero sabían que sus ojos se pueden congelar mientras vas en la bicicleta??? 

   Como lo leen, mientras vas pedalenado (aún sin que esté nevando), de pronto se sienten agujas picando los ojos, auch! qué pasa?auch!. Los ojos, para protegerse del frio, comienzan a lagrimear... ohh cielos! Los ojos duelen y apenas puedes ver el camino, para protegerte del dolor, puedes tratar de tapar un ojo con la mano... pero eso empeora tu ya de por si precario balance. Comienzas a zigzaguear cual borracho en cantina. SALUDDDDDDDDDD!!! ahhh no, esto es peor, porque no sólo puedes terminar chocando contra un carro estacionado o un poste de la luz (ya me pasó, por cierto), que con el frío el dolor es 20 veces peor. No, debes buscar otra solución.
   Mientras tratas de continuar, comienzas a hacer guiñado de relevos: Unos segundos vas con el ojo derecho cerrado, para que se pueda calentar, mientras el izquierdo comienza a lagrimear ante el dolor del frío, hasta que ya no aguantas y luego cambias de ojo a abrir... ¡Y pasa aún cuando usas lentes!
   En invierno, se ven muy bonita la gente afuera de la casa en sus bicicletas, pero YO no iba a ser una paleta de hielo más. Así que teníamos que ver las otras opciones... Transporte público.

   Y cuando mi marido dijo transporte público yo comencé a temblar, no de frío, no porque estuviera enferma, sino por la simple idea de tener que "SUFRIR" el uso de autobuses o trenes...

   Para que me entiendan mi aversión y no vayan a pensar que simplemente soy una de esas personas que parecen paridas en carro, es decir, que no se mueven si no tienen el carro a la puerta para que les lleve. Acaso deben entender que mi tierra es quizá (al menos así creo yo, aunque no lo he verificado aún) el único lugar en el mundo (con excepción, acaso de la India), donde subirse a un autobús para ir de una zona habitacional al centro de la ciudad, pueda considerarse un deporte extremo.

   Como lo leen. El transporte público de autobuses , que allá les llamamos camiones, puede llevar los niveles de adrenalina al tope, casi como lanzarse en paracaídas desde varios kilómetros de altura. Sólo en los casos de más necesidad lo haces (como cuando eres estudiante o pobresor, que tu presupuesto no da para más).

   Para que se hagan una idea (y no me llamen exagerada), Spiderman andaría agarrado hasta con los dientes, ante las velocidades que llegan a conseguir. Por que? porque los tiempos para dar el recorrido, según ellos, no es suficiente...

   Siiiiii??? cuántos no se han soplado (tenido que aguantar) 20 o 30 minutos de espera en la central de autobuses, mientras el chofer se toma su coca-cola, para después arrancarse como alma que la lleva el diablo, a velocidades mortales ya que el siguiente autobús ya lo alcanzó???? Cuántos no han encomendado su alma al santo de ese día, porque el señor conductor (por no decir cafre endemoniado) alcanza las velocidades de al menos 80 kilómetros por hora (dentro de la ciudad en zona residencial), mientras éste va haciendo su conquista vía celular? Y si hay una curva en el camino, más vale que te abraces del tubo, cual experimentada teibolera (bailarina exótica), brazos, piernas, dientes TODO!!! porque si no, corres peligro a ser expulsada por la puerta del autobús (en el mejor de los casos) cual archienemigo de Batman: FIUSHHH!!!  A Volar!
   Como servicio de primera (nahhh! simple excusa para cobrar más, porque el trato y servicio es la misma fregadera), los autobuses cuentan con aire acondicionado, vidrios polarizados y cortinitas adornadas de flecos, cual camisa de cantante de ranchero... que por un par de pesos más, va usted a ser transportado en algo que prácticamente se siente como transporte de carnes frías.. a una temperatura promedio de 15 grados. Lo cual no suena a mucho, si no recuerdan que la temperatura promedio es de 40°C, por lo que, en cuanto uno se sube, el cuerpo resiente el cambio tan brusco, sin mencionar que al sentarse irá con el aire pegándole constantemente en la espalda... DIVINA LA SITUACIÓN para un resfriado! Servicio de primera... choferes manejando cual si fueran poseídos por Satán y estuvieran yendo directito al infierno.

   Para aquellos que desean la versión económica, igual pueden gozar del aire, aire, mucho AIIIIIREEEEEE!!! Porque el bendito autobús no tiene ventanas (O sólo le quedan algunos vidrios), así que no sólo va a tener que soportar las fuerzas G (cual juego de la feria) y entender la fuerza centrífuga y centrípeta (dígase centrifugado en ciclo rudo) cada que haya una vuelta a la esquina, sino también tendrá todo el aire que entra por las ventanas (y lluvia, si tiene mala suerte), por lo que siempre que aborde uno de estos autobuses, sólo debe recordar algo muy bien: CIERRE LA BOCA!
   Y no porque deba respetar el silencio ya que los choferes sean budistas zen, sino porque nunca se sabe cuando va a entrar algún insecto que iba volando plácidamente y se estrella contra su cara (o entra en su boca) cual si ésta fuera el parabrisas de un carro. Bien dice el dicho: en boca cerrada no entran moscas... ni grillos, moscos o cucarachas.

   Cualquiera de los los dos tipos de transporte (de "lujo" o económico) Va ir aderezado con la música que más le guste... al chofer. Quien la llevará a un volumen que compite con cualquier discoteca o antro acapulqueño en fin de semana, por lo que usted irá escuchando la música, le guste o no. Y si es el disco favorito del chofer en el mismo horario... va a terminar conociendo TODAS las canciones... 
-¡¡¡Pero recuerda, nadie es perfecto y tu ya verás... tal vez mil cosas mejores tendrás....!!!!"- Ayyy que no me gusta el grupo, pero me se la letra completa de las canciones de los Buquis (grupo bastante conocido en mis buenos años de alcoholescencia). Eso si, va a tener que asegurarse de aclarar su garganta y no para entrarle a la cantada (bueno, si no puedes contra el enemigo únetele!), pero no, la aclarada de garganta va a ser antes de comenzar a gritar solicitando la bajada:
-Esquina bajan...bajan.... BAJAN!!! BAJAN HIJO DE TU BENDITA MADRE!!!!- Mejor no insulte, porque el desgraciado lo va a llevar más lejos y al final va a escuchar al móndrigo decir:
- ¡¡¡¡Anticipe su bajada!!!
-¡Hijo de la mala vida, si presioné el timbre 20 veces y te grite más de 10!!!
- ¡¡¡uyyy, si no te gusta cómprate un carro!!!
   Se portan de lo peor, pero eso si, cada que piden aumento en las cuotas... Lo consiguen como si dieran servicio de primera.

   Allí estaba yo con trastorno de estrés post Traumático (dígase ataque de ansiedad), de tan solo pensar en abordar un autobús urbano...
   Mi marido me miraba extrañado, claro, no entendía mi trauma y después entendí por qué...
   Primero, veo como se sienta frente a la computadora... 
- Qué tiene que ver mi ida a la escuela con el internet?
-Voy a revisar cómo se llega con el transporte público
-Shaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! En serio???? - No me lo creía
- ¡Claro! Vía internet puedes ver las rutas de los autobuses, trenes y tranvías, así como los horarios en los que pasan, junto con el precio de lo que vas a pagar.
-Achis piachis!!!! Tienen ruta específica?? Y tienen horario específico?????
   No me lo tomen a mal, yo sé que en muchos sitios, las rutas de los autobuses públicos son regulares, por ejemplo, en la Ciudad de México desde el metro hasta la pesera (microbús), pasan cada 2 o 5 minutos), pero en mi rancho los autobuses (camiones) éstos son muyyyy religiosos.

¿Por qué digo que son religiosos? ¡Sencillo! Porque pasan sólo cuando Dios quiere o cuando la virgencita de Guadalupe los ilumina. Bien puedes esperar 5 minutos, como pueden ser media hora o más, sea mañana, tarde o noche (si es que en la noche los choferes quieren terminar la ruta).
   Sobre la ruta exacta... sólo los camioneros la conocen (o los usuarios que ya han usado el servicio), si no sabe cómo llegar? hay que preguntarle al chofer de algún camión en la central camionera o el centro (sitios donde todos llegan) y esperar en Dios que el desgraciado sepa lo que está diciendo, que te sepa dar bien las indicaciones así como de que se le de la gana dar las indicaciones correctas (dígase que no te mande en sentido contrario).

- Los autobuses y el tren tienen horarios específicos de pasada y rara vez se retrasan más de 5 minutos en su respectiva estación o parada.- Comentó mi marido
- Ahhh y tienen sitio específico para detenerse??? - En ese momento tenía los ojos tan grandes de la sorpresa cual caricatura japonesa.
-Claro, que en Sinaloa no? - Ayyy cosita de hombre, que ternura me da!
   Pues no, no tienen sitios, por lo que igual te lleva 3 cuadras después y luego dice algo tan ridículo como "es que esta no es parada autorizada" Y en tu mente piensas: ¿Parada autorizada??? Desgraciado, infeliz! Si te vi bajando pasaje a la mitad de la calle cuando el semáforo estaba en rojo y tu estabas en doble fila!!!!".

Ya se imaginarán que yo estaba realmente sorprendida, pero como Santo Tomás: hasta no ver, no creer!
   Allí estaba yo tempranito por la mañana, con mi mochilita y una especie de tarjeta de crédito. Mientras yo la veía con ojos de pulga:
- En serio???- Pregunté cuando me entregó la tarjeta días atrás
-¡¡¡Que sí!!!, ya te dije que pagas con la OV chip card- Y luego me explico que rara vez se le paga al chofer con dinero (se puede hacer, pero créame que les va a salir caro), simplemente cargas el dinero en la tarjeta, cual si fuera telefonía celular de prepago y cuando abordas el autobús, pasas la tarjeta por un lector y ellos descontarán la cantidad a pagar de tu saldo
- WOW! Si hacen eso en mi rancho, los choferes se volverían pobres!!!!.-

 Y es que normalmente los precios del transporte incluye 20 o 30 centavos por lo que cuando pagas con mayor cantidad, siempre escuchas la misma canción "no tengo cambio" y por pasajero, terminan apañando (quedándose a la mala) con 20 o 30 centavos... Y si me dicen: ¡ayyy que tacaña por andar llorando centavitos! déjeme comentarles que ya han hecho cálculos y cada chofer llega a quedarse con cientos de pesos POR DÍA.
-Eso si, en Holanda debes registrar tu salida del autobús de la misma forma, porque si no, vas a tener que pagar la cuota máxima por día (que es algo así como 7 euros).

   El día llegó y yo seguía viendo desconfiada mi tarjetita, hacía mucho frío y la nieve seguía decorando las calles, cuando volteo y le autobús ya estaba allí. Revisé mi reloj: EXACTO
-WOW!
   Abordo el autobús y... 
-Goede morgen!- Dijo sonriendo el chofer del autobús (No, el señor no me insultó, simplemente me dijo: buenos días)
Interior autobuses
   Nada de congelamientos (por eso de los aires acondicionados) a decir verdad estaba deliciosamente calientito (no  mucho, no poco), nada de jaloneos, arrancones, nada de nada, todo calma, mucho espacio y el chofer avanzó hasta que yo estaba sentada en mi sitio ...

Y como dicen en mi tierra:
-Alla pinchi!!!!- Sí estaba sorprendida
   Había en el autobús sólo una joven rubia (wow! que sorpresa en holanda, no???) y otra chica con su bebé en la carreola. A la mitad del autobús, junto a la puerta, hay un espacio abierto (sin asientos), donde las personas pueden subir con las carreolas del bebé o los carritos del supermercado. Sin mencionar que el autobús se inclina para que uno no tenga que subir un escalón muy alto al subir...

   Cosa que para nada se parece a mi rancho, donde para subirte, pareces apache trepando a su caballo y más de una vez necesitas quien te de una ayudada empujando por detrás para que subas un escalón más grande que los de las pirámides de Montealbán, sin mencionar que en ocasiones el vehículo no se detiene completamente para que desciendas, por lo que a veces le vas pensando: salta y rueda! salta y rueda! como quien salta fuera del tren. Y en caso de accidente? el chofer se vuelve corredor de maratón, porque no le vas a ver ni el polvo.

   De pronto una voz femenina se escucha decir:
-Próxima parada....- y luego dijo cuál correspondía, mientras en las pantallas del autobús desplegaban la lista de las siguientes paradas y a qué hora se llegaba.
-¡¡¡Cahua Bonga!!- Ahora si que estaba impresionada.

   Cuando llegamos a la parada del autobús que me correspondía (casi una hora después de que abordé), comienzo a aclarar mi garganta (esto por la costumbre del grito de BAJAN de mi rancho), cuando veo que cada dos asientos, hay botones rojos a la altura de tu mano para solicitar tu parada. PA' SU MECHA!!! Cuánta modernidad!!!

   Mientras un timbrazo, sólo un camapanazo y no los floridos timbres que a veces llega a haber en los camiones de mi rancho (en caso de tener suerte sirve el mentado timbre, si no, a grito pelado se pide la bajada) y un letrero rojo que dice stop se enciende junto al chofer (wooooow! Ahora si que ya me impresioné!)

   Sin prisas y con calma, tomas de nuevo tu tarjeta y la pasas por el lector, entonces éste muestra en su pantallita cuánto dinero te queda mientras escuchas un PING! de que has realizado la transacción  A veces, el chofer te dice adiós mientras levanta la mano...

   Y yo con lágrimas en los ojos me quedé pensando: " No cabe duda, las cosas son diferentes..."

martes, 11 de diciembre de 2012

Las cuatro estaciones y no de Vivaldi...


El hermoso clima holandés... sus nubecitas, el sol, los molinos y la gente sonrriendo....

  Eso es lo que uno ve en las fotos y postales de los Países Bajos... Bueno, alguien debería de demandarlos por publicidad fraudulenta. No me creen? Pues vayan a Google images, pongan Holanda y verá...Molinos, tulipanes, canales, gente sonriente, todos con sol, mucho sol.
   Y como dijo Tintán: Puras cábulas!!! Porque aquí el verano dura apenas uno o dos día, entre los días lluviosos durante los meses de Julio y Agosto... Y nada más. Su bendito clima tropical es cuando llega a 30 grados centígrados y eso ocurre... uno o dos días al año.

   Para comenzar a hablar de mi encontronazo con el "hermoso clima holandés" y para que terminen de entenderme, acaso deban de saber que soy Mexicana (¡iii 'ñooor!), Sí, casi todo el mundo sabe que su clima es considerado completamente tropical, que normalmente dice uno ¡ayyy rico! ¿Si? Eso se refiere mayormente a la zona centro y sur del país, porque para aquellos que viven en el norte del país, saben que de rico tiene.... NADA.
Atardecer en Sinaloa     por Alba Salgado
   Ahhh ¿me quieren acusar de que me quejo de nada? ¿"Mariquita uyuyuy"? ¡Pues no! Ya los quiero ver con una temperatura promedio (Y repito, PROMEDIO) de 40 grados centígrados A LA SOMBRA. Esto significa que al rayo del sol, deben agregarle algo así como otros 10° (50° en total), más otros 10 que es como el cuerpo lo percibe ¿Y dentro del automóvil? Como dirían en mi rancho: Pior!.  El año en que vine a Holanda llegó en mi tierra, uno de los días de verano a 49°, por lo que hasta partes de mi cuerpo que no sabía, estaban sudando (no sean malpensados, me refiero a los ojos).
   ¿Lo mejor de todo? No es el sitio más caliente en la República Mexicana, si no me creén, pregúntele a la gente en Hermosillo, Sonora o a Ciudad Juárez, Chihuahua, entre tantos, tantos otros sitios (ellos si deben estar diciéndome mariquita y acaso a ellos les permito la burla, pero nada más, ¿ok?). Dicho clima, visto desde los ojos de un holandés no es clima tropical, hablamos del infierno.  Con mucho cariño, la gente de mi racho dice que allí sólo hay dos estaciones: Verano... y la del tren, y esta dejó de servir para pasaje hace más de 20 años. Pero a todo se acostumbra uno... menos a no comer. Y al calor... te acostumbras. O como dicen allá: te aclimatas o te achichingas.

   Recuerdo que en Marzo pasado (2012) le llevé a mi madre unos zapatos que conseguí acá en Holanda. Finos y muy bonitos (para que no me salgan que eran chanclas de a 3 pesos del tianguis, nop, éstos eran de lo más nice, digo, eran para MI MADRE, así, con mayúsculas y todo). Los zapatos fueron recibidos como todo lo que le doy a mi madre:
- Ayyy no te hubieras molestado, están de lo más bonitos. Muchas gracias. - Y no importa si es algo que me costó un euro o más de 100, siempre es el mismo diálogo.
   Cuál sería mi sorpresa (y la de ella también), cuando me salió a hacer las vueltas tontas (así llamaba una amiga a tener que ir a hacer los pagos de servicios, como Agua, luz y teléfono) y vio cómo la suela de sus zapatos se estaba DERRITIENDO sobre el pavimento de la ciudad!!! (¿Ahora quien es la mariquita, Ehhh, Ehhhh???).
    Ese, mis nunca bien ponderados, es el clima al que yo estaba acostumbrada... Sol, mucho sol. Y así que llego a Holanda, buscando mis imágenes de postal... y me vengo a dar cuenta de tremendo fraude publicitario! Fraude! regrésenme mis entradas! Voto por voto, casilla por casilla! (Uyyy, disculpen, me emocioné).
   Era el mes de octubre cuando llegúe a Holanda y en mis manos llevaba una chamarra, la única que poseía, cuando arribé en el aeropuerto de Schipol (Amsterdam). Como podrán imaginarse, alguien que vive en un clima como el Sinaloense, posee pocas  (si no es que NINGUNA) ropa de invierno, y, porque soy de lo más extremista, tenía una chamarra bastante ligera que había comprado años atrás, cuando estuve en Alemania... Y nada más.
Foto por Alba Salgado
   En menos de 24 horas pasé de 37° a 15° C, por lo que mi cuerpo presentaba las consecuencias de tal contraste. Así, semana a semana me tocó ver cómo el termómetro perdía 5°C, mientras mi ropa se volvía poco a poco más inservible para este clima. ¿Playeritas sin manga? Adiós! ¿falditas coquetonas? Doei! (Nota para quien no hable holandés: se pronuncia Dui y significa adiós informal, al estilo gringuito del bye)
   Mi marido, como buen holandés, adora ir a caminar... a la playa, a las dunas, al bosque, menos a ciudad y a las tiendas (como buen hombre). Así que cuando me dijo vamos... yo ya estaba arriba del carro antes de que si quiera me dijera a dónde (me doy de rogar para salir, ¿se nota???). Pero como nueva habitante de Holanda, me llevó a Zaanse Schans, muy cerquita de Amsterdam y de mi casa, donde hay casitas tipo antiguo y molinos de viento. Todo muy bonito, divino (o como diría una amiga "¡Cositas!").
   Cuando bajamos del automóvil, me di cuenta que aún cuando habíamos salido estando medio soleado, las nubes ya habían tapado el cielo y el viento comenzaba a aumentar.
- Ayyy, como que hace mucho viento, no?- Comenté por iniciar la plática, porque la verdad el viento no sólo me había hecho arrepentirme de llevar el pelo suelto, sino que amenazaba con quitarme la pashmina.
Zaanse Schaans                       por Alba Salgado
- No realmente- Al principio creí que se burlaba de mi o que nada más quería llevarme la contraria.
- Bueno- Y otra ráfaga de viento volvió a aventar los cabellos que recién había quitado, de regreso hacia la cara.
   Bella la nueva holandesa (dígase yo), caminando por las casitas rumbo a los molinos de viento, mientras sentía que el aire me empujaba por detrás, permitiéndome estar parada casi en diagonal por la fuerza el viento.
   Una gota, dos... Oh Cielos! Comenzaba la lluvia con gotas enormes de agua increíblemente fría. El pensar en abrir el paraguas era prácticamente imposible, porque el aire azotaba por un lado, luego el otro y giraba otra vez. Abrirlo seguro significaría terminar con el paraguas volteado, inservible y con el problema de volver a ponerlo correctamente. No, la situación pedía emprender la huida rumbo a la primera casa, molino, tienda o museo que se encontrara... Y así fue el resto de la salida: viento, lluvia, frío y por momentos... sol.
   Llevo poco más de dos años por estos lares y es fecha aún de que no le sé leer al clima de aquí. Se ve soleado, pero en cuestión de minutos se nubla y termina en la peor tormenta que te puedas imaginar. Por lo que debes salir casi casi con maleta en mano: lentes obscuros en caso de sol, suéter y bufanda para el frío, rompevientos para los ventarrones, así como paraguas y botas en caso de que se suelte tremendo chaparrón TODO el mismo día!
   En las noticias dicen: próxima semana soleado y templado... el resultado? FRIO y lloviendo. Aunque a veces le atinan (más cuando dicen: FRÍO). Pero bueno, si me hubiera puesto a pensar un minutos antes de venir a este pais, me habría dado cuenta de un detalle: Los molinos.
Detalle de Molino
por Alba Salgado

   Si, si, si, son muyyy bonitos y le dan un toque di-vi-no a las fotos que haces, pero si te preguntas el por qué, comprenderás. Para aquellos que sean mexicanos les diré que Holanda deja a Pachuca, sonrojada de vergüenza por lo poquito viento que hace. Si, la ciudad conocida como "La bella airosa" ofrece poca o nada de competencia a los vientecitos que se pueden levantar por estas zonas (o como dicen en mi rancho "¿con tan poquito pinole te estás ahogando??").
   Por lo que, desde los siglos 16 y 17, los holandeses los han aprovechado (Y sufrido), con las aspas del molino. Tremendos vendavales hacían mover el mecanismo del molino y así  ser usado para moler granos (cereales, especias, etc), pero también para mover cierras para cortar madera o para sacar el agua de los lagos, arroyos y canales para crear los polders: lagos que son secados y luego convertidos en granjas, sembradíos y hasta en aeropuertos (Schipol fue hace siglo un lago).

   Y no sólo se usó en esos siglos, actualmente se pueden encontrar los molinos o turbinas de viento como parte normal del panorama. Con éstos, se produce una muy buena cantidad de energía eléctrica que se consume en el país. Aunque haya quien, como mi marido, no les gusta el aspecto que dan a las costas o el entorno, pero bueno, ya están allí y ni llorar es bueno, o si???
   Acaso por la experiencia de los años en que viví en mi tierra (también viví en la Ciudad de México, para quien crea que jamás salí de mi rancho bicicletero), me acostumbré a pensar que, una vez pasada la mañana, SIEMPRE la temperatura subirá a medio día... si??? Pues piénselo de nuevo!
    Era el mes de enero cuando salí temprano en la mañana a mi curso de holandés, la temperatura había sido de unos 5 grados centígrados, pero bueno, el pronóstico era que subiría un par de grados... Sin embargo, durante la pausa de las 10 de la mañana, mientras estábamos en el exterior cual pollitos tratando de tomar el poco sol que lograba colarse por entre las nubes... la temperatura cayó más rápido que piedra en pozooooooooooooooooo.
   De pronto, eso que estaba viendo no podía ser, digo, según mi mente la temperatura subiría a unos 10 grados, pero mis ojos me mostraban algo imposible para eso: lindos y hermosos copos de nieve, blancos como la conciencia de un niño chiquito (no la mía porque esa está de los más cochambrosa!) que caían lentamente, como si fuera una de esas esferitas llenas de agua que agitas y ves como un material blanco va cayendo.
Zaandam en invierno                  Foto: Alba Salgado
   En dos horas, la nieve había cubierto todo con un manto bastante grueso, lo suficiente como para que, al caminar se dejaran grandes huellas en el camino. Las zonas donde había más tránsito de personas la nieve fue siendo compactada bajo los pies de los caminantes, dejando una superficie bien compacta e increíblemente resbalosa, por lo que mis zapatos se volvían increíblemente inservibles, haciéndome caminar cual pingüino en Iceberg, mientras me aferraba del brazo de una compañera de clases...
   Por lo que, si algo he aprendido en estos dos años es que hay que ir con el guardarropa COMPLETO a la hora de salir de casa: Ropa ligera por si hace calor, suéter  impermeable, paraguas, botas de lluvia, gorro, bufanda , guantes y abrigo de lana. Porque ABSOLUTAMENTE todo puede pasar en un loco día en Holanda...