Hace poco más de 3 años que ando en estas tierras tan friolentas y airosas como son las de los Países Bajos. Sin expectativas pero con muchos planes y hartas ganas de trabajar, un día agarré mis maletas, me trepé en un avión y llegué a un pueblo cercano a Amsterdam...
Los días fueron pasando y yo me la pasaba... bueno, SOLA. Mi marido salía a trabajar, mientras yo estaba allí, viendo desde la ventana de mi casa, cual perro que espera a su amo. Como soy, bien diria mi madre, muy pata de perro (Estar fuera de casa), luego, luego tome la bicicleta que mi marido hizo a bien comprarme y comencé a recorrer los alrededores. Nuevamente, sola.
Yo, como la gran mayoría de las nuevas inmigrantes, tuve que enfrentar una de las mas grandes pruebas que se presentan a quien emigra a nuevas tierras. No, no me refiero a aprender el idioma, como tampoco a los exámenes, ni al papeleo que hay que hacer... No, me refiero a la soledad.
Y como me dijo a bien una mujer del facebook: Date de santos que ahora tienes el internet y las llamadas mucho menos caras que entonces, porque una carta tardaba (y sigue tardando) meses en llegar... Si es que llega (porque eso de las perdidas del correo es de lo mas común).
Algun@s de los que van a emigrar a Holanda (o a otro país), llegan a venir 3 mesesitos de prueba "Para ver como masca la iguana" (dígase, como es vivir en el sitio en el que se quiere vivir en el futuro). Lo cual ayuda... Pero bastante poco, porque lo que a veces uno olvida, es que, aunque tu te dices que es una prueba, consciente (o inconscientemente), piensas y sabes que son vacaciones, que van a terminar y tu vas a regresar a tu rancho, tu vida diaria. Lo cual si cambia las cosas.
Pero cuando es la buena, la definitiva, eres consciente de que esa puerta de escape ya no existe, ahora se trata de algo permanente, porque ahora si renunciaste al empleo que tenías, vendiste los poco o mucho que tenías y regalaste lo que de plano, no se vendió.
Y sí, la familia política puede ayudar (créeme, no siempre lo hacen), pasa por ti o por ambos y acompañan o llevan a algún sitio lindo, te invitan a comer a su casa o vienen a hacerte companía. También tu corazoncito (o corazoncita), puede tomarse varios días libres para mostrarte su bellísimo país, o simplemente para acompañarte en casa y poder disfrutarse... ¿Ya se hicieron la idea? Bien, todo tierno, todo bonito y todo cual si fuera una fiesta constante por uno, dos o tres meses (no mas de 90 días, que es el máximo de estancia con visado de turista en los países europeos).
Pero ¿Qué pasa cuando YA llegas para quedarte? Bueno, quizá toda la familia va a recibirte al aeropuerto y hasta te toca fiesta. Pero las semanas pasan y la novedad... Bueno, deja de ser novedad. Cada quien va a su vida... ¿Y tu???? Sola.
Comprendan, esto es.. lo que ES, porque nadie va a estar 24 horas, los 7 días de la semana al pendiente de hacerte la vida entretenida ahora que este es tu nuevo país. Y es algo a lo que hay que venir bien preparada (más que nada psicológicamente).
Yo agradecí enormemente el "Tener" que ir a mis cursos de holandés y más aún que el ayuntamiento (Gemeente) pagó por ellos. Primero, porque pude aprender este idioma de locos, pero también porque me daba una buena razón para salir de la casa, así como algo que hacer con mi tiempo libre (créanme cuando les digo que los primeros 6 meses llegan a ser terribles).
Pero estar todo el tiempo estudiando... Bueno, cansa. Mientras que las salidas eran dos veces por semana. Así, después de un rato, pues nuevamente te puedes sentir una tanto sol@. Por lo que yo pensé en conseguir un perro.
Cuando le dije a mi marido sobre la idea, no se vio muy emocionado al respecto:
- ¿¿¿Un perro??? ¿Segura? Es que son mucha responsabilidad- Bueno, ¿qué era yo? ¿Una nena? Digo ese es argumento de un padre cuando el niño es menor a 8 años. -Ademas, ¿y las gallinas?-
Y bueno, el argumento de que ya tenemos mascotas (las gallinas), acabo con la idea por un tiempo. Aún cuando las avecillas no habían sido mi decisión . ¿Que nuevo argumento me dio la siguiente vez?
¡¡¡Esto ya es una vaca!!! |
- ¡Ayyy no!!! Eso es demasiado grande. Ademas, ese perro si que puede matar las gallinas.
Y el argumento del akita, dura otro tanto, ¿luego? vendrá el argumento de... ¿Que pasara si nos vamos de vacaciones? Luego el de los impuestos que hay que pagar por el bendito animal.
- ¿Impuestos?????
- Si, si tienes un perro se pagan impuestos
- ¿Y por que?
- Que por mantenimiento de las áreas, limpieza de la caca de los animales, etc
- ¿Y los gatos? ¿Pagan?
- No, esos no pagan
- ¿Y los caballos???? Digo,¡¡¡Esos dejan tremendo masacote en los caminos para la bicicleta!!!!
- No, tampoco pagan
- ¡¡¡Eso es discriminación!!! Ademas, si el perro defeca, igual tienes que levantar la gracia de tu animalito.
- Claro, si no te multan.
- Pero el impuesto que no es para eso.
- Bueno, no se si es para que eso, pero igual se paga
- No, un perro es un perro y paga sus impuestos.
- ¡El chiste es sacar dinero!
Pero el argumento de los impuestos no fue suficiente para que yo dejara de querer un perro, uno pequeño, nada de vacas disfrazadas de perro... Así que, aunque había muchas razones, yo seguía pensando en que tipo de perro sería bueno.
Dentro de las muchas opciones de razas pequeñas, el ser mexicana peso bastante, por lo que pensé en un chihuahueño (Nombre oficial de la raza, pero también llamados como Chihuahua), en honor del estado más grande de mi país. De donde, se dice, salieron los primeros canes. Después, los indígenas de la zona mesoamericana, llegaron a establecerles como sagrados. Digo, es una raza conocida y reconocida como mexicana, pequeña y con personalidad (a veces demasiada), ademas, mi madre había tenido una chihuahueña, con la cual conviví muchos años (Y que lamentablemente murió dos semanas después de que me mude a Holanda).
Así, yo comencé a pensar en una chihuahueña y así se lo hice saber a mi marido
¡¡¡Ayyyy Chihuahua!!! |
-¡Precisamente! Así, por pequeña que sea la casa o departamento, al perrito le va a parecer una mansión. Ademas, son perros de bajo mantenimiento, poca comida y gran personalidad.- Aunque mismos impuestos.
Después de muchas, muchas, pero muchas pláticas, mi marido se fue haciendo a la idea de que nos íbamos a hacer de un perro (oh si, cuando se me pone algo entre ceja, oreja y media jefa, no hay quien me gane en terquedad), pero nunca era buen tiempo... Mi marido me daba largas a la idea, hasta que descubrí que él jamas había tenido un perro. Tuvo otros animales en su casa, pero estas siempre habían sido gatos, peces y hasta conejos, pero perros? No.
Poco a poco fui convenciendo a mi marido a conseguir una perrita de la raza mas pequeña del mundo. Y cuando estuve de visita en casa de mi madre pensé en conseguir una allá y traerla conmigo... Pero ¡¡¡ayyyy!!! Los requisitos para llevarte un perro son mas largos que la cuaresma!!! (Prometo en otro blog, explayarme en el tema, pero por el momento, pido a sus venias, me disculpen la información).
Como las características que yo buscaba en mi próximo perro eran demasiado especificas, hice lo que la mayoría de los holandeses hacen: comprarlo. La verdad, me sentí rara pagando por la perrita, ya que, hasta la fecha, todos mis perros han sido solovinos (Dígase que llegaron solitos a la casa, nadie los invito al ser callejeros o regalados).
Ahora bien, yo no me la vi tan finolis como mi vecina (La abuelita moderna, porque la otra se compró un perro poco después de la muerte del marido), quien el mismo día que nosotros compramos nuestra chihuahueña, ella fue a Bélgica, en busca de un perro con pedigrí, pagando por un perro de un kilo, la cantidad de mil euros (algo asi como 18, 000 pesos mexicanos). ¿¿¿¿QUEEEEEÉ????
-¿Pero es que el perro viene con Wi fi??? ¿Brilla en la obscuridad? ¿Qué gracia tiene? - Pues nada, la mujer pago a 1 euro el gramo de animal. Para luego estar pagando los impuestos, las vacunas, la comida de la mas más alta calidad (y de más altos precios), mientras que, por el momento anda de lo más preocupada porque el bendito can, aunque se ve sano, no quiere comer sus croquetas.
Por favor, como decía un pediatra: No hay quien se muera de hambre con un plato de frijoles enfrente. Pero bueno, por el precio, ni hablar, a rogarle al canijo.
Para mi, es el recuerdo de mi tierra y es una compañera cariñosa. Por lo que me di a la tarea de encontrar una perrita que se ajustara a las 3 B ( buena, bonita y barata), por lo que aunque busqué en toda Holanda, terminé comprando a mi pequeña en Alemania.... Lo que me deja la pregunta: ¿Es un pastor chihuahueño? o un chihuahua que ladra en alemán??? Como quiera, parece que si entiende la exótica combinación que tenemos en casa: Yo le hablo en español, ingles y un poco de holandés (los dos últimos cuando está presente mi marido, para que él me entienda), mientras mi marido mezcla holandés con un poco ingles... Pobre animal (el perro, no mi marido....¡no sean llevados!!!)
Nena, mi perrita |
Y si, ahora ella es mi compañera durante el día, le enseño trucos, la saco a pasear, no sin antes verme uno o dos capítulos de Cesar Millán (también de mi bello Culiacán, Sinaloa).
Ahora, salir no es nada mas agarrar la bolsa y treparme cual perro de rico al auto. No, ahora hay que llevar las galletitas, la bolsita de plástico, por si a la Nena se le ocurre dar su opinión del mundo, el collar, la correa, la sudadera por si hace frío... Ahhh y a la perra (casi la olvido). Pero bueno ¿yo quería perra, no???
Claro que quería perro, pero que no me imaginaba volverme como algunos holandeses que he visto llegar a las reuniones hasta con dos perros, diciendo que no los querían dejar solos. ¿¿¿PERDÓN??? Digo, desapruebo totalmente esa gente que deja al perro dentro del carro, mientras ellos van de compras, pero ¿ir con el perro a una reunión donde muestra además el poco control y entrenamiento que tienen sobre el can? Cuando menos a mi me parecía demasiado... Hasta que mi marido llevó a la perra al cumpleaños de uno de sus sobrinos. No hubo argumento que lo convenciera a dejar a Nena en casa. Pero bueno... ¿Qué les digo? Ahhh, si, que a la lista antes mencionada, tuve que agregar la jaula, las mantitas, croquetas y los juguetes de la ingrata, todo con un peso y dimensiones mucho mas grandes que el bendito can.
Hasta la obtención de Nena, cada vez que yo salia de mi casa, era como presenciar un pueblo fantasma. ¡Nadie! Yo sabía que había escuchado voces, pero al salir.... ¡Nada!
Ahora, con la perrita, no sólo he comenzado a ver gente, sino que ¡hasta me hablan!!! Las primeras veces me volteé a ver si le hablaban a alguien más, pero no, parecía que era a mi. Si, ya parecía la película Taxi Driver con Robert De Niro, quien decía el parlamento:
- ¿Me hablas a mí?, Me hablas a mí? Debe ser a mi, porque no veo a nadie mas...."- y si, Nena se volvió el imán de gente, lo que es bastante agradable, ya que de tan solo verla, parece que se olvidan de ser cerrados y comienzan la conversación, así sin mas.
Ahora bien, esto a veces se ha vuelto un poco... Incomodo. ¿Por que? Sencillo, porque de pronto las personas comienzan a darme su opinión sobre la perra, sin el menor miramiento: Así, me dicen, sin el menor de los empachos que mi perro es muy pequeño.
Digo, que esperan que lee conteste?
- Aaayyyy!!! es que lo lavé con agua caliente y se encogió. - O,
- Arggg! tienes razón, anoche era un mastín Napolitano y creo que se le salió el aire!
-Mmmm, creía que era yo, que sólo necesitaba lentes nuevos. ¿Sabes? Creo que tienes razón, está.... Pequeña.
-Mmmm, creía que era yo, que sólo necesitaba lentes nuevos. ¿Sabes? Creo que tienes razón, está.... Pequeña.
En serio, el sábado pasado, mientras paseábamos, de pronto se acerca un niño, con cara analítica y me dice:
- Qué le pasa al perro?
-Nada, por qué?
-Está muy chiquita
Noooo, ¿en serio??? No me había dado cuenta, deja le agrego agua, a ver si crece como las plantas. Mmmm, mejor no. Y bueno, no esperaba que la gente me diga cuan enorme es mi perrita, pero lo que no esperaba es que hasta le ladren, aún cuando la perra ni voltea a verles. Otra señora me dijo:
- Eso es mas bien un ratón.- A lo que yo, ofendida pensé:
- Óigame no, mas respeto a mi rata, digo, perra. -No hay un holandés que no te de su opinión del perro. Y yo pienso:
- Eso es mas bien un ratón.- A lo que yo, ofendida pensé:
- Óigame no, mas respeto a mi rata, digo, perra. -No hay un holandés que no te de su opinión del perro. Y yo pienso:
-Gracias por su participación, pero éste no es un programa de opiniones, tipo Laura de America.
¿Que sería si, en vez de comprarme un chihuahua me hubiera comprado un xoloescuincle o un perro chino sin pelo??? Seguro que la gente saldría corriendo despavorida y gritando cual película de la mancha voraz. , Y la gente mas valiente que se atrevieran a acercarse al perro, seguro preguntarían si el pobre fue victima de alguna fuga radioactiva , si lo metí al horno microondas o si fue victima de la revolvedora de cemento...
¡¡¡De haber sabido!!!