martes, 25 de diciembre de 2012

Mi Navidad por triplicado...

   Navidad, tiempo de dar y recibir... cariño. Afuera, el frío, el viento y a veces, la nieve... mientras que adentro está calientito (más vale o de plano la calefacción ya no sirve), con las lucecitas del árbol navideño, las esferitas y el nacimiento en su base.
   Es Noche Buena y mañana Navidad... Así va la canción y yo ando con todo el espíritu de celebrar el 24, muy al estilo mexicano, pero aquí? Nada, casi es un día como cualquier otro... Hay que trabajar y en el mejor de los casos, salir temprano.
   Si, gente en las calles haciendo las compras de último momento, pero para el día siguiente. Esta noche, no se celebra al más puro estilo latino, a lo grande, en el mejor de los casos, se irá a misa (dependiendo cuan religiosos sean, pero esto no es muy común).

Ponche Navideño
   Las añoranzas por las posadas y la cena de Nochebuena se vuelven grandes. Esas idas al pueblo, donde había ponche calientito (no sé si por que se la pasaba hirviendo o de plano porque siempre se pasaban con las cucharadas de ron). A veces beberlo era todo un reto. Por lo caliente, por lo cargado de alcohol y por el montón de fruta que le echan al bendito: La guayaba, la canela, los tejocotes, la caña, LOTERÍA! uyy perdón, sonó al juego.
   A veces llega el momento en que no sabes si estas bebiendo o comiendo tu ponche: pedacitos de fruta por aquí, pedacitos de fruta por allá, todo con tu  mezclador que es el pedazo de caña. ÑAM, ÑAM, ÑAM pedacitos de bagazo de caña que presentan siempre el mismo problema: ¿Dónde re-canicas los pones???
   Ya en la noche es hora de las letanías: Siempre tengo que hacerla hacerla como mis estudiantes (agarrar el acordeón que según ellos yo no veía), porque de plano sólo recuerdo 
- Eeeeeeen nombre del cieeeeeeeelo, oooooos pido posaaaaaaada... -Y de allí??? NADA! hasta lo de "Entre santos peregrinos, peregrinos...". Tremenda laguna mental ¿Será por culpa del ponche??? naahhh! SALUD!

Piñatas                por Alba Salgado
   Luego vienen las piñatas. Bonitas, grande, de 7 picos. Dicen que es importante que tengan los 7 picos porque esos representan los pecados capitales, pero bueno, a veces los que las hacen son re-malos para eso de las matemáticas (o son re-buenos para ahorrar material) y terminan de 4 o 5 picos. Me gustan las piñatas hechas con olla de barro, no esas nuevas de figuras. Esas sólo son un vacile, papel, papel y más papel, ni un espacio para un mugriento dulcecito y más resistentes que si hubieran sido hechas para fiesta de narcos: a prueba de balas.
   Con las nuevas piñatas pasan 4 vueltas de niños y 3 de adultos vendados de los ojos, durante ese tiempo hay uno o dos descalabrados porque se pusieron muy cerca de quien vendado, le pegaba a la piñata. ¿Luego? 4 vueltas más de niños sádicos y 2 de adultos gandallas, pero ni así cae la mugrienta piñata! 
   Al fin alguien se apiada de la piñata (y de los invitados) colgándosele cual garrapata en perro flaco... Jálale compadre! (más de uno grita). La piñata cae ¡Por fin!, ¿no que no tronabas pistolita vieja??? mientras los gritos de ¡POR FIN! se escuchan (eso mismo decía yo, pero bueno ¿Quién me escucha?). Mientras uno que otro niño se acuerda que para eso era la apaleada de la piñata... DULCES! Y comienza la lanzada de panza al suelo por parte de los niños mientras los adultos miran con envidia  y desean hacerlo (más de uno lo hará), pero luego van a tener que responder ante las apachurrada y destripada del niño que quedó abajo...
   Nada, la piñata es desgarrada en busca de los dulces... los dulces... ¿cuáles dulces? ¡No hay NADA!  ¡Ni siquiera una guayabita verde, ni un mugriento tejocote mallugado! ¡Fraude! ¡Fraude! ¡Reconteo de votos! ¡voto por voto! ¡Casilla por casilla! (uyyy, me emocioné). Digo, ya ni harina, como a veces hacían para jugarle una broma a los chamacos. NADA. ¿Tanto palazo para eso? Chale!
   Entre el ron y los golpes a la piñata, la carrera por los dulces... que no hubo, ya ni se siente el frío. La música a todo lo que da, mientras unos y otros se echan su taconazo al más puro estilo de Piporro o Cantinflas. Nunca falta el tío que hasta le exagera (compadre! ¡si no hace falta, ya le bailas así!) Los chamacos piden música punchis-punchis pero igual le sacuden a la cumbia... Hasta la media noche... 
Catedral de noche      por Alba Salgado
   A las doce en punto vienen las campanadas, aunque no falta el que pide la televisión, porque alega, es más exacto que el párroco del pueblo, quien le tarda un par de segundos para subir corriendo a la torre y colgarse de la cuerda para hacer sonar las campanas de la iglesia. ¡Nada! en esta modernidad tan moderna, hay que usar el blackberry o el Iphone para determinar la hora EXACTA para darse el abrazo. Además, ¿de qué otra forma presumen el mugriento aparatito que les salió más caro que romper toda la vajilla de casa de la abuela???
   Comienzan las campanas en la tele y segundos después el párroco ya logró hacer sonar las suyas (pobre, está tan falco que parece banderilla cuando se cuelga de la cuerda)... Ha llegado la hora del apapacho grupal. Abrazos, muuuuchos abrazos, mucho cariño.
    A veces debes hacer una lista mental para no repetir becho, abacho y apapacho... Tu?ya, Tu? ya! tu... pero con eso del ponche... te le quedas viendo a alguien:
-¿Ya te di abrazo?- Lo miras con desconfianza, no sabes si ya lo abrazaste por las campanadas o cuando te colgaste de la piñata y el móndrigo quería quedarse con tus dulces (que por cierto ¡no había!). Lo malo es que el otro ingrato anda tan flameado en alcohol como tu, por lo que te mira con le mismo recelo.
- Pus no me acuerdo!- Admite el muy borracho! ¡Descarado!
- Pus si ya fue, le repetimos!- Y de allí apapacho.
   Dependiendo cuán borracho se esté (Y la cantidad de invitados, claro está), los abrazos duran entre 5 y 15 minutos, aunque a veces mucho más. Siendo la mejor excusa para otro brindis con el ponche pegador.
   Luego la cena... haaaaaarta cena, como si fuera la última cena de la vida. No, no cuentan las papitas, el ponche, los cacahuates, nachos, guacamole,  más ponche, porque estaba enchiloso; quesito, garnachas, gorditas y su ponche pa' bajarlos. ¡Eso namás eran tente en pié!
   Desde tempranito en la mañana hay comida, mucha comida. Y mientras andas con la preparada de la cena de Navidad, más comida todavía. Por favor, es media noche, ya comiste como pelón de hospicio todo el santo día y cuando menos los esperas? Te atacan con un platote de POZOLE! ¡Atáscate en el lodo! que no todos los días llueve!!!
-Ándele m'hijita porque también hay birria y está bien rica!
- ¡Mi madre!- Pides a todos los santos que te ayuden.
- No m'hijita! Tu madre está trayendo los tamales y la ensalada de manzana, así que déjales espacio.
   Te echas un Padre Nuestro y un Ave María para que cuando mueras de indigestión, Diosito se apiade de tu alma y no te acuse de pecado capital (por esas de la gula). Luego? Ponche, MÁS PONCHE! SALUD! ¿Y para terminar la tortura? POSTRE!!! Y vienen los buñuelos, así como los plátanos fritos! ¡Ayyy Dios!

Noche Buena         por Alba Salgado
     Y si, los recuerdos de todas las tradiciones vienen a ti cuando estas lejos de tu propio país (al menos físicamente). Por lo que, como decía, me parecía extraño no ver movimiento por la Nochebuena (más allá de las tiendas sonde se veía la locura del consumismo).
- En mi familia no se celebra más que la Navidad.
-Ahhh, entonces se celebra el 25?
- Bueno, en Holanda se celebra el 25 y el 26
-Achis piachis! cómo va eso? barajéamela más despacito porque nada más no entiendo. ¿Dos días?
   Eso es ser avorazados, digo, va al nivel de los besos de saludo
-Si, el 25 es Kerstdag y el 26 como segundo día de Navidad. Así, puedes celebrar el primer día de navidad en tu familia, por ejemplo y el segundo día con alguien más.- ¡Ayyy mira pero que canijos me salieron!

   En casa de mis abuelos, la pachanga era el 24, mientras que el 25 muy temprano (demasiado, según el punto de vista de quienes bebieron demasiado ponche la noche anterior), es cuando los niños abren los regalos... y se decepcionan (los niños que se portaron bien todo el año) de lo tacaño que resultó en Santa Claus.
- Es la crisis m'hijo, la crisis- Y esa es la respuesta en México de los padres desde hace unos 30 años (y parece que va a seguir por varios añitos más.
- ¿Dónde vive la móndriga crisis para ir a partírsela???- Contesta el niño molesto. Mientras los papás se miran entre ellos.
   ¿Luego? El zangoloteo y el azotón de lo juguetes como patines, patinetas y bicicletas (Ok, esto es cuando el papá es la antigüita y no se dejó convencer por el hijo de que un  Wii o un PSP o un como quiera que le quieran llamar es mejor). También la mirada de "¡¡¡No te acordaste de las pilas!!!" que pone la mamá al papá, mientras el niño mira a ambos con ojos "Y Santa no pensó en agregar un mugriento juego de baterías?"
   Mientras los crudos decimos: "¿Que no pueden hacer todo sin tanto grito? Ya no vuelvo a tomar ponche" (y crees en esa mentira hasta la próxima Navidad). El 25 es un día para estar en familia y en alguna ocasiones hay quien va a misa.

   En Holanda, la Navidad no va relacionada al gordito vestido de rojo, que ni siquiera llaman Santa Claus, sino Kerstman (que se traduciría como el hombre navidad). A veces (ya más acostumbrado que antes), hay intercambio regalos (más bien detallitos), porque la "Amanecida" (como dicen en México) o la llegada de los regalos para los niños, porque esa fue el día 6 de diciembre, cuando Sinterklas(San Nicolás) en su caballo blanco, ayudado por Pedro el Negro (Swarte Pete) va dejando los regalos en los zapatos de los niños. Santa Claus ha sido promovido por las tiendas, así se tienen más ventas y éstos tienen más ganancias, pero no es como que vas a tomarte la foto cuando le entregas la lista de regalos, porque el señor no trae NADA (vaya que salió tacaño el  gordito, no?).
   A veces, podríamos decir que pasa lo mismo que Navidad y Día de Reyes en México. Muchos padres se ven ahora maldecidos por tener regalos para ambas fechas o tener que decidir por celebrar solamente una.

   Pero como dije, no se usa tanto el 24 sino el día de San Esteban (26), para seguir la celebración de la Navidad. Por suerte (o desgracia) la cena de Navidad es más calmada (si se compara a la versión Mexicana), no hay descalabrados, ni idas urgentes a la cruz roja por golpe cuando partían la piñata...
   - Pues hazle como quieras, pero yo celebro el 24 con mi familia, dígase... TU.- "Al país que fueres haz lo que vieres" Versa el dicho, pero ésta era una costumbre que realmente me dolía dejar. No quería algo grande, lo único que quería era sentir ese calorcito de nochebuena que cada año tenía.
-Está bien, celebraremos en familia. Tu y yo- El muy canijo sonrío ante mi comentario, derritiéndome el corazón. Y cuando creo que no se puede ser más feliz, porque todo es dicha...
Boerenkool
-Por cierto, es tradición de mi familia cenar para Navidad, Boerenkool (Papas, col rizada hervidas y machadasa juntas y encima va una salchicha ahumada) Ayyyyyyy mamá! Yo quiero Pozole, tamales y PONCHE!!!!
-Arrrgggggg!!! Boerenkool????- Todo el amor y toda la dicha, en ese momento se fue al boerenkool! Oh dolor, oh tristeza! ¿¿¿Dónde quedó mi pozolito???
- Si y por cierto, viene mi mamá
- Tu madre!- Mi cena tradicional saltó por la ventana y se alejó a toda velocidad espantada por el boerenkool.
   Y he allí que pasamos 24, 25 (en casa de una amiga Mexicana) y 26 (en casa de mi cuñado) de fiesta, pero en ninguna hubo piñata con colación, cañas, mandarinas o dulces, ya ni de perdida una piñatita, aunque sea sin ollita de barro, digo ya no me pongo mis moños (ponerse exigente). Y eso si, NADA DE PONCHE.
   Sin importar cuándo o cómo lo celebre, les deseo a todos una muy Feliz Navidad. Y por las dudas...¡SALUD!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Esquina bajan...bajan.... BAJAN!!!

   Cuando iba a comenzar mis clases de holandés, me tocó la discusión (con mi marido) de cómo debía desplazarme desde mi casita. Normalmente, el Gemeente (ayuntamiento) asignaba la escuela "más cercana" a tu casa y  ésto significa casi siempre que la persona deberá desplazarse de 15 a 30 minutos en bicicleta (usualmente son unos 10 minutos).
   Las distancias, como comenté en el tema de las bicicletas, se miden en el tiempo que pasas desplazándote al sitio: En tren (15 a 30 minutos, con todo y transborde es igualmente razonable) o carro (igual, no más de 30 minutos), mientras que para las escuelas, se planea que te desplazarás en bicicleta con un tiempo promedio de 10 a 15 minutos, como distancia razonable (digo, como buen estudiante el dinero es lo que más escasea), y ésto es lo que se puede esperar cuando te dicen: "La escuela más cercana a usted". Cualquier cosa más de eso es.. lejano (ok, recuerden que Holanda es un país chiquitito). Pues bueno, lo más "Cercano" a mí fue a ...más de 50 minutos en bicicleta (aclaro: 50 min. de ida y 50 de regreso).
   Y aunque mi cuñado estaba más que feliz por poder promover el uso de la bicicleta, ya que todos los días él va y viene a su trabajo en bicicleta que está a 40 kilómetros de distancia desde su casa, la idea de entrenar para el Iron Man (triatlón que debe realizarse en un mínimo de tiempo y que mi cuñado ya hizo, así como un par de triatlones), no me emocionó en absoluto.

   Además, debo comentar que comencé clases en Enero (2010), por lo que las temperaturas en el exterior rondaban los -10 grados centígrados y las calles estaban cubiertas de nieve. Eso, mi nunca bien ponderados, para una sinaloense, cuyo promedio de temperatura en verano es (a la sombra) de 40°, es el equivalente para los holandeses a estar en medio del polo norte en una fría noche de invierno, dándole a la pedaleada...

   Así, la posibilidad de ir en bicicleta la tenía YO, fuera del mapa. Pero como buen holandés, mi marido no veía problema alguno (hablando con otras mexicanas encontramos esta situación de que el mariado no te cree bastante repetible, pero trataré el tema en otra ocasión), mi marido me dijo muy serio que yo podía ver en la calle frente a la casa, a la gente pasar montadas en sus bicicletas y motonetas (scooters), entonces ¿Por qué no podía ir YO en bicicleta?
   La respuesta me parecía bastante sencilla: Llevaba muy poco tiempo de regreso al uso de la bicicleta (y aún era -¿o soy?- un peligro al volante), sin mencionar la terrible falta de condición física que poseía (y aún  NO poseo), por lo que 50 minutos pedalenado de ida y 50 de regreso no eran mi idea de diversión, además de que la nieve le ponía un nivel de dificultad mucho más grande a pedalearle cuando llueve, por ejemplo. Los resbalones y caídas se pone a la orden del día, sin recordar que, para cuando llegara a mi destino, yo sería un absoluto cubito de hielo.

   Si, uno puede imaginarse que la mejor forma de recuperar el cuerpo escultural (que nunca he tenido) y la condición física (largo tiempo perdida) es mediante mi regreso triunfal a la bicicleta, disfrutando de la suave brisa que llega a tu cara, mientras el cuerpo se energiza con el ejercicio matutino... Ohhh que imagen más poética!!!!... Si uno no piensa que se está a -12 grados, con un frío de los mil diablos, por lo que los pulmones duelen de lo frío del aire, las manos se engarrotan congeladas porque olvidaste los mugrientos guantes térmicos, volviendo TODA una proeza tan sólo el frenar a tiempo y partes de tu cuerpo que NO te imaginabas, se comienzan a congelar (y miren que tengo muuucha imaginación). Digo, pies, manos y hasta piernas no son novedad cuando uno piensa en que se congela, pero sabían que sus ojos se pueden congelar mientras vas en la bicicleta??? 

   Como lo leen, mientras vas pedalenado (aún sin que esté nevando), de pronto se sienten agujas picando los ojos, auch! qué pasa?auch!. Los ojos, para protegerse del frio, comienzan a lagrimear... ohh cielos! Los ojos duelen y apenas puedes ver el camino, para protegerte del dolor, puedes tratar de tapar un ojo con la mano... pero eso empeora tu ya de por si precario balance. Comienzas a zigzaguear cual borracho en cantina. SALUDDDDDDDDDD!!! ahhh no, esto es peor, porque no sólo puedes terminar chocando contra un carro estacionado o un poste de la luz (ya me pasó, por cierto), que con el frío el dolor es 20 veces peor. No, debes buscar otra solución.
   Mientras tratas de continuar, comienzas a hacer guiñado de relevos: Unos segundos vas con el ojo derecho cerrado, para que se pueda calentar, mientras el izquierdo comienza a lagrimear ante el dolor del frío, hasta que ya no aguantas y luego cambias de ojo a abrir... ¡Y pasa aún cuando usas lentes!
   En invierno, se ven muy bonita la gente afuera de la casa en sus bicicletas, pero YO no iba a ser una paleta de hielo más. Así que teníamos que ver las otras opciones... Transporte público.

   Y cuando mi marido dijo transporte público yo comencé a temblar, no de frío, no porque estuviera enferma, sino por la simple idea de tener que "SUFRIR" el uso de autobuses o trenes...

   Para que me entiendan mi aversión y no vayan a pensar que simplemente soy una de esas personas que parecen paridas en carro, es decir, que no se mueven si no tienen el carro a la puerta para que les lleve. Acaso deben entender que mi tierra es quizá (al menos así creo yo, aunque no lo he verificado aún) el único lugar en el mundo (con excepción, acaso de la India), donde subirse a un autobús para ir de una zona habitacional al centro de la ciudad, pueda considerarse un deporte extremo.

   Como lo leen. El transporte público de autobuses , que allá les llamamos camiones, puede llevar los niveles de adrenalina al tope, casi como lanzarse en paracaídas desde varios kilómetros de altura. Sólo en los casos de más necesidad lo haces (como cuando eres estudiante o pobresor, que tu presupuesto no da para más).

   Para que se hagan una idea (y no me llamen exagerada), Spiderman andaría agarrado hasta con los dientes, ante las velocidades que llegan a conseguir. Por que? porque los tiempos para dar el recorrido, según ellos, no es suficiente...

   Siiiiii??? cuántos no se han soplado (tenido que aguantar) 20 o 30 minutos de espera en la central de autobuses, mientras el chofer se toma su coca-cola, para después arrancarse como alma que la lleva el diablo, a velocidades mortales ya que el siguiente autobús ya lo alcanzó???? Cuántos no han encomendado su alma al santo de ese día, porque el señor conductor (por no decir cafre endemoniado) alcanza las velocidades de al menos 80 kilómetros por hora (dentro de la ciudad en zona residencial), mientras éste va haciendo su conquista vía celular? Y si hay una curva en el camino, más vale que te abraces del tubo, cual experimentada teibolera (bailarina exótica), brazos, piernas, dientes TODO!!! porque si no, corres peligro a ser expulsada por la puerta del autobús (en el mejor de los casos) cual archienemigo de Batman: FIUSHHH!!!  A Volar!
   Como servicio de primera (nahhh! simple excusa para cobrar más, porque el trato y servicio es la misma fregadera), los autobuses cuentan con aire acondicionado, vidrios polarizados y cortinitas adornadas de flecos, cual camisa de cantante de ranchero... que por un par de pesos más, va usted a ser transportado en algo que prácticamente se siente como transporte de carnes frías.. a una temperatura promedio de 15 grados. Lo cual no suena a mucho, si no recuerdan que la temperatura promedio es de 40°C, por lo que, en cuanto uno se sube, el cuerpo resiente el cambio tan brusco, sin mencionar que al sentarse irá con el aire pegándole constantemente en la espalda... DIVINA LA SITUACIÓN para un resfriado! Servicio de primera... choferes manejando cual si fueran poseídos por Satán y estuvieran yendo directito al infierno.

   Para aquellos que desean la versión económica, igual pueden gozar del aire, aire, mucho AIIIIIREEEEEE!!! Porque el bendito autobús no tiene ventanas (O sólo le quedan algunos vidrios), así que no sólo va a tener que soportar las fuerzas G (cual juego de la feria) y entender la fuerza centrífuga y centrípeta (dígase centrifugado en ciclo rudo) cada que haya una vuelta a la esquina, sino también tendrá todo el aire que entra por las ventanas (y lluvia, si tiene mala suerte), por lo que siempre que aborde uno de estos autobuses, sólo debe recordar algo muy bien: CIERRE LA BOCA!
   Y no porque deba respetar el silencio ya que los choferes sean budistas zen, sino porque nunca se sabe cuando va a entrar algún insecto que iba volando plácidamente y se estrella contra su cara (o entra en su boca) cual si ésta fuera el parabrisas de un carro. Bien dice el dicho: en boca cerrada no entran moscas... ni grillos, moscos o cucarachas.

   Cualquiera de los los dos tipos de transporte (de "lujo" o económico) Va ir aderezado con la música que más le guste... al chofer. Quien la llevará a un volumen que compite con cualquier discoteca o antro acapulqueño en fin de semana, por lo que usted irá escuchando la música, le guste o no. Y si es el disco favorito del chofer en el mismo horario... va a terminar conociendo TODAS las canciones... 
-¡¡¡Pero recuerda, nadie es perfecto y tu ya verás... tal vez mil cosas mejores tendrás....!!!!"- Ayyy que no me gusta el grupo, pero me se la letra completa de las canciones de los Buquis (grupo bastante conocido en mis buenos años de alcoholescencia). Eso si, va a tener que asegurarse de aclarar su garganta y no para entrarle a la cantada (bueno, si no puedes contra el enemigo únetele!), pero no, la aclarada de garganta va a ser antes de comenzar a gritar solicitando la bajada:
-Esquina bajan...bajan.... BAJAN!!! BAJAN HIJO DE TU BENDITA MADRE!!!!- Mejor no insulte, porque el desgraciado lo va a llevar más lejos y al final va a escuchar al móndrigo decir:
- ¡¡¡¡Anticipe su bajada!!!
-¡Hijo de la mala vida, si presioné el timbre 20 veces y te grite más de 10!!!
- ¡¡¡uyyy, si no te gusta cómprate un carro!!!
   Se portan de lo peor, pero eso si, cada que piden aumento en las cuotas... Lo consiguen como si dieran servicio de primera.

   Allí estaba yo con trastorno de estrés post Traumático (dígase ataque de ansiedad), de tan solo pensar en abordar un autobús urbano...
   Mi marido me miraba extrañado, claro, no entendía mi trauma y después entendí por qué...
   Primero, veo como se sienta frente a la computadora... 
- Qué tiene que ver mi ida a la escuela con el internet?
-Voy a revisar cómo se llega con el transporte público
-Shaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! En serio???? - No me lo creía
- ¡Claro! Vía internet puedes ver las rutas de los autobuses, trenes y tranvías, así como los horarios en los que pasan, junto con el precio de lo que vas a pagar.
-Achis piachis!!!! Tienen ruta específica?? Y tienen horario específico?????
   No me lo tomen a mal, yo sé que en muchos sitios, las rutas de los autobuses públicos son regulares, por ejemplo, en la Ciudad de México desde el metro hasta la pesera (microbús), pasan cada 2 o 5 minutos), pero en mi rancho los autobuses (camiones) éstos son muyyyy religiosos.

¿Por qué digo que son religiosos? ¡Sencillo! Porque pasan sólo cuando Dios quiere o cuando la virgencita de Guadalupe los ilumina. Bien puedes esperar 5 minutos, como pueden ser media hora o más, sea mañana, tarde o noche (si es que en la noche los choferes quieren terminar la ruta).
   Sobre la ruta exacta... sólo los camioneros la conocen (o los usuarios que ya han usado el servicio), si no sabe cómo llegar? hay que preguntarle al chofer de algún camión en la central camionera o el centro (sitios donde todos llegan) y esperar en Dios que el desgraciado sepa lo que está diciendo, que te sepa dar bien las indicaciones así como de que se le de la gana dar las indicaciones correctas (dígase que no te mande en sentido contrario).

- Los autobuses y el tren tienen horarios específicos de pasada y rara vez se retrasan más de 5 minutos en su respectiva estación o parada.- Comentó mi marido
- Ahhh y tienen sitio específico para detenerse??? - En ese momento tenía los ojos tan grandes de la sorpresa cual caricatura japonesa.
-Claro, que en Sinaloa no? - Ayyy cosita de hombre, que ternura me da!
   Pues no, no tienen sitios, por lo que igual te lleva 3 cuadras después y luego dice algo tan ridículo como "es que esta no es parada autorizada" Y en tu mente piensas: ¿Parada autorizada??? Desgraciado, infeliz! Si te vi bajando pasaje a la mitad de la calle cuando el semáforo estaba en rojo y tu estabas en doble fila!!!!".

Ya se imaginarán que yo estaba realmente sorprendida, pero como Santo Tomás: hasta no ver, no creer!
   Allí estaba yo tempranito por la mañana, con mi mochilita y una especie de tarjeta de crédito. Mientras yo la veía con ojos de pulga:
- En serio???- Pregunté cuando me entregó la tarjeta días atrás
-¡¡¡Que sí!!!, ya te dije que pagas con la OV chip card- Y luego me explico que rara vez se le paga al chofer con dinero (se puede hacer, pero créame que les va a salir caro), simplemente cargas el dinero en la tarjeta, cual si fuera telefonía celular de prepago y cuando abordas el autobús, pasas la tarjeta por un lector y ellos descontarán la cantidad a pagar de tu saldo
- WOW! Si hacen eso en mi rancho, los choferes se volverían pobres!!!!.-

 Y es que normalmente los precios del transporte incluye 20 o 30 centavos por lo que cuando pagas con mayor cantidad, siempre escuchas la misma canción "no tengo cambio" y por pasajero, terminan apañando (quedándose a la mala) con 20 o 30 centavos... Y si me dicen: ¡ayyy que tacaña por andar llorando centavitos! déjeme comentarles que ya han hecho cálculos y cada chofer llega a quedarse con cientos de pesos POR DÍA.
-Eso si, en Holanda debes registrar tu salida del autobús de la misma forma, porque si no, vas a tener que pagar la cuota máxima por día (que es algo así como 7 euros).

   El día llegó y yo seguía viendo desconfiada mi tarjetita, hacía mucho frío y la nieve seguía decorando las calles, cuando volteo y le autobús ya estaba allí. Revisé mi reloj: EXACTO
-WOW!
   Abordo el autobús y... 
-Goede morgen!- Dijo sonriendo el chofer del autobús (No, el señor no me insultó, simplemente me dijo: buenos días)
Interior autobuses
   Nada de congelamientos (por eso de los aires acondicionados) a decir verdad estaba deliciosamente calientito (no  mucho, no poco), nada de jaloneos, arrancones, nada de nada, todo calma, mucho espacio y el chofer avanzó hasta que yo estaba sentada en mi sitio ...

Y como dicen en mi tierra:
-Alla pinchi!!!!- Sí estaba sorprendida
   Había en el autobús sólo una joven rubia (wow! que sorpresa en holanda, no???) y otra chica con su bebé en la carreola. A la mitad del autobús, junto a la puerta, hay un espacio abierto (sin asientos), donde las personas pueden subir con las carreolas del bebé o los carritos del supermercado. Sin mencionar que el autobús se inclina para que uno no tenga que subir un escalón muy alto al subir...

   Cosa que para nada se parece a mi rancho, donde para subirte, pareces apache trepando a su caballo y más de una vez necesitas quien te de una ayudada empujando por detrás para que subas un escalón más grande que los de las pirámides de Montealbán, sin mencionar que en ocasiones el vehículo no se detiene completamente para que desciendas, por lo que a veces le vas pensando: salta y rueda! salta y rueda! como quien salta fuera del tren. Y en caso de accidente? el chofer se vuelve corredor de maratón, porque no le vas a ver ni el polvo.

   De pronto una voz femenina se escucha decir:
-Próxima parada....- y luego dijo cuál correspondía, mientras en las pantallas del autobús desplegaban la lista de las siguientes paradas y a qué hora se llegaba.
-¡¡¡Cahua Bonga!!- Ahora si que estaba impresionada.

   Cuando llegamos a la parada del autobús que me correspondía (casi una hora después de que abordé), comienzo a aclarar mi garganta (esto por la costumbre del grito de BAJAN de mi rancho), cuando veo que cada dos asientos, hay botones rojos a la altura de tu mano para solicitar tu parada. PA' SU MECHA!!! Cuánta modernidad!!!

   Mientras un timbrazo, sólo un camapanazo y no los floridos timbres que a veces llega a haber en los camiones de mi rancho (en caso de tener suerte sirve el mentado timbre, si no, a grito pelado se pide la bajada) y un letrero rojo que dice stop se enciende junto al chofer (wooooow! Ahora si que ya me impresioné!)

   Sin prisas y con calma, tomas de nuevo tu tarjeta y la pasas por el lector, entonces éste muestra en su pantallita cuánto dinero te queda mientras escuchas un PING! de que has realizado la transacción  A veces, el chofer te dice adiós mientras levanta la mano...

   Y yo con lágrimas en los ojos me quedé pensando: " No cabe duda, las cosas son diferentes..."

martes, 11 de diciembre de 2012

Las cuatro estaciones y no de Vivaldi...


El hermoso clima holandés... sus nubecitas, el sol, los molinos y la gente sonrriendo....

  Eso es lo que uno ve en las fotos y postales de los Países Bajos... Bueno, alguien debería de demandarlos por publicidad fraudulenta. No me creen? Pues vayan a Google images, pongan Holanda y verá...Molinos, tulipanes, canales, gente sonriente, todos con sol, mucho sol.
   Y como dijo Tintán: Puras cábulas!!! Porque aquí el verano dura apenas uno o dos día, entre los días lluviosos durante los meses de Julio y Agosto... Y nada más. Su bendito clima tropical es cuando llega a 30 grados centígrados y eso ocurre... uno o dos días al año.

   Para comenzar a hablar de mi encontronazo con el "hermoso clima holandés" y para que terminen de entenderme, acaso deban de saber que soy Mexicana (¡iii 'ñooor!), Sí, casi todo el mundo sabe que su clima es considerado completamente tropical, que normalmente dice uno ¡ayyy rico! ¿Si? Eso se refiere mayormente a la zona centro y sur del país, porque para aquellos que viven en el norte del país, saben que de rico tiene.... NADA.
Atardecer en Sinaloa     por Alba Salgado
   Ahhh ¿me quieren acusar de que me quejo de nada? ¿"Mariquita uyuyuy"? ¡Pues no! Ya los quiero ver con una temperatura promedio (Y repito, PROMEDIO) de 40 grados centígrados A LA SOMBRA. Esto significa que al rayo del sol, deben agregarle algo así como otros 10° (50° en total), más otros 10 que es como el cuerpo lo percibe ¿Y dentro del automóvil? Como dirían en mi rancho: Pior!.  El año en que vine a Holanda llegó en mi tierra, uno de los días de verano a 49°, por lo que hasta partes de mi cuerpo que no sabía, estaban sudando (no sean malpensados, me refiero a los ojos).
   ¿Lo mejor de todo? No es el sitio más caliente en la República Mexicana, si no me creén, pregúntele a la gente en Hermosillo, Sonora o a Ciudad Juárez, Chihuahua, entre tantos, tantos otros sitios (ellos si deben estar diciéndome mariquita y acaso a ellos les permito la burla, pero nada más, ¿ok?). Dicho clima, visto desde los ojos de un holandés no es clima tropical, hablamos del infierno.  Con mucho cariño, la gente de mi racho dice que allí sólo hay dos estaciones: Verano... y la del tren, y esta dejó de servir para pasaje hace más de 20 años. Pero a todo se acostumbra uno... menos a no comer. Y al calor... te acostumbras. O como dicen allá: te aclimatas o te achichingas.

   Recuerdo que en Marzo pasado (2012) le llevé a mi madre unos zapatos que conseguí acá en Holanda. Finos y muy bonitos (para que no me salgan que eran chanclas de a 3 pesos del tianguis, nop, éstos eran de lo más nice, digo, eran para MI MADRE, así, con mayúsculas y todo). Los zapatos fueron recibidos como todo lo que le doy a mi madre:
- Ayyy no te hubieras molestado, están de lo más bonitos. Muchas gracias. - Y no importa si es algo que me costó un euro o más de 100, siempre es el mismo diálogo.
   Cuál sería mi sorpresa (y la de ella también), cuando me salió a hacer las vueltas tontas (así llamaba una amiga a tener que ir a hacer los pagos de servicios, como Agua, luz y teléfono) y vio cómo la suela de sus zapatos se estaba DERRITIENDO sobre el pavimento de la ciudad!!! (¿Ahora quien es la mariquita, Ehhh, Ehhhh???).
    Ese, mis nunca bien ponderados, es el clima al que yo estaba acostumbrada... Sol, mucho sol. Y así que llego a Holanda, buscando mis imágenes de postal... y me vengo a dar cuenta de tremendo fraude publicitario! Fraude! regrésenme mis entradas! Voto por voto, casilla por casilla! (Uyyy, disculpen, me emocioné).
   Era el mes de octubre cuando llegúe a Holanda y en mis manos llevaba una chamarra, la única que poseía, cuando arribé en el aeropuerto de Schipol (Amsterdam). Como podrán imaginarse, alguien que vive en un clima como el Sinaloense, posee pocas  (si no es que NINGUNA) ropa de invierno, y, porque soy de lo más extremista, tenía una chamarra bastante ligera que había comprado años atrás, cuando estuve en Alemania... Y nada más.
Foto por Alba Salgado
   En menos de 24 horas pasé de 37° a 15° C, por lo que mi cuerpo presentaba las consecuencias de tal contraste. Así, semana a semana me tocó ver cómo el termómetro perdía 5°C, mientras mi ropa se volvía poco a poco más inservible para este clima. ¿Playeritas sin manga? Adiós! ¿falditas coquetonas? Doei! (Nota para quien no hable holandés: se pronuncia Dui y significa adiós informal, al estilo gringuito del bye)
   Mi marido, como buen holandés, adora ir a caminar... a la playa, a las dunas, al bosque, menos a ciudad y a las tiendas (como buen hombre). Así que cuando me dijo vamos... yo ya estaba arriba del carro antes de que si quiera me dijera a dónde (me doy de rogar para salir, ¿se nota???). Pero como nueva habitante de Holanda, me llevó a Zaanse Schans, muy cerquita de Amsterdam y de mi casa, donde hay casitas tipo antiguo y molinos de viento. Todo muy bonito, divino (o como diría una amiga "¡Cositas!").
   Cuando bajamos del automóvil, me di cuenta que aún cuando habíamos salido estando medio soleado, las nubes ya habían tapado el cielo y el viento comenzaba a aumentar.
- Ayyy, como que hace mucho viento, no?- Comenté por iniciar la plática, porque la verdad el viento no sólo me había hecho arrepentirme de llevar el pelo suelto, sino que amenazaba con quitarme la pashmina.
Zaanse Schaans                       por Alba Salgado
- No realmente- Al principio creí que se burlaba de mi o que nada más quería llevarme la contraria.
- Bueno- Y otra ráfaga de viento volvió a aventar los cabellos que recién había quitado, de regreso hacia la cara.
   Bella la nueva holandesa (dígase yo), caminando por las casitas rumbo a los molinos de viento, mientras sentía que el aire me empujaba por detrás, permitiéndome estar parada casi en diagonal por la fuerza el viento.
   Una gota, dos... Oh Cielos! Comenzaba la lluvia con gotas enormes de agua increíblemente fría. El pensar en abrir el paraguas era prácticamente imposible, porque el aire azotaba por un lado, luego el otro y giraba otra vez. Abrirlo seguro significaría terminar con el paraguas volteado, inservible y con el problema de volver a ponerlo correctamente. No, la situación pedía emprender la huida rumbo a la primera casa, molino, tienda o museo que se encontrara... Y así fue el resto de la salida: viento, lluvia, frío y por momentos... sol.
   Llevo poco más de dos años por estos lares y es fecha aún de que no le sé leer al clima de aquí. Se ve soleado, pero en cuestión de minutos se nubla y termina en la peor tormenta que te puedas imaginar. Por lo que debes salir casi casi con maleta en mano: lentes obscuros en caso de sol, suéter y bufanda para el frío, rompevientos para los ventarrones, así como paraguas y botas en caso de que se suelte tremendo chaparrón TODO el mismo día!
   En las noticias dicen: próxima semana soleado y templado... el resultado? FRIO y lloviendo. Aunque a veces le atinan (más cuando dicen: FRÍO). Pero bueno, si me hubiera puesto a pensar un minutos antes de venir a este pais, me habría dado cuenta de un detalle: Los molinos.
Detalle de Molino
por Alba Salgado

   Si, si, si, son muyyy bonitos y le dan un toque di-vi-no a las fotos que haces, pero si te preguntas el por qué, comprenderás. Para aquellos que sean mexicanos les diré que Holanda deja a Pachuca, sonrojada de vergüenza por lo poquito viento que hace. Si, la ciudad conocida como "La bella airosa" ofrece poca o nada de competencia a los vientecitos que se pueden levantar por estas zonas (o como dicen en mi rancho "¿con tan poquito pinole te estás ahogando??").
   Por lo que, desde los siglos 16 y 17, los holandeses los han aprovechado (Y sufrido), con las aspas del molino. Tremendos vendavales hacían mover el mecanismo del molino y así  ser usado para moler granos (cereales, especias, etc), pero también para mover cierras para cortar madera o para sacar el agua de los lagos, arroyos y canales para crear los polders: lagos que son secados y luego convertidos en granjas, sembradíos y hasta en aeropuertos (Schipol fue hace siglo un lago).

   Y no sólo se usó en esos siglos, actualmente se pueden encontrar los molinos o turbinas de viento como parte normal del panorama. Con éstos, se produce una muy buena cantidad de energía eléctrica que se consume en el país. Aunque haya quien, como mi marido, no les gusta el aspecto que dan a las costas o el entorno, pero bueno, ya están allí y ni llorar es bueno, o si???
   Acaso por la experiencia de los años en que viví en mi tierra (también viví en la Ciudad de México, para quien crea que jamás salí de mi rancho bicicletero), me acostumbré a pensar que, una vez pasada la mañana, SIEMPRE la temperatura subirá a medio día... si??? Pues piénselo de nuevo!
    Era el mes de enero cuando salí temprano en la mañana a mi curso de holandés, la temperatura había sido de unos 5 grados centígrados, pero bueno, el pronóstico era que subiría un par de grados... Sin embargo, durante la pausa de las 10 de la mañana, mientras estábamos en el exterior cual pollitos tratando de tomar el poco sol que lograba colarse por entre las nubes... la temperatura cayó más rápido que piedra en pozooooooooooooooooo.
   De pronto, eso que estaba viendo no podía ser, digo, según mi mente la temperatura subiría a unos 10 grados, pero mis ojos me mostraban algo imposible para eso: lindos y hermosos copos de nieve, blancos como la conciencia de un niño chiquito (no la mía porque esa está de los más cochambrosa!) que caían lentamente, como si fuera una de esas esferitas llenas de agua que agitas y ves como un material blanco va cayendo.
Zaandam en invierno                  Foto: Alba Salgado
   En dos horas, la nieve había cubierto todo con un manto bastante grueso, lo suficiente como para que, al caminar se dejaran grandes huellas en el camino. Las zonas donde había más tránsito de personas la nieve fue siendo compactada bajo los pies de los caminantes, dejando una superficie bien compacta e increíblemente resbalosa, por lo que mis zapatos se volvían increíblemente inservibles, haciéndome caminar cual pingüino en Iceberg, mientras me aferraba del brazo de una compañera de clases...
   Por lo que, si algo he aprendido en estos dos años es que hay que ir con el guardarropa COMPLETO a la hora de salir de casa: Ropa ligera por si hace calor, suéter  impermeable, paraguas, botas de lluvia, gorro, bufanda , guantes y abrigo de lana. Porque ABSOLUTAMENTE todo puede pasar en un loco día en Holanda...

martes, 27 de noviembre de 2012

Especulando...

Pues no, no estoy hablando de pensar profundamente (o meditar sobre algo), no hablo de estar comerciando, simplemente estamos hablando de los speculaas o galleta navideña.
   Y es que aún cuando en muchos otros sitios se celebra la navidad, en Holanda la celebración más importante para los niños, no es el 24 de diciembre, sino el 6 de diciembre: El día de San Nicolás.
    Parte de la tradición en laaaaargas noches, ya que los atardeceres llegan a comenzar alrededor de las 4:30 o 5 de lo que todo buen mexicano llama Tarde, mientras que va amaneciendo hasta más entrada la mañana, por eso de que a veces está muyyy nublado y de días muy fríos, con temperaturas que llegan a los -20 ° centígrados. El comer alimentos ricos y dulces se vuelve una buena compañía cuando afuera está nevando...


   Pues si, las Speculaas son una galleta típica del invierno tanto en Holanda, como Bélgica y algunos sitios en Alemania. Su nombre, según dice más de uno, se debe a la palabra en latín speculum (espejo), ya que el molde con que se hace lleva un relieve que "Imprime" en la masa una imagen invertida (precisamente como los espejos).
 



Molde que se usa para hacer las speculaas
   Otros dicen que el origen del nombre se relaciona más con una de las figuras que más se acostumbra en dicha galleta: San Nicolás (Sinterklaas). Quien OBSERVA el comportamiento de los niños (por eso de los regalos) y la palabra en latín para el observador es... speculator. ¿Acaso la galleta sea un dulce recuerdo que que para obtener regalos, hay que portarse bien?

   Como sea, a la fecha los moldes con las figuras de Sinterklaas y Zwarte Piet (pedor el negro) aún pueden encontrarse entre las ventas de antigüedades y las de segunda mano, así como detalle turístico en sitios como Zaanse Schans (sitio con molinos y fábricas de queso que bien vale la pena visitar).
   Las o los Speculaas son elaboradas con la misma receta que los pepernoten... y aquí, a quien no conozca los pepernoten me dirá: ah no pos si! Ya decía yo! Mujer! si no tenemos idea de uno, menos del otro.
   Así que me detendré un poquito en los pepernoten y en la tradición que hay en ellas, porque estas son las fechas en que se pueden encontrar en Holanda y que se relacionarán con Sinterklaas (cuya historia más detallada pueden encontrar siguiendo el link de la página).
  ¿Que quién es ese Sinterklaas? ¿O también llamado San Nicolás? Pues fue un obispo turco que promovía la evangelización en tierras lejanas, compadeciéndose de los pobres, dejaba regalos a los niños, para que éstos asociaran los regalos con la venida de Jesús Cristo.
   Una de las tantas historias sobre sus regalos, relata de una familia tan pobre que los niños debían ser mandados lejos, si no es que prácticamente vendidos, ya que había sido un crudo invierno y la familia no tenía ni qué comer. San Nicolás vio esto por la ventana de la casa y decidió ayudarles sin ser visto, así, trepó al techo de la casa de la pobre familia (o familia pobre) y por la chimenea arrojó unas monedas de oro. Las cuales fueron a caer directamente a los zapatos de los niños que estaban cerca del fuego para secarlos de la humedad de la nieve...
   En esta historia aparecen varias de las tradiciones típicas de las fechas acá en Holanda:
*Los niños deben dejar sus zapatos cerca de la chimenea o ventana para que así San Nicolás deje un regalo en la noche anterior a su regreso a España (fecha que coincide con la muerte del Santo), dentro del zapato va una carta en la que se enumera lo que se desea, acompañado (según se recomienda para mayor efectividad) de una zanahoria para el corcel de Sinterklaas..
*Los regalos suelen ser para los niños, aunque los adultos también puedan recibirlos, acompañados SIEMPRE, con un recado en rima, escrito por el Santo. Si, Sinterklaas no sólo deja un regalo, sino se da el tiempo de escribir en rima, respecto a cómo se ha portado la persona durante el año.
Pepernooot/Kruidnoot
* En vez de arrojar monedas (como la historia de la familia pobre), se arrojan o esconden las pepernoot para que los niños las encuentren. Aventar las galletas tiene una asociación con la fertilidad, ya que asemeja las manos del agricultor que avienta sus semillas para que crezcan.
   De esta tradición, se fue acostumbrando también, poner pequeñas bandejas de galletas a las entradas de las casas y negocios, como una forma de ofrecer esa fertilidad.
   El nombre de pepernoot (cuyo plural es pepernoten), tendría la traducción literal de nuez de pimienta. Y antes de que me pongan cara de "What?" (o como dicen en mi rancho: JUAT?), hay que comprender que antiguamente en Holanda, casi todas o todas las especias eran llamadas pimienta, (no por nada un chile es llamado pimienta de cayena en muchos países),  además de que antiguamente la receta llevaba un poco de pimienta blanca, por lo que quedaría más bien como nuez especiada, debido a su tamaño pequeño y redondeado, así como las especias con las que se prepara (entre sus  sus ingredientes se encuentran la canela, nuez moscada, jengibre y como ya comenté, pimienta blanca).

Peperrnoot
   De las pepernoten se pueden distinguir dos variedades de galletitas una como la de la foto de arriba, que son las más comunes y son las que se asocian con la escondida o aventada de galletas para que los niños las encuentren y que también otras personas llaman kruidnoten. Pero también podemos encontrar una galletita más pálida, de forma irregular y de la cual se distingue más el sabor del anís también llamada pan de jengibre. Ésta es (o era) considerada más fina qu las otras galletitas redondas, por lo que se usaba únicamente en vasijas ubicadas en las mesas de las casas y oficinas, para dar la bienvenida a los visitantes.


   Como quiera que sea, la noche en que Sinterklaas deja sus regalos y regresa a España, con su(s) asistente(s) Swarte Piet, junto con su blanco corcel en un barco de vapor ya está por llegar, por lo que dejaremos el zapato con la zanahoria (y unas pepernote en un plato junto a éste), para ver qué nos deja...

Buñuelos u oliebolen?


Cada temporada del año tiene sus tradiciones y una de las que más recuerdo durante el invierno, es la preparación de los buñuelos.
 En casa de mis abuelos paternos, por ser de Michoacán, en esos días, la elaboración de los famosos Buñuelos y el atole blanco era no solo un tradición, sino realmente una obligación. Toda la familia era partícipe de la elaboración. Como toda una clase de historia, aquí se comprendía la división social del trabajo. Cada integrante de la familia tenía un puesto y en cada puesto, había jerarquías que debían ser respetadas.
   Mi abuela era la que hacía la masa y la dejaba reposar.  Siempre era ella, porque era ella quien poseía el conocimiento de la receta, así como de los secretos para que la masa quedara suave y poder estirarlos hasta quedar prácticamente transparentes. Años después, cuando ella ya no estaba, comprendí que también mi padre y madre aprendieron viendo, pero jamás se le quitó el puesto de mando en el rancho.
   Todos veíamos el proceso desde el otro lado de la mesa. La harina, la manteca vegetal, el agua, sus manos iban integrando los ingredientes poco a poco, bajo las miradas curiosas de la nietada (y vaya que éramos bastantes). Luego? hacer bolitas con la masa, que después se engrasaban y luego eran cubiertas con un trapo húmedo para dejar reposar...
   Después de un rato, era la hora de hacerlos. Cada uno iba acomodándose en el puesto que le correspondía. Con los años, podías cambiar de puesto (subir jerárquicamente), bajo la aprobación de la abuela. Pero hasta tener la aprobación, debías practicar en tu puesto, cual si fueras un ayudante en un oficio.
  Mis tías (de edad media) eran las que con el palo para amasar debían extender la masa y luego extendían un poco la tortilla con las manos
Buñuelos y atolito
- Uyyy ¿llamas a eso un círculo???- Risas de todos al ver el esfuerzo de una u otra por que la masa se extienda uniformemente. Parece sencillo, pero la verdad, tiene su maña (truco) hacerlo correctamente.
   Era importante demostrar que se dominaba el oficio de "Toda buena mujer": la cocina. dato curioso? quien mejor extendía la masa era mi tío Temo, que a veces se colaba a ayudar en la elaboración.
   De allí pasaba a las de mayor rango (y normalmente, de edad), mi abuela, mi madre y mi tía Tere eran quienes con un trapo en la rodilla, extendían la tortilla hasta dejarla prácticamente transparente.
   Ese es el tradicional buñuelo michoacano (que igual se hace en casi todo el sur de México) bastante grande y delgado; muy diferente al buñuelo Norteño, que es más gordito, casi como si fuera una tortilla de harina  de trigo (de hecho, para quien no le importe las diferencias, puede intentar freír sus tortillitas de harina y luego agregar la miel). Pero que mi abuelo aborrecía (como buen michoacano), ya que, según él, eso era de "viejas flojas" (¡claro!, ¡como no era el quien tenía que trabajar!).
   Elaborar los buñuelos siempre eran momentos felices, momentos de plática, de bromas entre ellos, muchas veces de doble sentido, que iban endulzando el tiempo de la cocinada.
- ¡Mmmmta no sabes ponerte las medias!¡Las has de tener todas hechas unas garras!- Eran los gritos y risas cuando se llegaba a romper la finísima masa.
   Mi padre era el encargado de hacer que la faena fuera más difícil, ya que era quien preparaba las bebidas. Cada año hacía algo muy parecido a las medias de seda, pero caliente, muy caliente e increíblemente dulce. Esta fue una de las pocas bebidas alcohólicas que yo vi beber a mi abuela, por lo que luego, luego se flameaba con el alcohol y se le veía con mejillas sonrojadas y una sonrisa grande.
   Todos bebían, reían y seguían con la faena, mientras se esforzaban por estirar la bendita masa, hasta dejar círculos perfectos de unos 50 centímetros de diámetro y a veces más grandes.
   De allí, era hora para los jóvenes de "Torear" los buñuelos, es decir, cuidarlos de que no se quemaran mientras se freían, siempre supervisados por algún tío que no quería trabajarle en lo otro, pero que buscaba una excusa para darle "pequeñas" probadas a los buñuelos calientes, recién hechos. Los más pequeños se sentaban junto al cartón donde se guardaban los bueñuelos ya fritos, escurridos y fríos para darle robadas  a éstos y comer hasta el cansancio...
   Una vez terminado todo, mi abuela haría la miel de piloncillo y el atole blanco con que se acompañan...
   El atole era al más puro estilo antiguo sin leche y sin azúcar. Para bajarle lo dulce al sabor de la miel en los buñuelos, que casi se caramelizaban con la espesa miel hecha con piloncillo agua y canela...
   Ahora, viendo hacia atrás, me doy cuenta de que no me gustaban tanto los buñuelos, como me gustaba todo el ajetreo que se hacía para la preparación. Era algo que involucraba a TODA la familia. Abuelos, tíos, tías, nietos y más de una ocasión, hasta los amigos y vecinos del rancho. Era el estar en familia, mi familia.
   En mis visitas a Oaxaca, al sur de México, durante estas temporadas, encontré una tradición bastante rara, (desde mi punto de vista claro está), referente a los buñuelos:
  Resulta que antiguamente, junto a la catedral de Oaxaca, se vendían los buñuelos con miel o azúcar rosa, acompañados con su atolito de nuez, rosa, guayaba o blanco. Buñuelo al estilo sureño: grande y casi transparente, muy rico, la verdad y una vez que terminas de comer, tomas tu plato, pides un deseo para el siguiente año... Y azotas el plato contra la pared.
   Si, el plato debe reventar para que el deseo se haga realidad (al menos eso es lo que te dicen cuando los compras). Convirtiéndose en tremendo acto catártico (dígase que te saca cualquier frustración) no sólo el lanzarlo, sino también el ver cuando se rompe. Los platos, para quien se pregunte, no son los de uso común (porcelanizados), sino los que tuvieron fallas y no pasaron por el proceso completo, pero que igual sirven para el propósito.
   Parte del problema era que se usaban las paredes de la catedral para dicho azotadero de platos, por lo que comenzaron haber varios problemas:
   Primero, que la gente se molestó al considerar una falta de respeto a la iglesia. Luego, que las paredes, poco a poco se estaban dañando por los golpes, dejando marcas en la cantera verde típica de la iglesia. Y por último, como el azúcar lleva colorante vegetal rosa, las paredes estaban siendo manchadas de forma casi permanente al penetrarse en la piedra.
   Actualmente, se sigue haciendo la tradición, pero se instala una pared falsa para que la gente pueda realizar el pedido del deseo y la azotada del plato.
Oliebollen
   Holanda no posee los buñuelos como los mexicanos tenemos o conocemos... En su caso, ellos elaboran en la temporada invernal algo que llaman Oliebollen, cuya traducción sería Bolas de Aceite.
   Antes de que más de uno me diga: ¡¡¡AAAAAASSCOOO!!!. Quiero decir que, no son bolas de puro aceite, sino masa FRITA.
   La masa es preparada con harina, levadura, azúcar y pasas que fueron remojadas en licor o ron (para darle un mayor sabor y suavizarlas antes de freír  y en algunas ocasiones se le llega agregar manzana u otros frutos, pero eso deja de ser la receta TRADICIONAL. Dicha masa es  un tanto más aguada que la de los buñuelos (la cual semeja a las tortillas de harina de trigo), ésta es más como una masa para pastel (bastante pegajosa, si me preguntan). Por lo que se va vertiendo a cucharadas en aceite caliente (de allí su nombre), una vez cocinadas y escurridas, se sirven calientes espolvoreadas con azúcar glass.
   En caso de desear hacerlas, se vende masa pre- hecha (de esa de sólo agregue agua o leche y ya). Donde el único detalle es que hay que esperar algo así como  media hora para que la levadura actúe. Y, para quienes no están en Holanda y me están acusando de móndriga que sólo ando antojando... acá les va la receta (en ESPAÑOL), para las que son más hacendocitas y quieren probarlos. Sólo hay que picarle en la palabra receta y les llevará al link de la receta.
   Para quien está en Holanda y es prófuga del metate, es decir, que no cocinas ni en defensa propia (pero también las que de pronto simplemente te niegas a cocinar), afuera de muchos supermercados así como en algunas plazas, se pueden encontrar carros que venden dichas bolitas y que te ahorran la pena de la preparación, a la vez que te ayudan a calentar las manos cuando caminas entre la nieve. ¡Eet Smakkelijk! (provecho)

martes, 20 de noviembre de 2012

No me pida regalo que yo no soy Pedro el Negro!!! (ik ben niet de swarte Piet)

Y bueno, yo creía que tenía una semana más, pero el señor se me adelantó... A que me refiero? A Sinterklaas, quien llega desde tierras muyyyyy lejanas Sinter Klass.
   Emmm, de hecho, se supone que viene de España, donde pasa casi todo el año hasta el mes de diciembre.  (si hasta parece pensionado holandés). Sí, hace muchos años España estaba tan, pero tan lejos de los holandeses (porque había que ir en barco, ya que por tierra era más largo que la cueresma). No era como que te trepas en el avioncito y llegas en hora y media a Madrid. No, SinterKlass viene en barco y como invitado importante, es recibido...

   Eran mis primeros meses en Holanda (imaginen, había llegado en Octubre), y yo apenas sacaba la cabeza fuera del caparazón, cual tortuga de los galápagos (digo, por lo grande y lenta, no por lo vieja y en vías de extinción, ¡aunque a veces lo parezca!). Un nuevo país con un clima frío, muy frío. Las lluvias habían pasado, pero la temperatura caía como piedra en pozo...pozo...pooooozo (Eso, mis muy estimados es el eco del pozo, porque cuando digo caer... me refiero hasta los -10 o -15 grados centígrados o más).

   Dos semanas después a la noche de las linternas (celebración de San Martín), mi marido me dice: Hoy llega Sinterklaas.
-Mucho gusto! Digo, y como que quién es Sin ter...???- Ya no pude decir el resto, sonaba para mi raro. -Sin ter... ESE!.
-Sinter klaas. Es lo que los gringos usaron para Navidad y llamaron Santa Claus. Hoy llega a Holanda.
- En noviembre??? No te parece que llega un poco adelantado para la navidad? Digo, es más de un mes para el 24...
   Y aquí comienza la diferencia en las tradiciones... No sólo con México y latinoamérica, sino incluso con los Estados Unidos (y otros tantos países del mundo).

San Nicolás es el Santo Patrono
de Ámsterdam
   Sinterklaas o Sint Nicolas (San Nicolás de Bari o de Myra), nació en Turquía, quien a pesar de ser de familia adinerada, repartió todo a los pobres y se fue a vivir a Myra (otra ciudad de Turquía). Donde fue consagrado obispo. Según dice la leyenda, se le otorgó el obispado por pura chiripa (suerte), ya que los responsables de designar el nuevo obispo de Myra (tras la muerte del anterior), simplemente no se ponían de acuerdo quién sería el sucesor, por lo que dijeron:
-El primer sacerdote que entre en el templo, ESE va a ser!- ¡Y éste fue San Nicolás!
   Mucha de su vida la pasó en la evangelización, viajando mucho para ésto y llevando regalos a los niños. San Nicolás murió ya viejo en Myra un 6 de diciembre, pero sus restos fueron llevados a la ciudad de Bari tras la ocupación Musulmana de Turquía.
   Y acaso se preguntarán, cómo es que alguien de Turquía se asocia con Holanda y más aún, porqué se dice que se va a España, si Bari está en Italia... Ohhh que los relajos! No se ponen de acuerdo? Pues si, pero no.
   El obispo Nicolás promovía el CATOLICISMO (de allí la ropa que trae), llevando los regalos en diciembre, para asociar los regalos con el nacimiento de Jesús.
   Aunque muere en Myra, sus restos fueron llevados a Italia, que en ese entonces era parte del reinado ESPAÑOL y como los españoles tuvieron de colonia a Holanda...Une los puntitos y verán el porqué de todo este jaleo de que viene de España. Además, en ese entonces España era algo así como que el fin del mundo...
   La importancia en Holanda? Ok este santito es nada más y nada menos que el patrono de los niños y de los marineros... Y aquí sale un ¡¡¡ahhhhhhh!!! (y si no, de todas formas, díganlo para que los efectos sonoros vayan bien), porque Holanda ha debido su importancia y crecimiento al intercambio MARÍTIMO. O para que me entiendan mejor, es hasta hace un par de años que el puerto de Roterdam era el más grande (en volumen de materiales que se movía en él) del mundo. (ya vieron el por qué del ¡ahhhh!!!?).

   Entendiendo AHORA quién es el bendito Sinterklaas, regresemos a mi relato...
-...No te parece que llega un poco adelantado para la navidad? Digo, es más de un mes para el 24...
- Pues si, pero Sinterklaas no es Santa Claus...
-Achis piachis, suena igual, se ve igual, pero no es lo mismo??
-Exacto, es igual, pero diferente.
- ¡Nooooo pos si! Ya entendí! (después me di cuenta que esta a veces es la mejor explicación de las cosas Holandesas).
   De allí vino toda la explicación: En los Países Bajos, Bélgica y algunas partes de Francia (así como las respectivas ex-colonias) se le recibe alrededor de 2 semanas (a veces menos) después del día de San Martín (11 de noviembre).
Esperando la llegada de Sinterklaas
- Y cómo es que me dices que HOY llega? Digo, no es como que Llega-Llega, no?
- Pues si. Cada año hay un festival donde se le da la bienvenida a Holanda.
-Ahhh entonces es un día?
- No
- A ver, a ver, barajéamela más despacio
- Como personaje importante, Sinterklaas llega Holanda a una ciudad principal... digamos Amsterdam acompañado siempre de su caballo blanco y Zwarte Piet, su asistente. Allí, algún representante del gobierno (usualmente el alcalde) le dará la bienvenida y después habrá un festival musical, con canciones y bailables en honor de Sinetrklaas, quien llega SIEMPRE en un barco.
- El alcalde??? El VERDADERO alcalde?
-Pues si, alguien debe darle la bienvenida a Sinterklaas
- PERO ES SINTERKLAAS, no un Presidente- Digo, entiendo que las costumbres sean importantes y promoverlas, también, pero incluir al verdadero ALCALDE de una ciudad o pueblo??? Esto me pareció un poco... demasiado.
- Es un obispo y es recibido como a cualquier embajador o figura importante. La noticia es cubierta por los periódicos cual embajador. Y como tal llega acompañado por varios zwarte Peiten, que son sus asistentes y su corcel blanco.
- Zwarte Pieten? Toooodos tiernen el mismo nombre?
- Pues si, sean hombres o mujeres, se les llama igual. Y van vestidos con ropa de paje (criado), mientras que Sinterklaas siempre va de rojo en ropa de obispo, que incluye la biblia y el gorro de obispo católico.
- Y me dices que no es UN día?
Sinterklaas llegando a un pueblo en los Países Bajos
- Ok, la llegada OFICIAL a Holanda es un día, pero Sinterklaas es recibido en cada pueblo o ciudad en diferente día, usualmente los fines de semana (¡hay mira, que considerado con los padres que tienen que trabajar y no hay forma de llevar a los niños entre semana!) y se quedará hasta la noche del 5 de diciembre, cuando dejará los regalos antes de partir de regreso a la lejana España (como típico pensionado holandés que tiene su casa de verano es España).
-Entonces el tipo anda en gira en Holanda, cual si fuera los Rolling Stones o Lady Gaga????
- Pues, si.
- Ayyy no mmm... me vengas a decir eso!
- Digo, de qué otra forma va a poder verlo llegar cada niño en Holanda??
-Por televisión?
- Siii, claro, hay programa de transmisión en vivo (y sus respectivas repeticiones) con todo el espectáculo, así como cantantes invitados.
- Ahora me vas a decir que tiene sus propias canciones?
- Pues si, hay muuuchas canciones que hablan de Sinterklaas y de Zwarte Piet, así como películas, caricaturas y dibujos.
-Zwarte Piet?

   Y de allí vino la explicación: Mientras que en la tradición de los Estados Unidos, Santa Claus tiene de asistentes una especie de duendes, a la hora de las entregas le toca a él solito todo el jaleo de bajar por la chimenea y poner los regalos; Sinterklaas aparece (desde algo así como el siglo 18) siempre con un asistente que se llama Zwarte Piet (Pedro el Negro), un paje/siervo negro, quien baja por la chimenea colgado de una cuerda para dejar los regalos. A la hora de los eventos y espectáculos puede haber montones de asistentes, por no decir cientos de Zwarte Piets, TODOS se llaman igual (Zwarte Piet), sean hombres o mujeres y TODOS van vestidos con trajes de paje muy colorido, con gorritos y pluma decorativa. Por qué no tener más nombres... Ni idea, acaso sea una de esas tradiciones holandesas que son, porque son, porque así han sido y no le muevas que agitas el agua...

   En serio, no me lo creía esto de un representante de gobierno en todo este jaleo, por lo que rápidamente me puse mi abrigo rojo de lana (estaba haciendo muuuucho frio), mi gorra morada y salimos...

Papá "Disfrutando"
la llegada de Sinterklaas
   Fuimos fue al pueblo vecino, que queda a la orilla del río , así, en uno de los puentes, estaba un pequeño estrado y muchos, pero muchos padres con sus respectivos niños... Lo que me sorprendió (y que mi marido no me comentó) es que muchos niños iban disfrazados de Zwarte Piet (con gorrito, peluca, trajecito y la cara pintada de negro y labios rojos. Hacía bastante frío, pero padres y niños esperaban LA LLEGADA.
   Montones y montones de pequeños Pedritos andaban jugando y riendo de cómo se veía su amiguito. Sólo unos pocos iban disfrazados de Sinterklaas.
-¿Y eso?
- Bueno, Zwarte Piete es quien hace las bromas, los juegos y asiste a alguien más bien viejo, mientras que Sinterklaas tiene una figura más seria.
   De pronto me doy cuenta que más de un niño me está viendo muyyy insistentemente... Mmmm, qué pasa?
Volteo a los lados y veo a los adultos... TODOS vestidos de negro o algún otro color obscuro. Todos, menos YO. A mi se me ocurrió ponerme mi abrigo favorito color rojo en juego con un suéter morado y una gorra morada (tipo boina con visera).

   Y si, no soy güera (rubia), sino más bien prietita (morena color de llanta, diría más de un galán de tortillería), ojito café y cabello negro (si, a mis más de 40 años, sigue negrito natural). Ok, para que se den una idea... Piensen en Zalma Hayek... Ya? Ok, ahora ¡olvídense completamente de ella! porque nada más no nos parecemos en nada. Y aunque más de un niño me señale y diga:
- Mira mamá, Pedro El negro!- pues no, yo no soy asistente del señor Klaas. Sólo soy una morenaza que le gusta vestir colores más vivos para el invierno y lo de la gorrita... bueno, ok, eso fue una coincidencia...

   Otro niño chiquitito que estaba en brazos de la mamá, blanco como la leche, ojito azul y tan rubio que sus cabellos eran prácticamente blancos, me mira muy seriamente, analizándome...
-Si yo soy zwarte Piet, tu eres una salamanquesa, ok?- Pensaba para mí, mientras lo veía igual de analítica, cual si fuera duelo del viejo oeste. Ninguno de los dos dijo palabra ya que fuimos interrumpidos.
   Los gritos comienzan -Ya llegó!-. ¡Ohhh que la canción! Que no señores, que yo no soy Pedro el negro!
-Allá llega Sinterklaas!- Escucho a mi marido explicarme.
- Ahhhh bueeeeno- ya creía que iba a tener que irme por causar conmoción o de plano conseguirme una bolsita con galletitas para repartir mientras los originales llegaban.
   Varios barquitos se aproximaban poco a poquito, en el primero viene Sinterklaas y con el muchos, pero muchos Zwate Piete. Los niños comienzan a emocionarse, reír y gritar increíblemente emocionados:
-¡¡¡SINTERKLAAS, SINTERKLAAS, SINTERKLAAS!!!

Llegada de Sinterklaas
   Lentamente, el barco llega junto al estrado y la parte ceremonial comienza, mientras tanto los Zwarte Piet siguen bajando de los otro barcos, varios traen bolsitas en las manos y comienzan a repartir galletitas (pepernoten) y dulces 
   Los gritos, las risas, los niños REALMENTE emocionados por ver a Sinterklaas y aunque hace mucho frío, ya casi no se siente por la fiesta que se está armando. Poco a poco, el señor va pasando a saludar a los niños, mientras los Zwarte Piet vienen y van dando galletas a los presentes. Y si, ésto de ir a la llegada de Sinterklass, vaya que emociona.

   Parte de la tradición dicta que los niños deben dejar el zapato la noche del 5 de diciembre con su lista de pedidos. Anteriormente se dejaban junto a la chimenea, pero con esto de las calefacciones, ahora se dejan en la sala o igual un zapato hecho de papel en los centros comerciales.
   Se decía que había que dejarle una zanahoria o un poco de heno, dentro del zapato para que Sinterklaas alimentara al caballo, que va pasando de techo en techo, mientras Zwarte Piet baja por las chimeneas con una cuerda y deja los regalos (como dije: no, en este Sinterklaas no baja como el gringuito Santa Claus, sino el asistente, que ya de inicio, es negro). Así, la mañana del 6 de diciembre, amanecerán los juguetes o dulces dentro de los zapatitos.

Zwarte Pieten
   Junto a los regalos siempre viene una nota escrita por Sinterklaas, quien muy ingeniosamente deja un mensaje al regalado, referente a cómo se ha comportado, el regalo y/o la intención del regalo, todo en verso, aún cuando la métrica del poema no siga regla alguna.

      Holanda maneja sus propias tradiciones y los ayuntamientos (Gemeentes), tratan de apoyar y reforzar estas tradiciones para no caer en los gringuismos gachos del gordito vestido de rojo. Al punto que en los periódicos locales se publican las fechas y horas en que el Santo de los niños se presentará. Y existen varias páginas en internet que tratan SÓLO acerca de su visita. Igualmente, los centros comerciales hacen sus propias presentaciones y promueven que los niños dejen un zapatito (hecho de papel y coloreado por ellos mismos), para Sinterklaas. 


   Este año, la llegada del barco de vapor de Sinterklaas a Amsterdam se calculaba la presencia de miles de niños y más de 200 zwarte Pieten, siendo la llegada del Santo, más grande del mundo

   Así, se portan bien y ponen su zapato, no les extrañe escuchar pasos de caballo sobre el techo de la casa...

jueves, 15 de noviembre de 2012

Crónica de Sint Maarten.

Antes que nada, me gustaría mandar un saludo y un profundo agradecimiento a Claudia de la Vega, quien me sugirió comentar el tema que a continuación presentaré.

   Mi crónica del día de San Martín de Tours (Sint Maarten o Lampionnenoptocht.....).
   Como dije la semana pasada en el blog, esta vez habría de pasar un día tradicional holandés, de la forma tradicional holandesa.... Así, fui a la tienda y me conseguí una especie de protector para las velas, ya que quería poner una en la ventana, tal cual dicta la tradición de St Maarten.
   Este año, contrario a los dos años anteriores que he estado en Holanda, fue un día aunque un tanto frío, soleado y sin lluvia (suena a tarugada, pero créanme cuando les digo que en Holanda pueden estar las 4 estaciones en un mismo día y a veces combinarse la lluvia con un sol despampanante).
   El día había transcurrido normalmente y aún cuando a mi marido no le había gustado mucho la idea, estaba trabajando en la cocina de la casa (estamos haciendo remodelación de toda la casa y yo cual general, estoy al pie del cañón evitando que éste vaya a desertar). La tarde iba normal, hasta la pregunta de mi marido:
- Ya tienes listos los dulces?
- Siiii, (muy orgullosa de mi misma) compré una bolsa de mini chocolates, dos de monedas de chocolate y el porta velas.
- Y crees que eso va a ser suficiente?- Me miró con ojos de duda.

Linternas en el desfile de IJsselstein 
   De pronto en mi cabeza apareció la imagen de cientos de niños corriendo por las calles con sus lámparas, pidiendo los dulces que se me iban a terminar y poniendo ojos de decepción... Ohhhh esos ojitos de ternera a medio apachurrar que te miraban diciendo: ¿Cómo pudiste comprar tan poquitos dulces???? ¿cómo???
- ¿Tu creés que no son suficientes?- Pregunté, pero ya no importaba lo que dijera, la duda se había sembrado en mi mente y esos cientos de ojitos decepcionados. ¡¡¡ohhh, esos ojitos!!!! no me dejaban en paz.
   En ese momento dejé a mi marido cargando una estantera doble de la cocina, sin importar que me dijera que la tienda estaría abierta hasta las 8 de la noche. ¡NADA! Yo no podía decepcionar los cientos de niños...
   En la tienda, la sección de dulces parecía película del oeste... sólo se veía pasar esas bolas de ramas que se ven en el desierto. Los dulces, habían sido arrasados por otras personas que se negaban a ver ojitos decepcionados...
   De las pocas bolsas que quedaban, elegí una de surtido mixto rápidamente, porque una señora estaba punto de desenfundar su arma en un duelo por obtener los chocolatitos y aunque dudé si aún así sería suficiente, regresé a casa tan rápido como pude, digo, ya venían las hordas hambrientas de chamacos cantores...
   La vela fue puesta como dicta la tradición, los dulces acomodados en una charola y yo, de regreso con el  marido y la estantera doble que seguía tratando de colgar.
   Mientras mi marido hacía un nuevo hoyo en la pared para poner los sujetadores FIUSHHH!!! la luz se fue. Creo que el pobre había causado un corto circuito en la casa, por lo que nos había dejado en total y absoluta obscuridad.
- Hay que revisar la caja de contactos- ¡No pos si! ¡A veces brilla el canijo! Y mientras aquel iba a la entrada de la casa, yo me arranqué a buscar una lámpara... que no tenemos.
   Si, ya sé, ya sé, es importante que en caso de emergencias tener una... pero no la tenemos, así que me agarré con una lamparita para las bicicletas (en Holanda por ley debes llevar luces cuando vas en bicicleta, por lo que venden unas mini lamparitas de led por algo así como un euro) y fui a la puerta.
- No veo nada- Ahhh! ¿En serio??? Yo que creía que él era como los murciélagos!
   Y apuntando con la lamparita, tratábamos de re conectar la luz... cuando vocecitas y pasitos se escucharon del otro lado de la puerta. La voz de un niño dijo en holandés:
-Aquí si hay alguien, veo luces en la puerta. - Claro! éramos nosotros peleando con los contactos y la mugrienta lamparita que no ayudaba mucho.
  Cuando abro la puerta dos niños: uno de tres y otro de cinco años con sus lamparitas comienzan a cantar...

"Sint maarten, Sint Maarten,
de koeien hebben staarten,
de meisjes trekken rokjes aan
daar komt Sinte Maarte aan"

que más o menos se traduce como:
San Martin, San Martín
Las vacas tienen colas
Las niñas se ponen faldas,
allá viene San Martín...

   Eso era una pesadilla, mi marido peleando con los contactos, yo con la lamparita en la mano, los niños cantando y los papás cantando OTRA canción de Sint Maarten... ¿Y los chocolates???
   La mano de mi marido emerge de la obscuridad con la bolsa de los chocolates y cuando les ofrezco a los niños, cada uno espera muy calmadito, toma UN chocolate, da las gracias y se va. Cuando le ofrezco a los papás, dicen gracias, pero no y se van...
   En mi mente, quedó fija la luz de sus lámparas y de pronto la idea de usarlas para trabajar en la caja de contactos brincó en mi cabecita loca... Ganas no me faltaron de quitarle las lamparitas para tratar de iluminar el sitio, pero ya me imaginaba a los niños y a sus papás en tremenda tremefulca por recuperar los lampionen al más puro estilo de la lucha libre mexicana: técnicos contra Ruda (yo); también me detuvo el imaginarme que muy probablemente saldría al día siguiente en las noticias como una especie de Grinch que quiere acabar con el tradicional Sint Maarten. Así, resistiendo a la tentación, regresé a la mugrienta lamparita junto a mi marido y la luz (que tardó buen rato en arreglarse) regresó.
   Y es aquí cuando uno puede dejar pasar de lado lo que pasó (y no me refiero al posible jaleo): Los niños de forma CALMADITA van uno a uno tomando UN dulce, no más y los padres? No toman la oportunidad de agarrar un dulce (digo, yo les ofrecí).
   Ya recuerdo los años en que, cuando niña pedíamos Halloween (tiempo atrás cuando los dinosaurios regían los dulces o travesuras)... Era la gritadera total y absoluta, corríamos por las calles, gritábamos el queremos Halloween y cuando había dulces, todos querían ser el primero. Esta situación no ha mejorado con los años ya que cada vez son las mismas correteadas y escándalos hasta altas horas de la noche por parte de los niños, igual a cuando yo era niña
   ¿Acaso es porque los niños que van por la calle en Holanda tienden a ser pequeñitos? O quizá porque el papá o la mamá están a tiro de piedra (demasiado cerca) y hay que comportarse? o simplemente los niños son más educados, más calmados o menos desordenados? ni idea, pero de que uno puede percibir esta diferencia, lo puede.
   Aún cuando yo ya había imaginado cientos de ojitos tristes cuando se terminaran los dulces... temo que mi dotación de dulces no bajó gran cosa de como estaba originalmente. Y he aquí que me tocó recibir cátedra de mercadotecnia...
   Como mencioné, pocos fueron los niños que vinieron a la puerta a cantar, no entendía muy bien qué había pasado con los cientos de niños que esperaba, quizá se habían perdido o quizá en mi calle vivimos puros adultos ya madurones y poco o ningún niño.
   Mientras seguíamos revisando qué había causado el apagón y las consecuencias de la tarugada que habíamos hecho, vuelvo a escuchar vocecitas y luego el timbre... Eran una niña de unos 5 años y un niño de aproximadamente 7. La nena comenzó con la canción, mientras el niño no salía de su papel de guarura de Britney Spears (en serio que sólo le faltaban los lentes obscuros!). Eso si, cuando saqué los chocolates, el canijo bien que agarró su dulce (supongo que era su comisión como representante de la Spears) y con aire confiado me pregunta
- Han venido muchos niños a cantar a su puerta?
- No, la verdad es que sólo algunos
- Lo que pasa es que debe abrir sus ventanas paras que los niños veamos que en estos momentos la casa está habitada, además, debería poner una luz en la puerta, porque está muy obscura su entrada, ésto aleja a los niños que quieran cantar en su puerta.
   Y allí estaba yo siendo aleccionada por un guarura enano. La lección mas clara y sencilla de mercadotecnia infantil no pudo ser... ¿Así que ése había sido el error por el cual los cientos de niños cantores no habían acudido a mi puerta???
   En cuanto se fueron dejé entreabierta la cortina y me senté a ver la televisión, pensando en las formas de promover mi producto... Pero la situación no mejoró mucho.

   Esa situación no fue para nada igual a la de una compañera de trabajo de mi marido, quien vive a sólo unas cuadras de nuestra casa, pero más cerca del centro comercial y de la nueva sección de casas del pueblo. Total y absoluto relajo con ella, al punto que uno de los vecinos optó por dejar la puerta abierta antes tan continua presencia de los niños con sus lampionen. Cada que se quería ir a hacer otra cosa, algún chamaco tocaba el timbre y comenzaba con las cancioncitas, así, renunció a intentar alejarse y se sentó en el exterior con la bandeja de los dulces ¡No se vale! Mis cientos de niños cantando fueron interceptados por ellos! ¡Los muy canallas! ¡Fraude! ¡Policía!

   Cuando le comenté a mi marido sobre lo calmados y bien portados que éstos estaban me dijo que no siempre es así (claro, hay de todo en esta villa del señor, pero no es el ataque de los apaches, como en mi rancho), igual hay los niños que arman más escándalo que otros y los que sólo quieren dulces sin hacer el intento de cantar, pero mi marido en eso si es purista: No canción? No snoepje (dulce). Y aunque mi marido es un amor, llega a poner ojos de pistola que hasta a mi me llegan a preocupar.
   Me alegra poder seguir una tradición tan linda como Sint Maarten y espero que el próximo año mi casa tenga mejor raiting respecto a los cientos de niños cantores, pero si no? Mi marido estará más que feliz en comerse los chocolates que han quedado... a cambio de una cancioncita, claro está :-)