martes, 26 de noviembre de 2013

Como te ves, me vi...

   Y si, como dice la frase, como te ves, me vi y como me ves... Bueno, yo siempre digo: ¡Ya quisieras! (ok, ok, es broma). No, no se trata de que ya me crea la mamá de los pollitos y dueña del gallinero acá en Holanda, simplemente me ha tocado vivir ésa primera experiencia, pero ahora desde el otro lado. A qué me refiero? Ya verán...
   Este fin de semana (de cuando comencé a escribir este post), me tocó conocer a la que posiblemente sea mi próxima cuñada. La chica llegó a mi casa, acompañando a mi Cuñado (el hermano de mi mariado) y a mi suegra (¡¡¡Uyyyyyyy!!! Eso fue una especie de convoy militar).

- Alba, ella es Tea- Dijo mi cuñado muy feliz desde el interior del carro (ya que nos estaban esperando frente a la casa). Yo me giré a ver a la futura cuñada... allí estaba esta chica tailandesa arropada hasta las narices y con cara de "¿Qué se supone que debo hacer???"
   De pronto, en vez de mi posible cuñada, vi a una mujer mexicana, a punto de congelarse, aún cuando iba arropada con ropa invernal hasta los ojos y temblando cual si estuviera desnuda en la mismísima Siberia: YO.
   Tres años atrás (ok, yo llegué en octubre), yo me encontraba en la misma situación: ser presentada a la familia de mi marido, sin saber qué es lo que debía hacer, cuáles son exactamente las costumbres de presentación de Holanda y mucho menos, cómo se comportarían mis nuevos familiares.
   La experiencia de conocer a la nueva familia (la de tu puchunguis chunguis), sin importar en qué parte del mundo sea, llega a ser bastante estresante (ya que son los nervios, porque te preguntas cómo será, si les agradarás o si les saldrán cuernos y te atacarán en manada), cuanti más cuando las diferencias culturales (incluyendo el idioma) se interponen.
   Digo, ¿Hay amor o no hay amor???? ¡Pues claro que lo hay! Pero no me van a decir que la simple idea de tirar el tepache (cometer una burrada) puede llevar a quitarte el sueño la noche anterior (Olvídense que este tipo de cosas me quiten más horas de sueño, yo caigo como roble y ni la banda Del Recodo, a todo lo que da, me despierta).

   He de decir que yo tenía algo más de ventaja que Tea, porque yo conocí a mi suegra antes de irme a vivir a Holanda (aunque en momentos más tensos: La boda), además, yo ya hablaba de forma fluida el inglés y el francés (¡¡Pasu Mecha Marimar!!!!) Sé que ésto sonó a que sólo estoy presumiendo, pero no, ésto lo digo para que comprendan que en esos momentos yo poseía más armas para darme a entender (¿o ser malinterpretada en varios idiomas?).
   Además, yo ya que había intercambiado mensajes con una de mis cuñadas (he de recordar/decir que mi suegritos sólo tuvieron artículos para dama, como dicen en mi rancho)y ella, además de darme una calurosa bienvenida, me explicó un poco cómo eran mis nuevos familiares. Todo, por supuesto, en inglés (cosa que hasta la fecha le agradezco desde el alma).
   Mi suegra, como buena holandesa, es reservada... pero hasta el punto de que la misma familia se desespera de que no habla, pero eso ya lo sabía por la cuñis y sí, sobre aviso no hay engaño: Mi primer año fueron horas y horas de estar sentadas sin decir gran cosa, hasta que descubrí que le gustaba platicar sobre la reina Beatrix y la familia real (¡¡De haber sabido antes!!!). Además, mi holandés no era muy bueno que digamos, por lo que, cuando decía alguna frase, la nunca bien ponderada suegra hacía lo que todo holandés: Poner ojos de que estás quemando el agua.
   Y bueno, ahora me tocaba estar del otro lado de la situación: Mi cuñado y su novia habían llegado de Tailandia el día anterior, por lo que no les habíamos visto antes (era nuestro único día de descanso y su llegada era más bien en la tarde/noche, así que no, no fuimos a recibirlos al aeropuerto). Después de estar de arriba para abajo trabajando, mi cuñado dice: Listos o no, allí les vamos.
   Así que no me dieron mucho tiempo como para pensarle qué decía decirle o ni siquiera ¿Cómo debía saludarla?
   La chica me vio con ojitos de venado a la mitad de la carretera, cuando lo único que atiné a hacer es saludarla al más puro estilo holandés: Le dí los típicos Tres Besos. Creo que, al igual que yo, cuando conocí a mi cuñado en el aeropuerto de Oaxaca, la chica puso ojos de que ya le parecían demasiados besos. Yo, dentro de mi cabeza pensaba: ¡Vete acostumbrando corazón, porque aquí así se las gastan!
   Y es que, hasta la diferencia de quitarse o no los zapatos al entrar a la casa (típico de oriente), se le fue explicando a la casi en shock, Tea. ¿En serio que así estuve yo??? Pues si, parece que si.
   Ya pasadas las presentaciones y los primeros 5 minutos, uno puede creer que la cosa ya quedó atrás, pero qué creén? Que allí es donde la montaña rusa va comenzando. Porque de pronto todos comienzan a hablar en holandés, mientras quien NO habla el idioma pone ojitos de "Mi no entiende". Y lo hacen porque les es más rápido para enterarse cómo estuvo el viaje y qué le parece la diferencia de temperaturas.

   Luego viene la pregunta de cajón (SIEMPRE se hace): 
- ¿Qué te parece Holanda?- Ayyyy pero qué pregunta más idiota (¡disculpen, pero lo és!). Digo ¿qué te parece algo después de menos de 24 horas? Más cuando llegaste en la ¡NOCHE! pero sí, ésa será la pregunta de las próximas semanas, para pasar a preguntar: 
- ¿Y tu ya hablas holandés?- Ayyyy con las preguntas tontas (ya van a ver por qué lo digo).- Porque es importante que hables holandés- ¿En serio???? Digo, si no me lo dices, no me lo hubiera imaginado. Cuando ni si quiera has terminado de desempacar YA debes comenzar la estudiada y a hablar.
   Como puedes, sacas la frasecita: - Alles Goed- (todo está bien) con la que todos (o casi todos) van a reír y celebrar que pudiste con la JJJJJJ tan holandesa.
   Después de las risas viene el agarre, porque UNO de los presentes comienza a hablar a la recién importada TODO en holandés, ahhhh porque DEBE aprender holandés y no lo va a hacer si le siguen hablando en inglés.
-Pelearán, dos de tres rounds, sin límite de tiempo! En esta esquina....- Es lo que pareces escuchar, cual si te encontraras en el Arena México a punto de ver la lucha libre entre Rudos y Técnicos. TU, aún cuando tengas alguna opinión, recuerda el dicho: Entre hermanos, nunca metas la mano. Ellos se pueden arrancar a pedazos, pero luego se perdonan, pero no es igual con la familia política.
   Desgreñadas, sacadas de lengua, picada de ojos, TODO vale para que el otro entienda, mientras tu ves con ojos dulces a tu suegra y a la posible nueva cuñada y preguntas con voz casi angelical:
-¿Gustan más galletitas?- Es lo único que atinas a decir. ¡Ohhh siii!, tu rompes la tradición de dar UNA sola galletita, pero a caso se deba por lo incómodo de la situación. pero ¿Qué importa? Aloquémonos con las galletitas mientras los argumentos van y vienen. Hasta que por fin llegan a una conclusión: El otro está equivocado (no, no importa cuál sea la posición del otro)

   Recuerdo que, cuando conocí a la familia política yo nada más me arremolinaba detrás del brazo de mi marido (no, no soy una mujer miedosa, ni controlada por el hombre, pero en esos momentos él es tu aliado, aunque no lo necesites). A veces, aún cuando estaban hablando en inglés, ellos le hacían las preguntas a mi marido, en vez de a mi, por lo que él por ratos decía:
- ¿Por qué no se lo preguntas a ella?- Y todos en grupo te volteaban a ver. "¡Ayyyyy, pero qué fue lo que hice para venir a meterme a esta nopalera???" Es lo único que atinas a pensar mientras la legua traicionera se esconde donde no la puedes encontrar.
   Otras de las ocasiones, cuando por fin encontraste a la muy escurridiza lengua, estás a punto de responder, tomas aire muy segura de tí misma, abres la boca... Y tu puchunguis contesta sin siquiera darse cuenta de que no te dejó responder, porque bueno, él es tu traductor (¡noooo, espérate! Yo sí hablo inglés, lo que no hablo es el Holandés).
- Amor, una galletita?- Y le pones la galleta en la boca para poder hablar... Pero cuando vas a decir algo, alguien aprovecha el momento... y Cambia la conversación (a veces al holandés).
   Ya te diste cuenta que la plática es como jugar al bote pateado??? Digo, para cuando encuentras el bote (en cuentras un tema en el que puedes conversar), todos han desaparecido.
    Uyyy ¿Cómo no recordar al primero que te comienza a gritar y decir las cosas sílaba por sílaba? (En serio que después de un tiempo te acostumbras, pero al primero llega a ser impactante). Te preguntas si ésa persona es peligrosa o tiene el síndrome de Tourette.

- Oye, Una cosa es que no entienda el holandés y otra es Alba que sea sorda o retrazada- ¡Vaya, hasta que tu puchunguis entiende cuándo te debe ayudar!!!. Luego, se volteará a verte y te traducirá lo que el otro dijo.
   Después de una semana, TODOS te preguntarán:
- ¿Y tu ya te acostumbraste/adaptaste a Holanda?- ¿En serio??? Sólo me dan una semana de plazo para hacerlo? Digo, pregúntenme en 6 meses, un año... ¿tres años??? Y la verdad es que... no lo sé.
   Recuerdo que en esa primera ocasión de conocer a mi nueva familia me ofrecieron muy lindos té. E insistieron en darme té.
- Pero si es que no estoy enferma, ¿por qué insisten en que beba té? - Le dije a mi marido.
- ¿Enferma?- Me vio con ojos de "What?"
-Sí, en mi rancho sólo se toma el te si tienes gripa (canela) o si estás malo de la panza (manzanilla), de otra forma, es raro que se tome.- Mi marido me vio y yo lo ví a él con ojos de éste/a está loco/a.

   Después de un rato, llegó la hora de las despedidas, Tea (cuyo verdadero nombre es Rungrudee... ¡Ni idea de cómo se dice el apellido!!! pero cuyo apodo decidió era más fácil de recordar) y yo decidimos despedirnos simplemente dándonos la mano y decir Doei (versión holandesa del bye y que se dice Dui).
   Y mientras se alejaba el carro con los tres, yo sonreí y pensé: Como te ves, me vi...

1 comentario:

Diany dijo...

Enhorabuena encontré tu blog Alba!Leerte fue un delicioso momento de complicidad .Soy cubana.