Primero, para quellos no versados en el finísimo lenguaje de la Ciudad de México (Ciudad en la que viví por casi 15 años durante mi más tierna juventud), cuando alguien dice Carcacha y se les retacha, es con la intención (muy poética porque se plantea en verso) de que aquello malo que se te ha dicho, se refleja y recibe quien lo envió.
Y si se preguntan si ya se me botó la canica (me volví loca) o si ando de prosaica, vulgar y poco fina. Eso ya pasó hace tanto que ya ni me acuerdo. Pero no, sólo quiero comentarles algo que había escuchado acá.
Estaba sentada viendo la televisión, un programa alemán con subtítulos en holandés. Antes de que digan: “Asco la vieja, se cree mucho porque entiende el idioma”, debo decir que es gracias a que el programa tiene mucha acción y un nivel de diálogos tipo película de Jean-Claude van Dam (o será de Terminator con su I'll be back)?, logro entender algo así como la mitad y cuando me pierdo en los diálogos, le pregunto a mi viejo y según él, me aclara lo que se dijo. Digo según él, porque a veces me deja peor de cómo estaba, pero ¡se ve tan tierno intentándolo! que me da tristeza decirle que me dejó peor. El guionista del programa jamás ganará el premio nobel de literatura. Pero bueno, a mi marido le gusta la serie, ¿qué les puedo decir?
Y de pronto, en una de esas escenas de saltos, gritos y explosiones, uno de los policías (alemán) simplemente grita sheiße, que significa en español: mierda. Como años atrás estudié alemán (y una de las primeras cosas que se aprenden al comenzar en los centros de idiomas son los insultos), sabía el significado y que los alemanes lo usan bastante frecuente.
Cobra 11 |
Sin embargo, cuando veo los subtítulos, leo “tering" y como se podrán imaginar, la cabeza de una sinaloense bastante boca-suelta (yo), se imaginó una lista bastante larga y colorida de palabras en español que podrían ponerse, agregarse como traducción.
Pero antes de que salgan los defensores de la moral y las buenas costumbres, evítenme la pena de ignorarlos, sí, nadie en SU mundo dice insultos y yo, como persona que tiene un blog, "Debería" mantener la corrección del idioma... etc., etc., etc., yo ya pensé la lista y aunque ya puse la traducción literal, dejo a su libre albedrío la palabra que ustedes pondrían utilizar.
Pero antes de que salgan los defensores de la moral y las buenas costumbres, evítenme la pena de ignorarlos, sí, nadie en SU mundo dice insultos y yo, como persona que tiene un blog, "Debería" mantener la corrección del idioma... etc., etc., etc., yo ya pensé la lista y aunque ya puse la traducción literal, dejo a su libre albedrío la palabra que ustedes pondrían utilizar.
Ok, allí estaba yo, leyendo la palabra Tering y como para algunos de ustedes, ponía ojitos y boca chiquitos, tratando de adivinar el significado en holandés... Bueno, no supe, por lo que volteé a ver a mi mariado y le dije:
- No, pues ni idea. ¿Qué significa Tering?
- Tering es una enfermedad, es la TB.
Para aquellos que la explicación les dejó igual que antes de leerla, explicaré: TB y Tering se refieren a la tuberculosis ¿? Pue sí, resulta ser que los holandeses usan entre otros tantos temas (etnicidad, partes pudorosas, ideologías, etc.), las enfermedades. Y es aquí donde me resultó un poco extraño y si quieren, hasta "Tierno".
Ahora, haciendo menoría al respecto, recuerdo que más de un par de veces, cuando mi marido se ha lastimado cuando estaba haciendo reparaciones en la casa, lo escuché decir palabras como Tifo, Cáncer y sífilis. Disculpen si soy directa, pero al momento me causó risa (no el golpe... ok, bueno, eso un poco), sino el usar una enfermedad como insulto. Me pregunté por qué el nombre de una enfermedad era usada como insulto. Pero mi marido no pudo explicarme.
Digo, si usamos la definición de wikipedia donde un insulto se usa con la intención de lastimar u ofender, las enfermedades no me resultan a mí ofensivas como llamarle a alguien Nazi o Rata los insultos o "scheldwoorden" para los holandeses.
Y bueno, luego agrega que es difícil precisar un insulto, ya que éste se haya determinado por las convenciones sociales y culturales. En los países de habla hispana, si mal no recuerdo mi investigación en la universidad sobre "el mexicano y el lenguaje cotidiano", los insultos en su mayoría, hacen referencia a la sexualidad (ok, hay más referencias, por eso dije MAYORÍA), otros tantos a los progenitores, la apariencia o las capacidades físicas. La idea es hacer sentir mal al otro y por tal, debe primero ser entendido (idioma) y luego que produzca malestar.
Ok, ya entendí que los insultos van con la idea de lastimar u ofender a la otra persona, lo que me hace cuestionar cómo fue que las enfermedades fueran convirtiéndose en una palabra altisonante en Holanda. Y los que les dije no son los únicos, agréguenle a la lista el Cólera, la tifoidea, calvicie, etc. La respuesta, me temo, no la tengo, sólo la curiosidad ante tal situación.
Digo, en México, cuando se insulta, van con la intención de que duela y usualmente no nos referimos tanto a quien estamos insultando, sino más a su progenitora, a quien el insultado no puede defender (porque tampoco está allí), digo, no sé ustedes, pero yo hago referencia a todo el árbol genealógico (al menos 5 generaciones) cuando me llegó a golpear mi dedito del pie contra la esquina o la pata de la cama, cuando ando medio dormida en la mañana.
Digo, en México, cuando se insulta, van con la intención de que duela y usualmente no nos referimos tanto a quien estamos insultando, sino más a su progenitora, a quien el insultado no puede defender (porque tampoco está allí), digo, no sé ustedes, pero yo hago referencia a todo el árbol genealógico (al menos 5 generaciones) cuando me llegó a golpear mi dedito del pie contra la esquina o la pata de la cama, cuando ando medio dormida en la mañana.
Recuerdo que cuando estaba en mis cursos de holandés para presentar el examen obligatorio del idioma (nop, yo no hice el examen sencillo de integración, sino el de conocimiento más elevado de holandés, llamado Staat Examen o NT2), como aprender el idioma me estaba siendo demasiado difícil y me estaba yendo como chango (mono) en feria: Para arriba y para abajo, sin descanso y sin recompensa. Solicité ayuda y el ayuntamiento, tras darse cuenta que yo era más enfadosa que una espinilla no madura en la nalga, me mandó un Taal Coach, dígase, un tutor. Debo agradecerle toda la paciencia que tuvo conmigo y que, gracias a ella, pude pasar el examen.
En una de las tantas clases que me dio, le pregunté sobre la palabra Schelden y ella me explicó que eran insultos, pero también me dijo
- Alba, tienes que aprender insultos
-Ayyy Gon - ese es su nombre- ¡no me tientes Satanás! Estás viendo que hasta mi hermano me dice que, si yo entro en una cantina, hago que los borrachos se sonrojen con mi vocabulario ¿y tú quieres que comience en holandés? Nooo, ¡mejor no!
- Debes aprender, porque si no, la gente te va a llamar con nombres que tu no vas a entender y no vas a poder defenderte. - Después me contó que su esposo es un arquitecto inglés y cuando iba a trabajar, algunos de los albañiles comenzaron a decirle cosas, que simplemente, no entendió, por lo que sólo sonreía, luego, le preguntó a su esposa y la pobre se puso de colores, como el arcoiris. Cuando le explicó cada palabra, al volverla a escuchar, les contestó.
Y aunque yo creí que no pasaría, una vez, cuando estaba de niñera, cuidando el hijo de una amiga y al amiguito holandés, los dos angelitos del señor, mientras jugaban videojuegos, cada que perdían comenzaron a decir una palabra que se refiere al sexo de la mujer.
La primera vez, aunque no reaccioné, me quedé: ¡Achis piachis!, NO entendí lo que entendí, ¿Verdad?, digo, ambos niños parecían sacados de las paredes de una iglesia: Angelitos bellos con sus cairelitos rubios y sus bellos ojitos azules, unos auténticos querubines. Me dije:
- Imposible, los serafines no dicen insultos, Mala Alba, Mala! creyendo que tales bellas creaturas podrían caer tan bajo! - por lo que no reaccioné y seguí leyendo mi librito
Al rato, volví a escuchar la palabra, riendo ahora porque YO no les entendía.
Cuando los escuincles, re-jijos de su mal dormir, parientes de Satán lo dijeron por tercera vez, les dije en holandés:
- Imposible, los serafines no dicen insultos, Mala Alba, Mala! creyendo que tales bellas creaturas podrían caer tan bajo! - por lo que no reaccioné y seguí leyendo mi librito
Al rato, volví a escuchar la palabra, riendo ahora porque YO no les entendía.
Así veía a mis niños... |
-Si vuelven a decir una mala palabra, voy a decírselo a sus padres ¡en cuanto lleguen!
- Ayyy si entiende, yo creí que dijiste que no habla holandés - exclamó el amiguito holandés
- ¡No lo hacía! - dijo el hijo de mi amiga.
Y yo riendo por dentro, seguí leyendo con una calma bíblica hasta que llegó la hora en que sus padres llegaron.
Después de eso le di la razón a mi tutora: No tienes por qué decirlos, pero debes saberlo para no ser quien los reciba o cuando menos decirles: ¡¡¡Carcaha y se les retacha!!!
2 comentarios:
Padrísimo Alba.
Que bueno que volviste a escribir, ya me iré leyendo las entradas antiguas poco a poco.
Yo pretendo y espero irme a vivir con mi familia a Paises Bajos a finales de año (Todos mexicanos: papás Sonorenses e hijas Oaxaqueñas, por lo que me encanta como escribes). No sé si solo por un par de años, esperamos más.
Pero, como tu dejas claro, al tener niñas pequeñas tendré que aprender las costumbres (y entre ellas las malas palabras del lugar).
Abrazos
Me encanta tu forma de escribir!!! Por qué no te encontré antes? Haces todo tan llevadero!
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