martes, 13 de noviembre de 2012

Momentos extraños...

   Era la tarde/noche de 3 de noviembre. Después de haber pasado una linda tarde en Ámsterdam, regresábamos a casa cuando el sol se había puesto. Mientras mi marido estacionaba el carro en la calle, se podía disfrutar del silencio que siempre hay en una pueblo holandés. De pronto... veo pasar un pingüino en bicicleta.
   Si, leyeron bien, era un pingüino enorme. Cuando le dije a mi marido se me quedó viendo con ojos de: Cuando me descuidé te fumaste un cigarro de marihuana??? Simplemente le dije: 
- Vé, allí va una prostituta y una Hello Kitty

   De pronto una procesión de bicicletas pasó junto al carro. Jóvenes en todo tipo de disfraces venían pedaleando sus bicicletas, mientras reían y platicaban, ignorando nuestras miradas extrañadas...

- Ahhhh! debe ser por el halloween -Me dijo mi marido
-Pero por qué todos van en la misma dirección?- Otro grupo, ahora con monjes en bicicleta y dos payasos batallando por los zapatos con los pedales pasaron junto a nosotros.
- Supongo que porque van al bar del pueblo vecino- Un plátano a punto de caer y un vaquero en tenis reían ante la posibilidad del accidente.
   Si, la escena estaba siendo demasiado rara para mi. Y no me refiero a los disfraces, que he de decir, son bastante diferentes a los que acostumbraba ver por el famoso Jalogüín (halloween) en mi pueblo,  en México. Allá, Las chicas parecen que están en concurso de cuál se ve más real como prostituta, dominatriz sádica ó actriz porno, mientras los chicos van disfrazados de psicópatas.... Es decir, que se ven como cualquier otra persona, sólo con un cuchillo. En algunos casos, van de drácula tercermundista: Con saco, en vez del famoso smoking de Vela Lugosi (el que inmortalizó la imagen del drácula elegante); dientes de plástico que a kilómetros de distancia te das cuenta que son falsos (de esos que compras en las maquinitas de chicles) y un piquito negro en la frente muy al estilo chiquidrácula.
¡Imagina encontrar esto a la mitad de la calle!
   No, los disfraces eran lo que menos me sorprendía (después del impacto inicial, claro está). Lo que no comprendía era porqué tanto chamaco andaba en sus bicicletas cuando estaban completamente disfrazados. Ok, la bicicleta es la forma más común y barata de desplazarte, pero por favor! a ¿Una fiesta? Digo, que pasa ya que la fiesta termine?
- Sencillo, se montan a la bici y ya los veremos yendo en sentido contrario a eso de las 2 de la mañana, cuando cierran el bar.
   Y bueno, si vas en bici al bar para una fiesta, es LÓGICO que los vas a ver de regreso con la bicicleta, a menos que la dejen en el sitio.

   Pese a que eso de celebrar el Halloween de los gringuitos me parece una pobre excusa para disfrazarte y beber hasta embrutecer. Debo aceptar que ver pasar las procesiones de ciclistas disfrazados fue bastante divertido.

   Ya después comprendí que aún cuando manejar una bicicleta en estado de ebriedad es ilegal, los efectos de un choque o accidente son mucho menores que si se te ocurre agarrar las llaves y subirte al carro. Además, siempre que no se pueda manejar la bicicleta, es más fácil de empujarla hasta que la ebriedad se pase y puedas montarte otra vez, cosa que siendo un carro, pues va a estar cañón, no?


   Un amigo me contó que retomó la bicicleta en Holanda, después de muchos años, una noche que se fue de rumba. Lo peor no fue la falta de costumbre o la torpeza por la falta de práctica, después de muchos años (como más de alguno de los que han retomado las bicis en Holanda ha sentido), sino que una chica, con la que estaba quedando bien durante la fiesta, le ha pedido que la lleve, aún cuando el pobre ingrato estaba hasta las chanclas de alcohol (Lazarus, dirían los holandeses). ¿Cómo llegó a casa? Todavía no recuerda (¡Así habrá bebido!), lo que si ha recordado es que al menos 3 veces ambos han ido a acabar al piso todos despatarrados ante la falta de pericia de mi amigo.
   Y si, un moretón aquí, un raspón por allá, mucha risa ante las caídas, pero nada de seriedad. No se pone la vida de otros en peligro por manejar bajo la influencia del alcohol.

- Creo que más de uno va a tener que recordar hacer su disfraz más sencillo para traerlo puesto mientras le pedalea.- Dije mientras un chico enorme disfrazado de panda en peluche y pantunflas de garras iba a toda velocidad tratando de alcanzar a otro chico con peluca anaranjada y faldita rosa de tutú...

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