martes, 27 de noviembre de 2012

Especulando...

Pues no, no estoy hablando de pensar profundamente (o meditar sobre algo), no hablo de estar comerciando, simplemente estamos hablando de los speculaas o galleta navideña.
   Y es que aún cuando en muchos otros sitios se celebra la navidad, en Holanda la celebración más importante para los niños, no es el 24 de diciembre, sino el 6 de diciembre: El día de San Nicolás.
    Parte de la tradición en laaaaargas noches, ya que los atardeceres llegan a comenzar alrededor de las 4:30 o 5 de lo que todo buen mexicano llama Tarde, mientras que va amaneciendo hasta más entrada la mañana, por eso de que a veces está muyyy nublado y de días muy fríos, con temperaturas que llegan a los -20 ° centígrados. El comer alimentos ricos y dulces se vuelve una buena compañía cuando afuera está nevando...


   Pues si, las Speculaas son una galleta típica del invierno tanto en Holanda, como Bélgica y algunos sitios en Alemania. Su nombre, según dice más de uno, se debe a la palabra en latín speculum (espejo), ya que el molde con que se hace lleva un relieve que "Imprime" en la masa una imagen invertida (precisamente como los espejos).
 



Molde que se usa para hacer las speculaas
   Otros dicen que el origen del nombre se relaciona más con una de las figuras que más se acostumbra en dicha galleta: San Nicolás (Sinterklaas). Quien OBSERVA el comportamiento de los niños (por eso de los regalos) y la palabra en latín para el observador es... speculator. ¿Acaso la galleta sea un dulce recuerdo que que para obtener regalos, hay que portarse bien?

   Como sea, a la fecha los moldes con las figuras de Sinterklaas y Zwarte Piet (pedor el negro) aún pueden encontrarse entre las ventas de antigüedades y las de segunda mano, así como detalle turístico en sitios como Zaanse Schans (sitio con molinos y fábricas de queso que bien vale la pena visitar).
   Las o los Speculaas son elaboradas con la misma receta que los pepernoten... y aquí, a quien no conozca los pepernoten me dirá: ah no pos si! Ya decía yo! Mujer! si no tenemos idea de uno, menos del otro.
   Así que me detendré un poquito en los pepernoten y en la tradición que hay en ellas, porque estas son las fechas en que se pueden encontrar en Holanda y que se relacionarán con Sinterklaas (cuya historia más detallada pueden encontrar siguiendo el link de la página).
  ¿Que quién es ese Sinterklaas? ¿O también llamado San Nicolás? Pues fue un obispo turco que promovía la evangelización en tierras lejanas, compadeciéndose de los pobres, dejaba regalos a los niños, para que éstos asociaran los regalos con la venida de Jesús Cristo.
   Una de las tantas historias sobre sus regalos, relata de una familia tan pobre que los niños debían ser mandados lejos, si no es que prácticamente vendidos, ya que había sido un crudo invierno y la familia no tenía ni qué comer. San Nicolás vio esto por la ventana de la casa y decidió ayudarles sin ser visto, así, trepó al techo de la casa de la pobre familia (o familia pobre) y por la chimenea arrojó unas monedas de oro. Las cuales fueron a caer directamente a los zapatos de los niños que estaban cerca del fuego para secarlos de la humedad de la nieve...
   En esta historia aparecen varias de las tradiciones típicas de las fechas acá en Holanda:
*Los niños deben dejar sus zapatos cerca de la chimenea o ventana para que así San Nicolás deje un regalo en la noche anterior a su regreso a España (fecha que coincide con la muerte del Santo), dentro del zapato va una carta en la que se enumera lo que se desea, acompañado (según se recomienda para mayor efectividad) de una zanahoria para el corcel de Sinterklaas..
*Los regalos suelen ser para los niños, aunque los adultos también puedan recibirlos, acompañados SIEMPRE, con un recado en rima, escrito por el Santo. Si, Sinterklaas no sólo deja un regalo, sino se da el tiempo de escribir en rima, respecto a cómo se ha portado la persona durante el año.
Pepernooot/Kruidnoot
* En vez de arrojar monedas (como la historia de la familia pobre), se arrojan o esconden las pepernoot para que los niños las encuentren. Aventar las galletas tiene una asociación con la fertilidad, ya que asemeja las manos del agricultor que avienta sus semillas para que crezcan.
   De esta tradición, se fue acostumbrando también, poner pequeñas bandejas de galletas a las entradas de las casas y negocios, como una forma de ofrecer esa fertilidad.
   El nombre de pepernoot (cuyo plural es pepernoten), tendría la traducción literal de nuez de pimienta. Y antes de que me pongan cara de "What?" (o como dicen en mi rancho: JUAT?), hay que comprender que antiguamente en Holanda, casi todas o todas las especias eran llamadas pimienta, (no por nada un chile es llamado pimienta de cayena en muchos países),  además de que antiguamente la receta llevaba un poco de pimienta blanca, por lo que quedaría más bien como nuez especiada, debido a su tamaño pequeño y redondeado, así como las especias con las que se prepara (entre sus  sus ingredientes se encuentran la canela, nuez moscada, jengibre y como ya comenté, pimienta blanca).

Peperrnoot
   De las pepernoten se pueden distinguir dos variedades de galletitas una como la de la foto de arriba, que son las más comunes y son las que se asocian con la escondida o aventada de galletas para que los niños las encuentren y que también otras personas llaman kruidnoten. Pero también podemos encontrar una galletita más pálida, de forma irregular y de la cual se distingue más el sabor del anís también llamada pan de jengibre. Ésta es (o era) considerada más fina qu las otras galletitas redondas, por lo que se usaba únicamente en vasijas ubicadas en las mesas de las casas y oficinas, para dar la bienvenida a los visitantes.


   Como quiera que sea, la noche en que Sinterklaas deja sus regalos y regresa a España, con su(s) asistente(s) Swarte Piet, junto con su blanco corcel en un barco de vapor ya está por llegar, por lo que dejaremos el zapato con la zanahoria (y unas pepernote en un plato junto a éste), para ver qué nos deja...

Buñuelos u oliebolen?


Cada temporada del año tiene sus tradiciones y una de las que más recuerdo durante el invierno, es la preparación de los buñuelos.
 En casa de mis abuelos paternos, por ser de Michoacán, en esos días, la elaboración de los famosos Buñuelos y el atole blanco era no solo un tradición, sino realmente una obligación. Toda la familia era partícipe de la elaboración. Como toda una clase de historia, aquí se comprendía la división social del trabajo. Cada integrante de la familia tenía un puesto y en cada puesto, había jerarquías que debían ser respetadas.
   Mi abuela era la que hacía la masa y la dejaba reposar.  Siempre era ella, porque era ella quien poseía el conocimiento de la receta, así como de los secretos para que la masa quedara suave y poder estirarlos hasta quedar prácticamente transparentes. Años después, cuando ella ya no estaba, comprendí que también mi padre y madre aprendieron viendo, pero jamás se le quitó el puesto de mando en el rancho.
   Todos veíamos el proceso desde el otro lado de la mesa. La harina, la manteca vegetal, el agua, sus manos iban integrando los ingredientes poco a poco, bajo las miradas curiosas de la nietada (y vaya que éramos bastantes). Luego? hacer bolitas con la masa, que después se engrasaban y luego eran cubiertas con un trapo húmedo para dejar reposar...
   Después de un rato, era la hora de hacerlos. Cada uno iba acomodándose en el puesto que le correspondía. Con los años, podías cambiar de puesto (subir jerárquicamente), bajo la aprobación de la abuela. Pero hasta tener la aprobación, debías practicar en tu puesto, cual si fueras un ayudante en un oficio.
  Mis tías (de edad media) eran las que con el palo para amasar debían extender la masa y luego extendían un poco la tortilla con las manos
Buñuelos y atolito
- Uyyy ¿llamas a eso un círculo???- Risas de todos al ver el esfuerzo de una u otra por que la masa se extienda uniformemente. Parece sencillo, pero la verdad, tiene su maña (truco) hacerlo correctamente.
   Era importante demostrar que se dominaba el oficio de "Toda buena mujer": la cocina. dato curioso? quien mejor extendía la masa era mi tío Temo, que a veces se colaba a ayudar en la elaboración.
   De allí pasaba a las de mayor rango (y normalmente, de edad), mi abuela, mi madre y mi tía Tere eran quienes con un trapo en la rodilla, extendían la tortilla hasta dejarla prácticamente transparente.
   Ese es el tradicional buñuelo michoacano (que igual se hace en casi todo el sur de México) bastante grande y delgado; muy diferente al buñuelo Norteño, que es más gordito, casi como si fuera una tortilla de harina  de trigo (de hecho, para quien no le importe las diferencias, puede intentar freír sus tortillitas de harina y luego agregar la miel). Pero que mi abuelo aborrecía (como buen michoacano), ya que, según él, eso era de "viejas flojas" (¡claro!, ¡como no era el quien tenía que trabajar!).
   Elaborar los buñuelos siempre eran momentos felices, momentos de plática, de bromas entre ellos, muchas veces de doble sentido, que iban endulzando el tiempo de la cocinada.
- ¡Mmmmta no sabes ponerte las medias!¡Las has de tener todas hechas unas garras!- Eran los gritos y risas cuando se llegaba a romper la finísima masa.
   Mi padre era el encargado de hacer que la faena fuera más difícil, ya que era quien preparaba las bebidas. Cada año hacía algo muy parecido a las medias de seda, pero caliente, muy caliente e increíblemente dulce. Esta fue una de las pocas bebidas alcohólicas que yo vi beber a mi abuela, por lo que luego, luego se flameaba con el alcohol y se le veía con mejillas sonrojadas y una sonrisa grande.
   Todos bebían, reían y seguían con la faena, mientras se esforzaban por estirar la bendita masa, hasta dejar círculos perfectos de unos 50 centímetros de diámetro y a veces más grandes.
   De allí, era hora para los jóvenes de "Torear" los buñuelos, es decir, cuidarlos de que no se quemaran mientras se freían, siempre supervisados por algún tío que no quería trabajarle en lo otro, pero que buscaba una excusa para darle "pequeñas" probadas a los buñuelos calientes, recién hechos. Los más pequeños se sentaban junto al cartón donde se guardaban los bueñuelos ya fritos, escurridos y fríos para darle robadas  a éstos y comer hasta el cansancio...
   Una vez terminado todo, mi abuela haría la miel de piloncillo y el atole blanco con que se acompañan...
   El atole era al más puro estilo antiguo sin leche y sin azúcar. Para bajarle lo dulce al sabor de la miel en los buñuelos, que casi se caramelizaban con la espesa miel hecha con piloncillo agua y canela...
   Ahora, viendo hacia atrás, me doy cuenta de que no me gustaban tanto los buñuelos, como me gustaba todo el ajetreo que se hacía para la preparación. Era algo que involucraba a TODA la familia. Abuelos, tíos, tías, nietos y más de una ocasión, hasta los amigos y vecinos del rancho. Era el estar en familia, mi familia.
   En mis visitas a Oaxaca, al sur de México, durante estas temporadas, encontré una tradición bastante rara, (desde mi punto de vista claro está), referente a los buñuelos:
  Resulta que antiguamente, junto a la catedral de Oaxaca, se vendían los buñuelos con miel o azúcar rosa, acompañados con su atolito de nuez, rosa, guayaba o blanco. Buñuelo al estilo sureño: grande y casi transparente, muy rico, la verdad y una vez que terminas de comer, tomas tu plato, pides un deseo para el siguiente año... Y azotas el plato contra la pared.
   Si, el plato debe reventar para que el deseo se haga realidad (al menos eso es lo que te dicen cuando los compras). Convirtiéndose en tremendo acto catártico (dígase que te saca cualquier frustración) no sólo el lanzarlo, sino también el ver cuando se rompe. Los platos, para quien se pregunte, no son los de uso común (porcelanizados), sino los que tuvieron fallas y no pasaron por el proceso completo, pero que igual sirven para el propósito.
   Parte del problema era que se usaban las paredes de la catedral para dicho azotadero de platos, por lo que comenzaron haber varios problemas:
   Primero, que la gente se molestó al considerar una falta de respeto a la iglesia. Luego, que las paredes, poco a poco se estaban dañando por los golpes, dejando marcas en la cantera verde típica de la iglesia. Y por último, como el azúcar lleva colorante vegetal rosa, las paredes estaban siendo manchadas de forma casi permanente al penetrarse en la piedra.
   Actualmente, se sigue haciendo la tradición, pero se instala una pared falsa para que la gente pueda realizar el pedido del deseo y la azotada del plato.
Oliebollen
   Holanda no posee los buñuelos como los mexicanos tenemos o conocemos... En su caso, ellos elaboran en la temporada invernal algo que llaman Oliebollen, cuya traducción sería Bolas de Aceite.
   Antes de que más de uno me diga: ¡¡¡AAAAAASSCOOO!!!. Quiero decir que, no son bolas de puro aceite, sino masa FRITA.
   La masa es preparada con harina, levadura, azúcar y pasas que fueron remojadas en licor o ron (para darle un mayor sabor y suavizarlas antes de freír  y en algunas ocasiones se le llega agregar manzana u otros frutos, pero eso deja de ser la receta TRADICIONAL. Dicha masa es  un tanto más aguada que la de los buñuelos (la cual semeja a las tortillas de harina de trigo), ésta es más como una masa para pastel (bastante pegajosa, si me preguntan). Por lo que se va vertiendo a cucharadas en aceite caliente (de allí su nombre), una vez cocinadas y escurridas, se sirven calientes espolvoreadas con azúcar glass.
   En caso de desear hacerlas, se vende masa pre- hecha (de esa de sólo agregue agua o leche y ya). Donde el único detalle es que hay que esperar algo así como  media hora para que la levadura actúe. Y, para quienes no están en Holanda y me están acusando de móndriga que sólo ando antojando... acá les va la receta (en ESPAÑOL), para las que son más hacendocitas y quieren probarlos. Sólo hay que picarle en la palabra receta y les llevará al link de la receta.
   Para quien está en Holanda y es prófuga del metate, es decir, que no cocinas ni en defensa propia (pero también las que de pronto simplemente te niegas a cocinar), afuera de muchos supermercados así como en algunas plazas, se pueden encontrar carros que venden dichas bolitas y que te ahorran la pena de la preparación, a la vez que te ayudan a calentar las manos cuando caminas entre la nieve. ¡Eet Smakkelijk! (provecho)

martes, 20 de noviembre de 2012

No me pida regalo que yo no soy Pedro el Negro!!! (ik ben niet de swarte Piet)

Y bueno, yo creía que tenía una semana más, pero el señor se me adelantó... A que me refiero? A Sinterklaas, quien llega desde tierras muyyyyy lejanas Sinter Klass.
   Emmm, de hecho, se supone que viene de España, donde pasa casi todo el año hasta el mes de diciembre.  (si hasta parece pensionado holandés). Sí, hace muchos años España estaba tan, pero tan lejos de los holandeses (porque había que ir en barco, ya que por tierra era más largo que la cueresma). No era como que te trepas en el avioncito y llegas en hora y media a Madrid. No, SinterKlass viene en barco y como invitado importante, es recibido...

   Eran mis primeros meses en Holanda (imaginen, había llegado en Octubre), y yo apenas sacaba la cabeza fuera del caparazón, cual tortuga de los galápagos (digo, por lo grande y lenta, no por lo vieja y en vías de extinción, ¡aunque a veces lo parezca!). Un nuevo país con un clima frío, muy frío. Las lluvias habían pasado, pero la temperatura caía como piedra en pozo...pozo...pooooozo (Eso, mis muy estimados es el eco del pozo, porque cuando digo caer... me refiero hasta los -10 o -15 grados centígrados o más).

   Dos semanas después a la noche de las linternas (celebración de San Martín), mi marido me dice: Hoy llega Sinterklaas.
-Mucho gusto! Digo, y como que quién es Sin ter...???- Ya no pude decir el resto, sonaba para mi raro. -Sin ter... ESE!.
-Sinter klaas. Es lo que los gringos usaron para Navidad y llamaron Santa Claus. Hoy llega a Holanda.
- En noviembre??? No te parece que llega un poco adelantado para la navidad? Digo, es más de un mes para el 24...
   Y aquí comienza la diferencia en las tradiciones... No sólo con México y latinoamérica, sino incluso con los Estados Unidos (y otros tantos países del mundo).

San Nicolás es el Santo Patrono
de Ámsterdam
   Sinterklaas o Sint Nicolas (San Nicolás de Bari o de Myra), nació en Turquía, quien a pesar de ser de familia adinerada, repartió todo a los pobres y se fue a vivir a Myra (otra ciudad de Turquía). Donde fue consagrado obispo. Según dice la leyenda, se le otorgó el obispado por pura chiripa (suerte), ya que los responsables de designar el nuevo obispo de Myra (tras la muerte del anterior), simplemente no se ponían de acuerdo quién sería el sucesor, por lo que dijeron:
-El primer sacerdote que entre en el templo, ESE va a ser!- ¡Y éste fue San Nicolás!
   Mucha de su vida la pasó en la evangelización, viajando mucho para ésto y llevando regalos a los niños. San Nicolás murió ya viejo en Myra un 6 de diciembre, pero sus restos fueron llevados a la ciudad de Bari tras la ocupación Musulmana de Turquía.
   Y acaso se preguntarán, cómo es que alguien de Turquía se asocia con Holanda y más aún, porqué se dice que se va a España, si Bari está en Italia... Ohhh que los relajos! No se ponen de acuerdo? Pues si, pero no.
   El obispo Nicolás promovía el CATOLICISMO (de allí la ropa que trae), llevando los regalos en diciembre, para asociar los regalos con el nacimiento de Jesús.
   Aunque muere en Myra, sus restos fueron llevados a Italia, que en ese entonces era parte del reinado ESPAÑOL y como los españoles tuvieron de colonia a Holanda...Une los puntitos y verán el porqué de todo este jaleo de que viene de España. Además, en ese entonces España era algo así como que el fin del mundo...
   La importancia en Holanda? Ok este santito es nada más y nada menos que el patrono de los niños y de los marineros... Y aquí sale un ¡¡¡ahhhhhhh!!! (y si no, de todas formas, díganlo para que los efectos sonoros vayan bien), porque Holanda ha debido su importancia y crecimiento al intercambio MARÍTIMO. O para que me entiendan mejor, es hasta hace un par de años que el puerto de Roterdam era el más grande (en volumen de materiales que se movía en él) del mundo. (ya vieron el por qué del ¡ahhhh!!!?).

   Entendiendo AHORA quién es el bendito Sinterklaas, regresemos a mi relato...
-...No te parece que llega un poco adelantado para la navidad? Digo, es más de un mes para el 24...
- Pues si, pero Sinterklaas no es Santa Claus...
-Achis piachis, suena igual, se ve igual, pero no es lo mismo??
-Exacto, es igual, pero diferente.
- ¡Nooooo pos si! Ya entendí! (después me di cuenta que esta a veces es la mejor explicación de las cosas Holandesas).
   De allí vino toda la explicación: En los Países Bajos, Bélgica y algunas partes de Francia (así como las respectivas ex-colonias) se le recibe alrededor de 2 semanas (a veces menos) después del día de San Martín (11 de noviembre).
Esperando la llegada de Sinterklaas
- Y cómo es que me dices que HOY llega? Digo, no es como que Llega-Llega, no?
- Pues si. Cada año hay un festival donde se le da la bienvenida a Holanda.
-Ahhh entonces es un día?
- No
- A ver, a ver, barajéamela más despacio
- Como personaje importante, Sinterklaas llega Holanda a una ciudad principal... digamos Amsterdam acompañado siempre de su caballo blanco y Zwarte Piet, su asistente. Allí, algún representante del gobierno (usualmente el alcalde) le dará la bienvenida y después habrá un festival musical, con canciones y bailables en honor de Sinetrklaas, quien llega SIEMPRE en un barco.
- El alcalde??? El VERDADERO alcalde?
-Pues si, alguien debe darle la bienvenida a Sinterklaas
- PERO ES SINTERKLAAS, no un Presidente- Digo, entiendo que las costumbres sean importantes y promoverlas, también, pero incluir al verdadero ALCALDE de una ciudad o pueblo??? Esto me pareció un poco... demasiado.
- Es un obispo y es recibido como a cualquier embajador o figura importante. La noticia es cubierta por los periódicos cual embajador. Y como tal llega acompañado por varios zwarte Peiten, que son sus asistentes y su corcel blanco.
- Zwarte Pieten? Toooodos tiernen el mismo nombre?
- Pues si, sean hombres o mujeres, se les llama igual. Y van vestidos con ropa de paje (criado), mientras que Sinterklaas siempre va de rojo en ropa de obispo, que incluye la biblia y el gorro de obispo católico.
- Y me dices que no es UN día?
Sinterklaas llegando a un pueblo en los Países Bajos
- Ok, la llegada OFICIAL a Holanda es un día, pero Sinterklaas es recibido en cada pueblo o ciudad en diferente día, usualmente los fines de semana (¡hay mira, que considerado con los padres que tienen que trabajar y no hay forma de llevar a los niños entre semana!) y se quedará hasta la noche del 5 de diciembre, cuando dejará los regalos antes de partir de regreso a la lejana España (como típico pensionado holandés que tiene su casa de verano es España).
-Entonces el tipo anda en gira en Holanda, cual si fuera los Rolling Stones o Lady Gaga????
- Pues, si.
- Ayyy no mmm... me vengas a decir eso!
- Digo, de qué otra forma va a poder verlo llegar cada niño en Holanda??
-Por televisión?
- Siii, claro, hay programa de transmisión en vivo (y sus respectivas repeticiones) con todo el espectáculo, así como cantantes invitados.
- Ahora me vas a decir que tiene sus propias canciones?
- Pues si, hay muuuchas canciones que hablan de Sinterklaas y de Zwarte Piet, así como películas, caricaturas y dibujos.
-Zwarte Piet?

   Y de allí vino la explicación: Mientras que en la tradición de los Estados Unidos, Santa Claus tiene de asistentes una especie de duendes, a la hora de las entregas le toca a él solito todo el jaleo de bajar por la chimenea y poner los regalos; Sinterklaas aparece (desde algo así como el siglo 18) siempre con un asistente que se llama Zwarte Piet (Pedro el Negro), un paje/siervo negro, quien baja por la chimenea colgado de una cuerda para dejar los regalos. A la hora de los eventos y espectáculos puede haber montones de asistentes, por no decir cientos de Zwarte Piets, TODOS se llaman igual (Zwarte Piet), sean hombres o mujeres y TODOS van vestidos con trajes de paje muy colorido, con gorritos y pluma decorativa. Por qué no tener más nombres... Ni idea, acaso sea una de esas tradiciones holandesas que son, porque son, porque así han sido y no le muevas que agitas el agua...

   En serio, no me lo creía esto de un representante de gobierno en todo este jaleo, por lo que rápidamente me puse mi abrigo rojo de lana (estaba haciendo muuuucho frio), mi gorra morada y salimos...

Papá "Disfrutando"
la llegada de Sinterklaas
   Fuimos fue al pueblo vecino, que queda a la orilla del río , así, en uno de los puentes, estaba un pequeño estrado y muchos, pero muchos padres con sus respectivos niños... Lo que me sorprendió (y que mi marido no me comentó) es que muchos niños iban disfrazados de Zwarte Piet (con gorrito, peluca, trajecito y la cara pintada de negro y labios rojos. Hacía bastante frío, pero padres y niños esperaban LA LLEGADA.
   Montones y montones de pequeños Pedritos andaban jugando y riendo de cómo se veía su amiguito. Sólo unos pocos iban disfrazados de Sinterklaas.
-¿Y eso?
- Bueno, Zwarte Piete es quien hace las bromas, los juegos y asiste a alguien más bien viejo, mientras que Sinterklaas tiene una figura más seria.
   De pronto me doy cuenta que más de un niño me está viendo muyyy insistentemente... Mmmm, qué pasa?
Volteo a los lados y veo a los adultos... TODOS vestidos de negro o algún otro color obscuro. Todos, menos YO. A mi se me ocurrió ponerme mi abrigo favorito color rojo en juego con un suéter morado y una gorra morada (tipo boina con visera).

   Y si, no soy güera (rubia), sino más bien prietita (morena color de llanta, diría más de un galán de tortillería), ojito café y cabello negro (si, a mis más de 40 años, sigue negrito natural). Ok, para que se den una idea... Piensen en Zalma Hayek... Ya? Ok, ahora ¡olvídense completamente de ella! porque nada más no nos parecemos en nada. Y aunque más de un niño me señale y diga:
- Mira mamá, Pedro El negro!- pues no, yo no soy asistente del señor Klaas. Sólo soy una morenaza que le gusta vestir colores más vivos para el invierno y lo de la gorrita... bueno, ok, eso fue una coincidencia...

   Otro niño chiquitito que estaba en brazos de la mamá, blanco como la leche, ojito azul y tan rubio que sus cabellos eran prácticamente blancos, me mira muy seriamente, analizándome...
-Si yo soy zwarte Piet, tu eres una salamanquesa, ok?- Pensaba para mí, mientras lo veía igual de analítica, cual si fuera duelo del viejo oeste. Ninguno de los dos dijo palabra ya que fuimos interrumpidos.
   Los gritos comienzan -Ya llegó!-. ¡Ohhh que la canción! Que no señores, que yo no soy Pedro el negro!
-Allá llega Sinterklaas!- Escucho a mi marido explicarme.
- Ahhhh bueeeeno- ya creía que iba a tener que irme por causar conmoción o de plano conseguirme una bolsita con galletitas para repartir mientras los originales llegaban.
   Varios barquitos se aproximaban poco a poquito, en el primero viene Sinterklaas y con el muchos, pero muchos Zwate Piete. Los niños comienzan a emocionarse, reír y gritar increíblemente emocionados:
-¡¡¡SINTERKLAAS, SINTERKLAAS, SINTERKLAAS!!!

Llegada de Sinterklaas
   Lentamente, el barco llega junto al estrado y la parte ceremonial comienza, mientras tanto los Zwarte Piet siguen bajando de los otro barcos, varios traen bolsitas en las manos y comienzan a repartir galletitas (pepernoten) y dulces 
   Los gritos, las risas, los niños REALMENTE emocionados por ver a Sinterklaas y aunque hace mucho frío, ya casi no se siente por la fiesta que se está armando. Poco a poco, el señor va pasando a saludar a los niños, mientras los Zwarte Piet vienen y van dando galletas a los presentes. Y si, ésto de ir a la llegada de Sinterklass, vaya que emociona.

   Parte de la tradición dicta que los niños deben dejar el zapato la noche del 5 de diciembre con su lista de pedidos. Anteriormente se dejaban junto a la chimenea, pero con esto de las calefacciones, ahora se dejan en la sala o igual un zapato hecho de papel en los centros comerciales.
   Se decía que había que dejarle una zanahoria o un poco de heno, dentro del zapato para que Sinterklaas alimentara al caballo, que va pasando de techo en techo, mientras Zwarte Piet baja por las chimeneas con una cuerda y deja los regalos (como dije: no, en este Sinterklaas no baja como el gringuito Santa Claus, sino el asistente, que ya de inicio, es negro). Así, la mañana del 6 de diciembre, amanecerán los juguetes o dulces dentro de los zapatitos.

Zwarte Pieten
   Junto a los regalos siempre viene una nota escrita por Sinterklaas, quien muy ingeniosamente deja un mensaje al regalado, referente a cómo se ha comportado, el regalo y/o la intención del regalo, todo en verso, aún cuando la métrica del poema no siga regla alguna.

      Holanda maneja sus propias tradiciones y los ayuntamientos (Gemeentes), tratan de apoyar y reforzar estas tradiciones para no caer en los gringuismos gachos del gordito vestido de rojo. Al punto que en los periódicos locales se publican las fechas y horas en que el Santo de los niños se presentará. Y existen varias páginas en internet que tratan SÓLO acerca de su visita. Igualmente, los centros comerciales hacen sus propias presentaciones y promueven que los niños dejen un zapatito (hecho de papel y coloreado por ellos mismos), para Sinterklaas. 


   Este año, la llegada del barco de vapor de Sinterklaas a Amsterdam se calculaba la presencia de miles de niños y más de 200 zwarte Pieten, siendo la llegada del Santo, más grande del mundo

   Así, se portan bien y ponen su zapato, no les extrañe escuchar pasos de caballo sobre el techo de la casa...

jueves, 15 de noviembre de 2012

Crónica de Sint Maarten.

Antes que nada, me gustaría mandar un saludo y un profundo agradecimiento a Claudia de la Vega, quien me sugirió comentar el tema que a continuación presentaré.

   Mi crónica del día de San Martín de Tours (Sint Maarten o Lampionnenoptocht.....).
   Como dije la semana pasada en el blog, esta vez habría de pasar un día tradicional holandés, de la forma tradicional holandesa.... Así, fui a la tienda y me conseguí una especie de protector para las velas, ya que quería poner una en la ventana, tal cual dicta la tradición de St Maarten.
   Este año, contrario a los dos años anteriores que he estado en Holanda, fue un día aunque un tanto frío, soleado y sin lluvia (suena a tarugada, pero créanme cuando les digo que en Holanda pueden estar las 4 estaciones en un mismo día y a veces combinarse la lluvia con un sol despampanante).
   El día había transcurrido normalmente y aún cuando a mi marido no le había gustado mucho la idea, estaba trabajando en la cocina de la casa (estamos haciendo remodelación de toda la casa y yo cual general, estoy al pie del cañón evitando que éste vaya a desertar). La tarde iba normal, hasta la pregunta de mi marido:
- Ya tienes listos los dulces?
- Siiii, (muy orgullosa de mi misma) compré una bolsa de mini chocolates, dos de monedas de chocolate y el porta velas.
- Y crees que eso va a ser suficiente?- Me miró con ojos de duda.

Linternas en el desfile de IJsselstein 
   De pronto en mi cabeza apareció la imagen de cientos de niños corriendo por las calles con sus lámparas, pidiendo los dulces que se me iban a terminar y poniendo ojos de decepción... Ohhhh esos ojitos de ternera a medio apachurrar que te miraban diciendo: ¿Cómo pudiste comprar tan poquitos dulces???? ¿cómo???
- ¿Tu creés que no son suficientes?- Pregunté, pero ya no importaba lo que dijera, la duda se había sembrado en mi mente y esos cientos de ojitos decepcionados. ¡¡¡ohhh, esos ojitos!!!! no me dejaban en paz.
   En ese momento dejé a mi marido cargando una estantera doble de la cocina, sin importar que me dijera que la tienda estaría abierta hasta las 8 de la noche. ¡NADA! Yo no podía decepcionar los cientos de niños...
   En la tienda, la sección de dulces parecía película del oeste... sólo se veía pasar esas bolas de ramas que se ven en el desierto. Los dulces, habían sido arrasados por otras personas que se negaban a ver ojitos decepcionados...
   De las pocas bolsas que quedaban, elegí una de surtido mixto rápidamente, porque una señora estaba punto de desenfundar su arma en un duelo por obtener los chocolatitos y aunque dudé si aún así sería suficiente, regresé a casa tan rápido como pude, digo, ya venían las hordas hambrientas de chamacos cantores...
   La vela fue puesta como dicta la tradición, los dulces acomodados en una charola y yo, de regreso con el  marido y la estantera doble que seguía tratando de colgar.
   Mientras mi marido hacía un nuevo hoyo en la pared para poner los sujetadores FIUSHHH!!! la luz se fue. Creo que el pobre había causado un corto circuito en la casa, por lo que nos había dejado en total y absoluta obscuridad.
- Hay que revisar la caja de contactos- ¡No pos si! ¡A veces brilla el canijo! Y mientras aquel iba a la entrada de la casa, yo me arranqué a buscar una lámpara... que no tenemos.
   Si, ya sé, ya sé, es importante que en caso de emergencias tener una... pero no la tenemos, así que me agarré con una lamparita para las bicicletas (en Holanda por ley debes llevar luces cuando vas en bicicleta, por lo que venden unas mini lamparitas de led por algo así como un euro) y fui a la puerta.
- No veo nada- Ahhh! ¿En serio??? Yo que creía que él era como los murciélagos!
   Y apuntando con la lamparita, tratábamos de re conectar la luz... cuando vocecitas y pasitos se escucharon del otro lado de la puerta. La voz de un niño dijo en holandés:
-Aquí si hay alguien, veo luces en la puerta. - Claro! éramos nosotros peleando con los contactos y la mugrienta lamparita que no ayudaba mucho.
  Cuando abro la puerta dos niños: uno de tres y otro de cinco años con sus lamparitas comienzan a cantar...

"Sint maarten, Sint Maarten,
de koeien hebben staarten,
de meisjes trekken rokjes aan
daar komt Sinte Maarte aan"

que más o menos se traduce como:
San Martin, San Martín
Las vacas tienen colas
Las niñas se ponen faldas,
allá viene San Martín...

   Eso era una pesadilla, mi marido peleando con los contactos, yo con la lamparita en la mano, los niños cantando y los papás cantando OTRA canción de Sint Maarten... ¿Y los chocolates???
   La mano de mi marido emerge de la obscuridad con la bolsa de los chocolates y cuando les ofrezco a los niños, cada uno espera muy calmadito, toma UN chocolate, da las gracias y se va. Cuando le ofrezco a los papás, dicen gracias, pero no y se van...
   En mi mente, quedó fija la luz de sus lámparas y de pronto la idea de usarlas para trabajar en la caja de contactos brincó en mi cabecita loca... Ganas no me faltaron de quitarle las lamparitas para tratar de iluminar el sitio, pero ya me imaginaba a los niños y a sus papás en tremenda tremefulca por recuperar los lampionen al más puro estilo de la lucha libre mexicana: técnicos contra Ruda (yo); también me detuvo el imaginarme que muy probablemente saldría al día siguiente en las noticias como una especie de Grinch que quiere acabar con el tradicional Sint Maarten. Así, resistiendo a la tentación, regresé a la mugrienta lamparita junto a mi marido y la luz (que tardó buen rato en arreglarse) regresó.
   Y es aquí cuando uno puede dejar pasar de lado lo que pasó (y no me refiero al posible jaleo): Los niños de forma CALMADITA van uno a uno tomando UN dulce, no más y los padres? No toman la oportunidad de agarrar un dulce (digo, yo les ofrecí).
   Ya recuerdo los años en que, cuando niña pedíamos Halloween (tiempo atrás cuando los dinosaurios regían los dulces o travesuras)... Era la gritadera total y absoluta, corríamos por las calles, gritábamos el queremos Halloween y cuando había dulces, todos querían ser el primero. Esta situación no ha mejorado con los años ya que cada vez son las mismas correteadas y escándalos hasta altas horas de la noche por parte de los niños, igual a cuando yo era niña
   ¿Acaso es porque los niños que van por la calle en Holanda tienden a ser pequeñitos? O quizá porque el papá o la mamá están a tiro de piedra (demasiado cerca) y hay que comportarse? o simplemente los niños son más educados, más calmados o menos desordenados? ni idea, pero de que uno puede percibir esta diferencia, lo puede.
   Aún cuando yo ya había imaginado cientos de ojitos tristes cuando se terminaran los dulces... temo que mi dotación de dulces no bajó gran cosa de como estaba originalmente. Y he aquí que me tocó recibir cátedra de mercadotecnia...
   Como mencioné, pocos fueron los niños que vinieron a la puerta a cantar, no entendía muy bien qué había pasado con los cientos de niños que esperaba, quizá se habían perdido o quizá en mi calle vivimos puros adultos ya madurones y poco o ningún niño.
   Mientras seguíamos revisando qué había causado el apagón y las consecuencias de la tarugada que habíamos hecho, vuelvo a escuchar vocecitas y luego el timbre... Eran una niña de unos 5 años y un niño de aproximadamente 7. La nena comenzó con la canción, mientras el niño no salía de su papel de guarura de Britney Spears (en serio que sólo le faltaban los lentes obscuros!). Eso si, cuando saqué los chocolates, el canijo bien que agarró su dulce (supongo que era su comisión como representante de la Spears) y con aire confiado me pregunta
- Han venido muchos niños a cantar a su puerta?
- No, la verdad es que sólo algunos
- Lo que pasa es que debe abrir sus ventanas paras que los niños veamos que en estos momentos la casa está habitada, además, debería poner una luz en la puerta, porque está muy obscura su entrada, ésto aleja a los niños que quieran cantar en su puerta.
   Y allí estaba yo siendo aleccionada por un guarura enano. La lección mas clara y sencilla de mercadotecnia infantil no pudo ser... ¿Así que ése había sido el error por el cual los cientos de niños cantores no habían acudido a mi puerta???
   En cuanto se fueron dejé entreabierta la cortina y me senté a ver la televisión, pensando en las formas de promover mi producto... Pero la situación no mejoró mucho.

   Esa situación no fue para nada igual a la de una compañera de trabajo de mi marido, quien vive a sólo unas cuadras de nuestra casa, pero más cerca del centro comercial y de la nueva sección de casas del pueblo. Total y absoluto relajo con ella, al punto que uno de los vecinos optó por dejar la puerta abierta antes tan continua presencia de los niños con sus lampionen. Cada que se quería ir a hacer otra cosa, algún chamaco tocaba el timbre y comenzaba con las cancioncitas, así, renunció a intentar alejarse y se sentó en el exterior con la bandeja de los dulces ¡No se vale! Mis cientos de niños cantando fueron interceptados por ellos! ¡Los muy canallas! ¡Fraude! ¡Policía!

   Cuando le comenté a mi marido sobre lo calmados y bien portados que éstos estaban me dijo que no siempre es así (claro, hay de todo en esta villa del señor, pero no es el ataque de los apaches, como en mi rancho), igual hay los niños que arman más escándalo que otros y los que sólo quieren dulces sin hacer el intento de cantar, pero mi marido en eso si es purista: No canción? No snoepje (dulce). Y aunque mi marido es un amor, llega a poner ojos de pistola que hasta a mi me llegan a preocupar.
   Me alegra poder seguir una tradición tan linda como Sint Maarten y espero que el próximo año mi casa tenga mejor raiting respecto a los cientos de niños cantores, pero si no? Mi marido estará más que feliz en comerse los chocolates que han quedado... a cambio de una cancioncita, claro está :-)

martes, 13 de noviembre de 2012

Momentos extraños...

   Era la tarde/noche de 3 de noviembre. Después de haber pasado una linda tarde en Ámsterdam, regresábamos a casa cuando el sol se había puesto. Mientras mi marido estacionaba el carro en la calle, se podía disfrutar del silencio que siempre hay en una pueblo holandés. De pronto... veo pasar un pingüino en bicicleta.
   Si, leyeron bien, era un pingüino enorme. Cuando le dije a mi marido se me quedó viendo con ojos de: Cuando me descuidé te fumaste un cigarro de marihuana??? Simplemente le dije: 
- Vé, allí va una prostituta y una Hello Kitty

   De pronto una procesión de bicicletas pasó junto al carro. Jóvenes en todo tipo de disfraces venían pedaleando sus bicicletas, mientras reían y platicaban, ignorando nuestras miradas extrañadas...

- Ahhhh! debe ser por el halloween -Me dijo mi marido
-Pero por qué todos van en la misma dirección?- Otro grupo, ahora con monjes en bicicleta y dos payasos batallando por los zapatos con los pedales pasaron junto a nosotros.
- Supongo que porque van al bar del pueblo vecino- Un plátano a punto de caer y un vaquero en tenis reían ante la posibilidad del accidente.
   Si, la escena estaba siendo demasiado rara para mi. Y no me refiero a los disfraces, que he de decir, son bastante diferentes a los que acostumbraba ver por el famoso Jalogüín (halloween) en mi pueblo,  en México. Allá, Las chicas parecen que están en concurso de cuál se ve más real como prostituta, dominatriz sádica ó actriz porno, mientras los chicos van disfrazados de psicópatas.... Es decir, que se ven como cualquier otra persona, sólo con un cuchillo. En algunos casos, van de drácula tercermundista: Con saco, en vez del famoso smoking de Vela Lugosi (el que inmortalizó la imagen del drácula elegante); dientes de plástico que a kilómetros de distancia te das cuenta que son falsos (de esos que compras en las maquinitas de chicles) y un piquito negro en la frente muy al estilo chiquidrácula.
¡Imagina encontrar esto a la mitad de la calle!
   No, los disfraces eran lo que menos me sorprendía (después del impacto inicial, claro está). Lo que no comprendía era porqué tanto chamaco andaba en sus bicicletas cuando estaban completamente disfrazados. Ok, la bicicleta es la forma más común y barata de desplazarte, pero por favor! a ¿Una fiesta? Digo, que pasa ya que la fiesta termine?
- Sencillo, se montan a la bici y ya los veremos yendo en sentido contrario a eso de las 2 de la mañana, cuando cierran el bar.
   Y bueno, si vas en bici al bar para una fiesta, es LÓGICO que los vas a ver de regreso con la bicicleta, a menos que la dejen en el sitio.

   Pese a que eso de celebrar el Halloween de los gringuitos me parece una pobre excusa para disfrazarte y beber hasta embrutecer. Debo aceptar que ver pasar las procesiones de ciclistas disfrazados fue bastante divertido.

   Ya después comprendí que aún cuando manejar una bicicleta en estado de ebriedad es ilegal, los efectos de un choque o accidente son mucho menores que si se te ocurre agarrar las llaves y subirte al carro. Además, siempre que no se pueda manejar la bicicleta, es más fácil de empujarla hasta que la ebriedad se pase y puedas montarte otra vez, cosa que siendo un carro, pues va a estar cañón, no?


   Un amigo me contó que retomó la bicicleta en Holanda, después de muchos años, una noche que se fue de rumba. Lo peor no fue la falta de costumbre o la torpeza por la falta de práctica, después de muchos años (como más de alguno de los que han retomado las bicis en Holanda ha sentido), sino que una chica, con la que estaba quedando bien durante la fiesta, le ha pedido que la lleve, aún cuando el pobre ingrato estaba hasta las chanclas de alcohol (Lazarus, dirían los holandeses). ¿Cómo llegó a casa? Todavía no recuerda (¡Así habrá bebido!), lo que si ha recordado es que al menos 3 veces ambos han ido a acabar al piso todos despatarrados ante la falta de pericia de mi amigo.
   Y si, un moretón aquí, un raspón por allá, mucha risa ante las caídas, pero nada de seriedad. No se pone la vida de otros en peligro por manejar bajo la influencia del alcohol.

- Creo que más de uno va a tener que recordar hacer su disfraz más sencillo para traerlo puesto mientras le pedalea.- Dije mientras un chico enorme disfrazado de panda en peluche y pantunflas de garras iba a toda velocidad tratando de alcanzar a otro chico con peluca anaranjada y faldita rosa de tutú...

jueves, 8 de noviembre de 2012

Sint Maarten (San Martín de Tours)

   Es el otoño, poco a poco los días se van haciendo más cortos, la noche cae cada día más temprano, la lluvia y el frío van siendo los dueños de la noche mientras los niños han estado ocupados... Ha llegado noviembre y con éste un día muy espacial para los niños en Holanda: La celebración de San Martín (Sint Maarten).

  La primera noche de los lampionnen optocht, como llaman a esta celebración, yo no sabía qué esperar, mi marido no había dicho mucho, pero si se había previsto con un par de bolsas de chocolates.
  Yo simplemente me imaginé que mi marido andaba de antojadizo con los chocolates, Porque aunque está flaco, come dulces como niño de hospicio... Así, el que hubiera dulces en la casa no me pareció raro, hasta que en la noche comencé a escuchar vocecitas en la puerta de mi casa...
   No, no eran gremlins, ni goblins, ni duendecillos juguetones, como llegué a pensar. Eran, según parecía, niños. La razón de creer que eran criaturas fantásticas es que fue una noche terrible, ya que no solo estaba increíblemente frío, sino que la lluvia no menguaba. Pero aún así tocaron a la puerta. Mi marido, con risa en los ojos me dijo:
- Ve a abrir la puerta
. Noooo y luego qué les digo o qué hago???- Digo, mi vocabulario se restringía a un hola, adiós y gracias.
- Simplemente los escuchas y luego les das los chocolates. -ahhh, ¡conque para ésto eran los chocolates!
   Cuál fue mi sorpresa cuando me encuentro tres enanitos de entre dos y 5 años. Arropados hasta la coronilla y con linternas hechas por ellos. Los tres se me quedaron viendo como quien no espera ver algo tan exótico como yo, mientras yo los veía en la misma actitud, hasta que el abuelo comenzó a cantarle al oído del más pequeño.
   Pequeñas vocecitas claras como gorrioncillos cantaban pedacitos de una canción. El corazón se me derretía por tan bellas imagen, mientras el frío y la lluvia me calaba hasta los huesos. Terminada la canción, tomé los dulces que mi marido había comprado y ofrecí la charola a los intérpretes. Uno a uno tomó su recompenza y emprendieron la marcha. Tiempo después, otro grupo de niños realizó la misma acción...

Historia de San Martín de Tours
   Según la leyenda, San Martín de Tours era húngaro, nacido por allá en el año 316, que demostró ser un caballero, no sólo porque fue nombrado tal por el emperador, sino porque, según la leyenda, un día muy frío de invierno (de esos que por estas tierras), San Martín vio a un pobre hombre que se moría de frío. Al no tener éste dinero para darle, partió en dos su capa para que el hombre se protegiera de la nieve. Al día siguiente, cuenta la leyenda, se le apareció Cristo con la mitad de la capa en las manos para agradecerle lo que había hecho. Después de esto, dejó el ejército y se consagró a la religión. A su muerte, se volvió en el santo de los mendigos, los niños, los pastores, el ganado, los vitivinicultores y los borrachos (siempre que se conviertan).
   Es a razón de su desinteresada ayuda, que el día 11 de noviembre (fecha en que fue enterrado) San Martín es celebrado de forma muy especial. Como para esas fechas la obscuridad de la noche comienza mucho más temprano que en el verano, los niños chiquitos salen a la calle con pequeñas farolas hechas por ellos mismos (ok, también se pueden comprar), para visitar las casas y conmemorar las buenas acciones de este santo.


   Antiguamente, dichas lámparas o Lampionen eran fabricadas con calabazas, betabeles o coles escarbadas en las cuales se ponía una vela encendida. Si, muy al estilo de las que se hacen para Halloween, pero sin la idea de fantasmas o espanto. Actualmente,éstas se realizan de papel o cartón y una lucecita de led o lámpara para evitar posibles quemadas entre los más pequeños.
   Así, cuando la noche ha caído  grupos de niños forman pequeñas procesiones que van casa por casa, cantando con sus pequeñas vocecitas, antiguas canciones que recuerdan al santo y sus buenas acciones, recibiendo a cambio, por parte del habitante de la casa regalito para cada uno del los niños que se presenten, consistente en un dulce o fruta.

Como parte de la tradición, se acostumbra darle un regalito a los niños que llegan a tu puerta a cantar, porque antíguamente eran los niños pobres quienes la realizaban y no es sino hasta los años 20 o 30 del siglo pasado, que esta celebración es bien vista por las familias ricas y extendido no sólo por los católicos, sino por el público en general. Esta fecha es, para muchos, en especial los niños, es la señal de que pronto llegará San Nicolás a los Países Bajos (dos semanas después) y por tal, la navidad.

   Aún cuando actualmente se ha tratado de promover y proteger esta costumbre, es raro ver a un niño mayor de 6 o 7 años cantando frente a tu puerta. Son los niños más pequeñitos quienes realizan la procesión, siendo problemática más que nada por las temperaturas tan bajas, así como por las eventuales lluvias, volviendo más dura la tarea para los muchachitos.

   Si es por su seguridad que te preguntas... no muy lejos, verás al padre en turno o los abuelos, bajo la lluvia, cuidando de sus pequeños retoños, mientras estos cantan, así como vigilan que los chamacos no se avoracen cuando se les dan los dulces.

Celebración en Utrecht
   En sitios como Utrecht, donde este santo es el patrono de la ciudad, se hacen, además, fogatas donde la gente se reúne a celebrar. Sin embargo, los disturbios recientes asociados a la fecha, han vuelto a los ayuntamientos (gemeenten), cada vez menos dispuestos a permitir dichos estilos de celebraciones.

   Este año seguiré mejor la tradición poniendo una lámpara en la ventana, dándole la bienvenida a los pequeños que deseen cantar y teniendo lista la cámara para captar los chiquitos que vengan...


martes, 6 de noviembre de 2012

Un descanso no tan eterno...


Tod zu lang             por Alba Salgado
Como ya relaté en el blog pasado, uno de los primeros eventos a los cuales acudí fue el entierro de un pariente. Muchos fueron las diferencias que fui encontrando en lo que son las costumbres del duelo y despedida de sus muertos.
   Somos culturas diferentes, definitivamente y aunque la modernidad nos va llevando poco a poco a una aldea global, donde vamos compartiendo y mezclando nuestras tradiciones, aún encontramos cosas únicas de cada país...

   De la diferencia a la hora de los sepelios ya comenté, así como de las sorpresas e incredulidad de muchas cosas que pasaron. Sin embargo, quise dejar para después un tema que igualmente, me dejó con cara de ¿Juat?
   Qué pasa cuando el descanso eterno no lo es tanto?

   Cuando llegó el aviso del entierro del tío paterno de mi marido, éste me comentó que únicamente había un par de agencias funerarias en la zona donde vivimos. Debo decir que por un momento me extrañó saber que sólo había dos funerarias. Digo, en mi tierra las funerarias ya están compitiendo con los OXXO (mini-tiendas  de autoservicio) en cantidad. Y miren que en mi rancho hay un Oxxo cada 5 cuadras y en su mayoría son 24 horas.
   Éste ha demostrado ser el negocio del siglo (las funerarias, aunque los OXXO también). Acaso por los problemas del narcotráfico que genera mucho cliente? Literalmente, la gente se está muriendo por ser estar en las funerarias, pero aquí donde la mayoría de la población es... bueno, hay que decirlo, bastante viejos (ok, ancianos), no, casi no hay funerarias.
   Cuando mi marido mencionó que su tío iba a ser cremado, no por petición, sino más bien porque ya casi no se acostumbraba enterrar a las personas, debido a los altos precios de los terrenos en el cementerio, pero también, porque ya casi no había espacio para éstos (la falta de espacio hace que los precios en los cementerios suban), hubo un momento de extrañeza cuando me pregunté:
   Hay espacio para los tulipanes y las cosechas, hay espacio para las vaquitas, borreguitos y hasta los caballitos en los establos, hay espacios abiertos entre los pueblos, pero no había espacio para enterrar a los muertos. ¿Es posible esto?

   Toda la vida he visto cuán importante es la tumba de mi abuelo y abuela maternos. Es un sitio importante en tanto están los restos de sus padres por lo que mi madre casi, casi puede llegar a su tumba con los ojos cerrados (ok, en parte se debe a que TIENE que hacerlo porque el panteón Civil de mi tierra es una soberano y absoluto caos). Donde había pasillos, ahora hay muertos, donde había espacio, ahora no hay posibilidad de poner un pie sin pisar la tumba de alguien (y según mi madre eso era una completa falta de respeto para el difunto). Para ella ese espacio (la tumba) es tan importante como el sitio en el que ella vive, porque allí es donde ha quedado su familia, su cariño, su pasado.
Panteón en Sinaloa
   Y en México, como dicen: "Genio y Figura... hasta la sepultura" Porque es hasta la muerte que se muestra el poder adquisitivo y el "buen gusto" del muerto (o de quien lo sepulta). Así, se pueden encontrar en los panteones tumbas que son una réplica de la catedral de la ciudad o que compiten a ver cuál llega más alto o cuál ostenta más dinero (y muchas veces, mal gusto).
   Sin embargo, eso no existe acá, linea de lápidas bastante sobrias, en granito o metal. A veces una foto o una cruz y a los lados, a veces, flores o algunos objetos favoritos del ahora difunto. Rara vez una estatua o construcción. Si, comprendo que eso es un panteón y no una zona residencial, como casi se ve en la foto, pero definitivamente no es a lo que estoy acostumbrada.
   Y aunque quisiera alegarle, cuando te dicen NO HAY ESPACIO, ni hablar, no se alega, no?
  Mientras mi marido me seguía explicando sobre incinerar o enterrar los muertos, me dijo:
- Pocos, de los ya de por si pocos cementerios, permiten que los muertos sean enterrados permanentemente.
-¿PERDÓN???- Yo me quedé  con ojitos de huevo cocido- ¿Cómo así?
- Si, algunas veces el espacio del cementerio sólo es adquirido por cierta cantidad de años- Su mirada me decía que no veía problema.- Y en caso de desear más tiempo, hay que pagarlo cual si fuera una renta y si no, los restos son retirados de la tumba.
-Ayyyyyy no!

Digo, eso es un cementerio o es uno de los moteles a la salida de la ciudad??? Son de paso??? Ora si que como dijeron los chicos de Mecano.... 


   Y ésto no lo creí hasta que vi el adorno de una tumba en la casa de un conocido:
-Mi  madre jamás fue a visitar la tumba de mi padre en el 10 años después de  su muerte, por lo que no tenía caso mantener ese lugar.- Me comentó. - Yo pedí el adorno de su tumba (un libro de madera), así, cada que salgo al jardín, puedo verlo y pensar en mi padre.
- Y los huesos?- Pregunté después a mi marido, ya que estaba a solas con él.
- Ah, esos los juntan todos en una fosa común del panteón. A menos que pagues la renta por más tiempo de panteón. - Me comentó despreocupado, ignorando mi mirada horrorizada.
   Digo, yo no me imagino cómo me sentiría de saber que iban a hacer eso con los restos de alguien de mi familia, de pronto imaginé los restos de todos mis antepasados brincando de indignación ante tal situación. Yo creí que ponían los huesos juntos sólo si ya no había más familia que se hiciera cargo de los huesitos, pero no, la gente del cementerio sólo te daba, en caso de desearlo, la lápida o arreglo que hay sobre la tumba, mientras los restos de los huesos van a una fosa común.
   ¿Pueden tus huesitos terminar entre los de otra persona a la que jamás trataste? Parece que si.  Me pareció un poco prosaico que la cabeza de un extraño pudiera quedar entre mis piernas u otra parte... es considerado eso ser infiel? Ok, quizá se juró la fidelidad hasta que la muerte los separe... pero acaso deban decir: "Hasta que la muerte o los sepultureros en el panteón nos separen"? Mmmm, severo su caso.
- Por eso la mayoría crema a sus muertos. Luego deposita las ceniza en algún lado como un bosque, por ejemplo o los guarda en sus casa.
-ARRRRGGGGG!!! ¿¿¿Cómo en la casa????- Yo estaba horrorizada por sus costumbres, cómo alguien podía tener cual si fuera otro jarrón más la urna con las cenizas de su familiar?
   Mientras, mi marido me veía como "¿Por qué tanto lío?"¡Ay que con las diferencias culturales!
-Pues si. Digo, no has visto la urna del marido de mi madre?
- ¿Tu madre?????- ¡Mi madre! Digo, mi madre se horrorizaría al oír ésto.
- Si, mi madre, ella lo tiene en la sala.
- En la sala???- Yo no me lo creía Digo, ok con lo de la cremada, ok con dejar las cenizas en una cripta o con depositarlas en algún lado, pero tenerlas en tu sala, Es tu muerto un visitante que no sale de la sala ¿Acaso le pone la tele para que no se muera del aburrimiento?
-ARGGGGGGGGGGGGGGG!!!!! ¿¿¿¿¿Cómo así?????
-Pues si, así, digo, no lo va a echar por el excusado, o si?
   Nuevamente no, mi marido no me comprendía cuán espeluznante me parecía mantener los restos de tu pareja en la casa, por muy que haya dicho como otra opción el mandarlo por la tubería, eso no era un divircio, por lo que no mandas al marido por un tubo. Pero tener los restos de un muerto en tu casa?
   Me imaginaba al señor por las noches jalándole los deditos de los pies a la señora, por no descansar en el panteón. Me repito que se trata de diferencias culturales, pero la verdad eso no me ayuda mucho. Y debo agregar que desde que me lo dijo, cada que me acerco a la  mesita donde está, siento que los pelos de la nuca se me ponen de punta...

viernes, 2 de noviembre de 2012

Gracias!

   Mil gracias por las palabras de apoyo, los comentarios y opiniones que me han hecho llegar. Sé que no llevo tanto posteando, pero es algo que me ha hecho muy feliz. Espero poder mostrar estas pequeñas (y no tan pequeñas diferencias) entre nuestra cultura latina y la holandesa. Así como escribir  con mi gente y reírnos de las cosas.
   Este blog me ha permitido no sólo escribir, que es algo que me gusta mucho, sino también poder conocer a otros/as Latinos que andan por acá. Algunos recién desempacaditos y otros que ya llevan sus buenos añitos.
   Silvia, sigue adelante con  lo de la bicicleta, ya verás que después de un par de veces, te sentirás cómoda o cuando menos, habrá menos posibilidad de caídas. Éstas se ven enormes, pero al rato te das cuenta que son más cómodas que pedalearle a una bici donde las piernas te llegan hasta la barbilla.
   Karla, sigue riendo, porque aunque usamos la misma cantidad de energía para ser felices que para ser infelices, la risa nos aporta muchos más beneficios y nos recarga la pila. Además, si le ves el lado amable, verás que te va a ser más fácil adaptarte. Ahhh y ni creas que voy a perdonarte que me cuentes tus anécdotas!
   Un agradecimiento especial para Viviana van Gelder, quien me permitió usar su foto Alfombra de Otoño en el blog Saludos a la huesuda.
   Espero recibir sus anécdotas o preguntas sobre los temas tratados o por tratar. Digo, se aceptan sugerencias) Mientras le sigo en esto de la escriteada....

   Saludos a Todos!